Que Significa Cancion De Cuna

Que Significa Cancion De Cuna
Las canciones de cuna, también denominadas nanas, son canciones con un ritmo tranquilo, suave y relajante, que se utilizan para arrullar a un bebé y para ayudarlo a dormir.

¿Qué es una canción de cuna y un ejemplo?

De Wikipedia, la enciclopedia libre

nana
Orígenes musicales poesía, folclore
Orígenes culturales Tradición musical y poética del Mediterráneo y otros lugares
Instrumentos comunes voz
Popularidad Limitado a su área geográfica para cada tipo de nana. Extendida como género por todo el mundo.
Subgéneros
Nana andaluza, Berceuse clásica

Una nana o canción de cuna es una canción de ritmo suave y relajante para arrullar a un bebé y ayudarle a dormir. Todas las culturas del mundo tienen sus propias formas de nana, adaptadas a las estructuras rítmicas y melódicas propias de la música folclórica de la zona. La música culta ha recogido igualmente el concepto y lo ha incluido en sus obras.

¿Cuál es la importancia de las canciones de cuna?

Terapia – Pie de foto, Además de ayudar a que los bebés se duerman, las canciones de cuna también tienen fines educativos. En los años ’20 del siglo pasado, el poeta español Federico García Lorca, quien estudió las canciones de cuna de su país, destacó las características poéticas y la profundidad de la tristeza de muchas de ellas.

  • La teoría de Lorca, con la que muchos investigadores concuerdan hoy en día, es que una de las funciones de las canciones de cuna es ayudar a que la madre pueda vocalizar sus propias preocupaciones y miedos.
  • Así que sirven también de terapia para la madre.
  • En la actualidad hay muchos factores que amenazan la supervivencia de las canciones de cuna, sobre todo la cantidad de aparatos nuevos para entretener y calmar a los niños que lloran y el incremento a la comunicación a través de la tecnología.

Puede que cantar no forme tanto parte de nuestras vidas como en el pasado, ya que en generaciones anteriores, que no contaban con televisión e internet, la gente se juntaba para cantar y contarse historias. Pero se diría que, por el momento, las canciones de cuna siguen vivas, desde Kenya hasta Marruecos, pasando por Reino Unido.

El arqueólogo musical Richard Dumbrill cree que hay algo intrínseco en la experiencia de criar a un niño que hará que las canciones de cuna sobrevivan. “Creo que las canciones de cuna pertenecen al instinto natural de la maternidad”. Reem Kelani, una cantante británica de origen palestino está de acuerdo.

“Es algo universal. Cuando canto un a canción de cuna, en cualquier parte del mundo, siempre hay gente que se siente identificada”.

¿Cuál es el origen de la canción de cuna?

BBC Mundo, Hace cuatro milenios un antiguo babilonio escribió una canción de cuna que una madre le cantaba a su hijo. A pesar de que probablemente el niño se dormía, el mensaje de la canción no es muy tranquilizador.Se trata de una reprimenda al bebé por despertar al dios de la casa con sus llantos, lo que tendrá consecuencias.

  1. Esta es una de las primeras canciones de cuna de las que se tiene constancia, fechada alrededor del año 2000 a. de C.
  2. Se encuentra grabada en una pequeña tabla de barro que cabe en la palma de la mano.La escritura es cuneiforme —una de las primeras formas de escritura— y debió haber sido transcrita con cuidado por un escriba babilonio con un estilete hecho de caña en lo que actualmente es Irak.Los temas que asustaban a los niños eran típicos de las canciones de cuna de esa época, según explica Richads Dumbrill, un experto en música antigua del Museo Británico de Londres, donde está guardada la tabla que contiene la canción de cuna.«Quieren decirle al niño que ha hecho mucho ruido, que despertó al demonio, y si no se calla de inmediato, el demonio se lo comerá».Muchas de las canciones de cuna que cantan hoy en día también tienen un trasfondo oscuro.

«Balancéate, balancéate, balancéate», comienza diciendo una canción del pueblo Luo de Kenya, antes de volverse amenazante diciendo «al niño que llora se lo comerá una hiena», algo que puede ser verdad en algunas partes del país.

¿Qué son las nanas y los arrullos?

¿Qué es una nana o canción de cuna? –

  1. A las canciones de cuna se les conoce con diferentes nombres según el país, en España se les conoce como nanas, en otras latitudes se les llama arrullos o cantos de arrorró,
  2. Lo cierto es que son canciones con un ritmo tranquilo, suave y relajante, que forman parte de la tradición de casi todas las culturas y que se utilizan para arrullar a un bebé y ayudarlo a dormir.
  3. A las canciones de cuna se les define como poemas cantados que se van transmitiendo de generación en generación de forma oral.

¿Como debe ser una canción para dormir a un bebé?

Misma cadencia – Es importante que la secuencia se repita y el sonido no experimente grandes alteraciones, Debe ser música suave, sin cambios en el tempo ni el volumen para que no se desencadene el despertar del bebé. La familia debe procurar enmascarar el ruido ambiental fuerte de la casa, evitando poner la televisión alta cerca de la cuna.

¿Cómo se dice canción de cuna?

Lullaby a song sung to make children go to sleep.

¿Qué dice Montessori sobre la música?

El Montessor i School La Florida apuesta por la música como ingrediente fundamental del aprendizaje – Ya hace tiempo se demostró que la música tiene importantes beneficios para el aprendizaje desde temprana edad. Sin embargo, en muchos centros de enseñanza tradicionales consideran la música como una materia más.

No es así en el colegio Montessori La Florida, donde la música se aplica como un método imprescindible de enseñanza. María Montessori, creadora de este modelo educativo, en su obra La autoeducación en las escuelas elementales, hablaba sobre la importancia de la música en la educación y afirmaba que: “sin la educación musical adecuada, tendremos un pueblo de sordos a quienes les es negada la posibilidad del regocijo musical”.

Por lo que el método Montessori aprovecha los grandes beneficios de la música para fomentar una educación con cantidad de impactos positivos para los niños y niñas. En el centro educativo Montessori de la Florida se toman este rol muy en serio, y ofrecen una enseñanza vinculada con la música desde la etapa manipulativa (a partir de los 5 años), cuando comienzan a aprender a través de la investigación del entorno.

¿Cuál es la importancia de los arrullos?

¿Para qué se usan los arrullos de bebé? – El arrullo tiene una función concreta que es la de envolver al bebé, para abrigarle y proporcionarle el confort que necesita. Este complemento indispensable tiene la capacidad de proporcionar una sensación de calidez y comodidad, parecida a la que el bebé encuentra dentro del útero materno.

¿Qué significa cantar una nana?

Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición. Pedro César Cerrillo Torremocha 1 Facultad de Educación y Humanidades de Cuenca Universidad de Castilla La Mancha (España) La nana o canción de cuna es un tipo de canción popular que se ha transmitido oralmente de generación en generación, en la que se pueden encontrar muchas de las primeras palabras que se le dicen al niño pequeño.

Se admite comúnmente que la nana es una canción breve con la que se arrulla a los niños, que tiene como finalidad esencial que el destinatario de la misma concilie el sueño; su interpretación se produce, en la mayoría de las ocasiones, cuando el niño no se quiere dormir o cuando tiene dificultades para conciliar el sueño.

La unión de voz, canto y movimiento de arrullo o balanceo proporcionan a la nana su singularidad más significativa. En cualquier clasificación del Cancionero Infantil que contemple las edades del niño, habría que incluir la canción de cuna -junto a los primeros juegos mímicos – en el apartado de composiciones que requieren la figura de un adulto como emisor de la cantilena, y que se corresponde con los primeros años de la vida del infante, es decir, desde su mismo nacimiento hasta los momentos en que empieza a ser capaz de expresarse oralmente con cierta autonomía, aunque ello no impedirá que se sigan practicando durante más tiempo (Cerrillo, 2005: 33-44).

No obstante, conviene diferenciar entre la nana que se canta al niño recién nacido y la que se canta al niño que ya anda y que empieza a hablar: con la primera se entretiene al infante con el esbozo melódico de la canción, dicha entre dientes y dándole más importancia al ritmo físico del balanceo que a la propia letra de la nana; con la segunda, cuyo destinatario es un niño un poco mayor que el anterior, lo que dice la nana tiene más importancia, pues el chico ya puede conocer el significado de muchas palabras y puede, por tanto, entender la exhortación o, incluso, la amenaza que, en ocasiones, se le transmite con el canto de la nana.

La riqueza compositiva de las nanas y la magia que el niño siente con su interpretación han contribuido a impedir que el género terminara desapareciendo, aunque también es cierto que a ello han ayudado dos hechos más: por un lado, la asunción de la función de arrulladora (el adulto emisor de la nana, como luego veremos) por parte de los niños, sobre todo de las niñas, quienes, en clarísima mímesis del mundo adulto, se han servido de la canción de cuna para jugar a dormir a sus muñecas; y, por otro, la creación de nanas que han hecho autores consagrados en la literatura general y el interés por la fijación escrita y el estudio de estas composiciones que, en ocasiones, han demostrado escritores como Federico García Lorca, que recogió, entre otras, esta conmovedora nana, que transcribió literalmente, y en la que la arrulladora llama al sueño del niño refiriéndose a la dramática ausencia de la madre muerta:

Duérmete, niñito mío,
que tu madre no está en casa;
que se la llevó la Virgen
de compañera a su casa.

table>

(García Lorca, 1996: 125)

El género se ha enriquecido, por tanto, con nanas de nueva creación, compuestas por diferentes autores españoles (el propio Lorca, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre, Rafael Alberti, Miguel Hernández, Carlos Murciano, Gloria Fuertes, Federico Muelas o Carmen Conde, entre otros) e hispanoamericanos (Nicolás Guillén, Gabriela Mistral o Pablo Neruda).

Al sueño le crecen
cabellos de yerba.
Al sueño le nacen azules gacelas,
que muerden los prados,
que triscan las eras;
que pacen las noches
sin que el sueño pueda
cortarse sus ramas
de verdes almendras.
Al sueño le llaman
y el sueño contesta,
con sus ojos claros
y su boca lenta,
que dice palabras
que el sueño se inventa.
Duérmete, mi vida,
niña de la tierra:
que el sueño te canta
para que te duermas.

Gracias a todo eso, la nana, como modalidad de poesía lírica popular de tradición infantil, aún se encuentra viva en la tradición de los países de habla hispana, con ese nombre, o con el de canción de cuna, e incluso con otras denominaciones no tan conocidas en España: arrullos, cantos de arrorró o rurrupatas.

Su vigorosa existencia en la tradición hispánica se corrobora con documentos que confirman su interpretación desde hace muchísimos años, pero no se trata de una existencia exclusiva del mundo de habla española, pues este tipo de canciones, (con otros nombres, pero con los mismos contenidos y parecidas formas) se interpretaron y se interpretan también en otros países hablantes de lenguas diferentes: ya en el siglo XIX, Francisco Rodríguez Marín comprobó las semejanzas que existían entre nanas españolas, italianas, portuguesas y francesas, afirmando no sólo las influencias que entre ellas se producían, sino también su pertenencia a una tradición común, en este caso románica.

You might be interested:  Que Significa Dreams En Español

En sus Cantos populares españoles, Rodríguez Marín se refiere a varios ejemplos, entre ellos a esta canción de cuna española:

Duérmete, niño chico,
duérmete, mi bien;
que aquí está la cunita
que te ha de mecer.

table>

(Rodríguez Marín, 1981, I: 27)

Dice Rodríguez Marín que esta nana está tomada de una «ninna-nanna» siciliana, recogida con anterioridad por Pitré:

Figghiu mio, figghiu d’amari:
la naca ti cunzai p’arripusari.

table>

(Pitré, 1871, II: núm,272)

Pero volvamos a la nana hispánica: su origen español, al igual que los demás géneros del folclore infantil, parece fuera de toda duda; de otro modo, sería difícil explicar no sólo los parecidos, sino incluso las exactitudes, que existen entre composiciones de diversos países hispanoamericanos, que antes de la llegada de los españoles hablaban lenguas muy diferentes.

Los registros de embarque de las expediciones españolas a América nos indican que, junto a libros religiosos, vidas de santos, sermones, vocabularios eclesiásticos, obras de Garcilaso de la Vega o Fray Luis de Granada, también se llevaron al otro lado del Atlántico colecciones de romances y de canciones, así como resmas de coplas (que solían incluir textos de tradición popular), catones y cartillas 2,

Además, los testimonios indirectos de algunos cronistas de Indias (Pedro Cieza de León, Diego Fernández Palencia o Bernal Díaz del Castillo) nos confirman este trasvase de España a América: Díaz del Castillo, en su Conquista de Nueva España ( BAE, XXVI, 36, p.316) aporta informaciones concretas de algunos romances que confirman que, en México, desde 1519 en que Hernán Cortés inició su andadura por territorio azteca, comenzó también la llegada de canciones y romances españoles:,En 1519, cuando los barcos de Cortés se hallaban ante las costas de México, Alonso Hernández Portocarrero comentó a su capitán: ‘Cata Francia, Montesinos, / cata París la ciudad, / cata las aguas del Duero / do van a dar a la mar //’.

(García Romero y Rubio Hernández, 1987: 262)

De sobra son conocidas las versiones que, en diversos países de la América de habla hispana, existen de los temas romancísticos de Mambrú, Delgadina, Bartolo o La pájara pinta, por poner sólo algunos ejemplos, manteniendo casi siempre los elementos básicos de la composición originaria española.

A partir de 1583 empezaron a realizarse registros de embarque más detallados, aunque también tenemos testimonios que afirman que cualquier pasajero de una expedición podía llevarse una caja de libros para su propio uso, cuyos títulos quedaban recogidos en una especie de «memoria» y no en el registro formal: Es de suponer que los viajeros preferían los ‘libros profanos’, entre los cuales había literatura de ficción propia del tiempo Muy numerosas son la sobras de poesía épica y lírica, y a finales de siglo, los romances y cancioneros.

También Margit Frenk se ha referido al asunto de los orígenes en un magnífico trabajo sobre el folclore poético de los niños mexicanos: Existen muchas coincidencias entre esos testimonios y las rimas infantiles de nuestro tiempo: como si los niños de hoy fueran los mismos -casi los mismos- que vivieron en los siglos XVI y XVII (y aún podemos decir, como si fueran los mismos que vivieron en la Edad Media, puesto que esas cancioncitas eran ya viejas cuando fueron recogidas).

  • Como si los niños fueran inmunes a los cambios históricos, a la renovación de las corrientes culturales, al ir y venir de las modas poéticas.
  • No es osado, pues, afirmar que, aunque cada canción tiene -sin duda- su propia historia, con carácter general la inmensa mayoría proceden de España y que, en algunos casos, su antigüedad pudiera superar los cuatrocientos años.

La canción de cuna es uno de los pocos géneros del Cancionero Infantil en que el papel de emisor lo representa un adulto. En la tradición hispánica ese papel ha sido asumido por las mujeres: madres, tías, abuelas, ayas y nodrizas que cumplen la función de arrulladoras, cantando el sueño del niño y dejando sentir su presencia, aun en aquellos casos en que esa presencia no esté explicitada en el texto; es difícil poner en duda que quien canta la siguiente nana no sea una madre:

En los brazos te tengo
y considero
qué será de ti, niño,
si yo me muero.

Son, en general, mujeres muy cercanas al primer entorno familiar del chico, siendo la madre la que tiene una mayor presencia, una madre que, aunque esté cansada, canta serenamente el sueño de su hijo:

Duerme, niño chiquito,
duérmete y calla;
no le des a tu madre
tanta batalla.

O una madre que está siempre atenta velando el sueño del niño:

Duérmete, vida mía,
duerme sin pena,
porque al pie de la cuna
tu madre vela.

O una madre que reclama el sueño del hijo para poder continuar con sus tareas:

Duerme, niño mío,
que tengo que hacer,
me han traído el trigo
y está por moler.

O madres que protagonizan sentimientos enfrentados: ternura y enfado, nerviosismo y paciencia, soledad y compañía, alegría y tristeza, carencias y regalos, pero por encima de los cuales siempre es perceptible el amor de madre, amor materno-filial, a fin de cuentas.

Ya en el siglo XVII, Rodrigo Caro se refirió a la condición femenina que tenía el emisor de las nanas: Las reverendas madres de todos los cantares y los cantares de todas las madres, que son «nina, nina y lala, lala», cuyo uso es tan natural, que, no habiendo qué cantar o no sabiendo, ellos mismos se nos vienen a la boca y se nos salen de ella sin cuidado y artificio, y son tan bien contentadizos, que se contentan con cualquier tono, y no extrañan ninguna voz por mala que sea, condición muy propia de madres.

El adulto-varón, cuando es citado, suele estar ausente, bien porque ha salido de viaje, bien porque está trabajando. Lo podemos comprobar en estas dos nanas:

El padre del niño
se fue a Villafranca,
y el aire solano
lo empujó «pa» casa.

Y:

Este niño tiene sueño,
no tiene cama ni cuna.
A su padre carpintero
le diremos le haga una,

La sencillez comunicativa de la nana, en la que un emisor (el adulto) transmite un mensaje (directo, breve y conciso) a un destinatario (el niño) del que no se suele esperar contestación, no es impedimento para que aparezcan elementos que, literariamente, la enriquecen; sirva como ejemplo que el emisor se apoya en determinados personajes -que tienen una función secundaria- para reforzar los contenidos de su mensaje, es decir, para incitar al niño a que concilie el sueño.

De este modo, vemos aparecer multitud de personajes: bien de tradición religiosa («La Virgen», «Ángel de la Guarda», «San Juan», «Santa Ana», «San Pedro», «San Vicente», «Santa Isabel»), bien animales («gallina», «gallo», «buey», «burro», «pájaro»), bien elementos de la naturaleza («sol», «luna», «árbol»), bien otros («mora», «gitana», «pastora»), además del tradicional y ya mítico «coco» y otros seres que asustan, a los que nos referiremos más adelante.

La frecuente presencia de la madre, las citas a la ausencia del padre, las referencias a diversos quehaceres hogareños (lavar, planchar, cocinar) y el constante recuerdo del amor que los padres sienten por su hijo confieren a las nanas un especial tono afectivo, muy familiar, que las identifica, y que, además, aparece potenciado por la presencia de abundantes diminutivos: «nanita», «casita», «pajaritos», «chiquitín», «ojitos», «guagüita», etc., por un lado, y de frecuentes estribillos que, con su ritmo reiterativo y machacón, logran crear esa sensación de arrullo que, presumiblemente, debe ayudar al niño a dormirse: A la ro, ro, ro ; A la nea, nea ; Ea, ea, ea ; Arrorró, arrorró ; Ea la ea, ea la ea, son algunos de los más usados en la nana hispánica.

Desde el mundo de la Psicología se ha señalado que la capacidad de respuesta a los estímulos sonoros que tienen las personas es muy temprana: se habla, incluso, de que existe en el periodo fetal; quizá, por eso los niños muy pequeños tienen una especial sensibilidad para captar ritmos, tonos, acentos, pausas o inflexiones de la voz; en este sentido, no sería descabellado considerar que el movimiento de arrullo, con los estribillos que lo acompañan, fuera algo que tuviera que ver con la afectividad que envuelve a la nana en su conjunto.

El tono afectivo a que antes nos hemos referido no es el único en la tradición de la nana: es también importante el tono derivado de la propia concepción de estas canciones, es decir, el tono imperativo con que se induce al niño a que concilie el sueño lo más rápidamente que sea posible.

Si este niño se durmiera,
yo le diera medio real,
para que se comprara
un pedacito de pan.

En otros casos, el adulto tranquiliza al niño para que el temor o, incluso el miedo que, en determinados momentos (la llegada de la noche, por ejemplo), le afectan, se vean aliviados:

Duérmete, niño de cuna,
duérmete, niño de amor,
que a los pies tienes la luna
y a la cabecera el sol.

Se unen, pues, en ocasiones, lo familiar y lo imperativo, pero ello no nos oculta la existencia explícita de amenaza en otras nanas: conocida es la tradición del coco, personaje que, curiosamente, no aparece en muchas nanas españolas, pero cuya existencia popular está muy extendida, asociada siempre al género de la nana.

(García Lorca, 1996, III: 118-119)

Coco o Cuco, que de las dos maneras se le conoce, es un término que ya Covarrubias, en 1611, recogía del siguiente modo, sin duda sorprendente tantos años después: En lenguaje de los niños, vale figura que causa espanto, y ninguna tanto como las que están a lo oscuro o muestran color negro de ‘cus’, nombre propio de Can, que reinó en Etiopía, tierra de los negros.

  1. El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua se refiere al «coco», en la cuarta entrada de dicho término, como «fantasma que se figura para meter miedo a los niños».
  2. Y el Diccionario de uso del español, de María Moliner, por su parte, lo define como «ser fantástico, supuesto demonio, con el que se asusta a los niños» (Moliner, 1987: 655), y remite a otros personajes de significado similar, como bu, camuñas, cancón, cuco y papón, a los que nosotros añadiríamos El tío del saco y el Sacamantencas,

No pensemos que con el coco, por estar presente de modo reiterado en la canción de cuna, se asusta sólo a la hora de dormir, también sirve para asustar a los niños que no comen o a los que desobedecen las órdenes de los adultos: en todos los casos, el coco, como los otros seres que cumplen la misma función, «comerá», «asustará» o «llevará», aunque nunca se especifica a dónde; es decir, el «coco» es un personaje relacionado siempre con una cierta deformidad o espanto que infunde miedo al niño chico, pero del que no tenemos una imagen clara y del que tampoco sabemos mucho más.

Tanto me dieron de poco
que de puro miedo temo,
como los niños de cuna
que les dicen: ¡cata el coco!

En el siglo XVII, en un texto teatral de Juan de Cajés, titulado Auto de los desposorios de la Virgen, se puede leer esta otra nana, en la que también aparece el coco 3 :

Ea, niña de mis ojos,
duerma y sosiegue,
que a la fe venga
el coco si no se duerme.

Encontramos referencias o citas al coco en Lope de Vega, en Quevedo, en Calderón de la Barca o en Cervantes; recordemos el Epitafio de Sansón Carrasco en la sepultura de Don Quijote:

Yace aquí el hidalgo fuerte
que a tanto extremos llegó
de valiente, que se advierte
que la Muerte no triunfó
de su vida con su muerte.
Tuvo a todo el mundo en poco;
fue el espantajo y el coco
del mundo en tal coyuntura,
que acreditó su ventura
morir cuerdo y vivir loco.

table>

(Cervantes, 1977, II: 577)

También en América encontramos referencias al coco, que ya son historia: la escritora mexicana Son Juana Inés de la Cruz, la gran protagonista del barroco hispanoamericano, escribió una «sátira filosófica» (así la llamó ella), en la que acusa a los hombres de inconsecuentes en su trato con las mujeres y los compara con los niños que llaman al coco y luego le tienen miedo; el inicio de esa sátira son estas cuatro redondillas abrazadas:

Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis;
si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?
Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco,
al niño que pone el coco
y luego le tiene miedo.
You might be interested:  Que Significa Goat En El Deporte

La tradición de la nana no es sólo española, ni siquiera hispana; con la misma o con otras denominaciones, en toda Europa se asusta con el coco, entendiendo como tal ese ser imaginario que produce miedos infantiles, que serán mayores o menores, según sea la propia fantasía del niño destinatario de la amenaza.

Duérmete, niño,
que ahí viene el coco,
y se lleva a los niños
que duermen poco.

Ésta otra, localizada en Colombia, no difiere mucho de las anteriores: Duérmete, niño, duérmete ya, que ya viene el coco y te llevará. (Castrillón, s/f : s/p ) Tampoco difiere ésta, también mexicana:

Duérmete mi niño
y duérmete ya,
porque viene el coco
y te comerá.

La presencia del coco no siempre es la misma; su reiterado anuncio le sugiere a la arrulladora que el niño le va perdiendo el miedo:

Con decirle a mi niño
que viene el coco,
le va perdiendo el miedo
poquito a poco.

En esta otra, muy poco conocida, la cita al coco es indirecta:

Las mujeres de la sierra,
para dormir a sus niños,
en vez de llamar al coco
les cantan un fandanguillo.

O en esta otra, tras la afirmación del peligro que acarrea la venida del coco, la arrulladora compensa esa amenaza con el anuncio de la protección que la Virgen del Remedio va a proporcionar al niño durante su sueño:

Y arrorró, canelica,
que viene el coco
y se lleva a los nenes
que duermen poco.
Mi chico se va a dormir
porque tiene mucho sueño,
y por cabecera tiene
a la Virgen del Remedio.

La figura del coco también ha sido utilizada por autores que han cultivado el género de la nana, como Gloria Fuertes, que recreó la figura del coco en su conmovedora «Nana al niño que nació muerto», que, por su interés y singularidad, incluimos completa:

Original persona pequeñita
que al contrario de todos
no has nacido.
Vívete, niño, vívete,
que viene el Coco
y se lleva a los niños
que duermen poco.
Late un momento rey
-la madre dice-,
deja que me dé tiempo
a que te bautice.
Te iba a poner Tomás,
y ya te vas.
¿Para qué habrás venido
sin más ni más?
¡Qué frío tienes, hijo,
sin un temblor,
creo que dentro estabas
mucho mejor!
-En el lago de llanto
de tu madre
jugabas en la orilla
– ¡Que el demonio se lleve
tu canastilla!
-Tiene ojos de listo,
es un pequeño sabio.
Y otra vecina dijo:
-De buena se ha librado.
Pequeño criminal,
dulce adversario
-sin nacer ni morir
a tu madre has matado-,
mientras tú,
mi niño diferente,
ni blanco ni negro,
mientras tú
¡Échate un sueño largo,
mi niño azul!

El Coco, con mayúsculas, también ha sido el protagonista de historias y cuentos, en los que se le ha dado cuerpo, cara y forma; Fernando Lalana y Estrella Fagés lo hicieron en El Coco está pachucho, describiéndolo del siguiente modo: Tenía la cabeza grande y alargada; los ojos hundidos y muy negros; enormes manos; lo pómulos salientes y la nariz afilada.

  • Vestía una gabardina gris, casi hasta los tobillos; protegía su calva del frío con una gorra escocesa.
  • Llevaba en la mano un maletín de cuero.
  • Y, desde luego, no era el vecino del quinto.
  • Se trataba del Coco, sin duda alguna.
  • Lalana y Fagés, 1992: 14) En España, además del coco, el bu, el duende, el tío Camuñas, el Sacamantecas o el cancón, son otros personajes imaginarios con los que se asusta a los críos; pero, junto a ellos, en la nana española también se amenaza con seres reales; García Lorca señala: En el sur, el ‘toro’ y la ‘reina mora’ son las amenazas.

En Castilla, la «loba» y la «gitana».

(García Lorca, 1996: 120)

Rafael Alberti, que también escribió unas cuantas nanas, de clara inspiración popular, anuncia al niño que no duerme, en una misma canción, la posible venida, como seres amenazadores, del viento, los perros, el búho y el gavilán. Dice así, su preciosa «Nana del niño malo»:

¡A la mar, si no duermes,
que viene el viento!
Ya en las grutas marinas
ladran sus perros.
¡Si no duermes, al monte!
Vienen el búho
y el gavilán del bosque.
Cuando te duermas:
¡al almendro, mi niño,
y a la estrella de menta!

table>

(Alberti, 1988, I: 101-102)

En Hispanoamérica también se asusta al niño que no duerme con seres reales o imaginarios. Veamos algunos de ellos: el «brujo» en México:

Dormite, niñito,
dormite, por Dios,
si no viene el brujo
y te va a comer.

table>

(Becerra y Pellicer, 1984: s/p)

En México también tiene presencia la «loba»:

Con un traje rico
y su hijito feo,
la loba, la loba,
vendrá por aquí,
si esta niña linda
no quiere dormir.

La «cierva» en Chile:

Dormite, guagüita,
que viene la cierva
a saltos y brincos
por entre las piedras.

O el ‘coyote’ en Nicaragua:

Dormite, niñito,
cabeza de ayote;
si no te dormís,
te come el coyote.

También podemos encontrar el ‘coyote’ en México:

Duérmete, niñito,
que ahí viene el coyote,
y te va a llevar
como al guajalote.

También asustan en España la «noche» (tiempos de miedos y temores infantiles) o los ángeles (éstos en un doble sentido: porque se llevarán al niño que llora y no se duerme, o porque se irán de su lado, desprotegiéndole de la guarda que les caracteriza):

Duérmete, niño chiquito,
duérmete y no llores más,
que se irán los angelitos
para no verte llorar.

Más cómicamente, la arrulladora amenaza con las temibles lombrices:

A los niños buenos
Dios los bendice;
a los que son malos
les da lombrices.

Incluso se amenaza con el castigo físico, sin duda figuradamente y en momentos en los que el nerviosismo de la arrulladora es muy grande:

Duérmase mi negrazo,
cara de pambazo,
que si no se duerme
le doy un trancazo.

Amor y miedo Como se puede comprobar, la canción de cuna, a menudo, invoca a seres que provocan en el niño temores, miedos, angustias o llantos. Ante ellos, la arrulladora intenta liberar al niño de todo eso con el arrullo -rítmico, afectivo, maternal- de la nana que canta.

La madre protectora, la madre refugio, la madre cuna, la madre amor es la que conducirá al niño hacia el sueño tranquilo con la voz y la música de la nana. La madre, o cualquier otra mujer que cumpla el papel de arrulladora, será la voz que, desde la nana, calmará angustias, dominará miedos, infundirá aliento, aportará consuelo o reprenderá con cariño.

En la nana nos encontramos con la síntesis del amor filial y del miedo provocado; cariño y amenaza explícita; realidad y fantasía. En la nana hispánica está contenida la propia dualidad de la vida misma desde sus orígenes, así como los sentimientos que más vivamente han caracterizado al hombre, con sus obsesiones, sus amores, sus miedos y sus esperanzas.

Duérmete, niño chiquito,
duérmete y calla;
no le des a tu madre
tanta batalla.

En otros casos, la causa podríamos encontrarla en el desamparo en que puede quedar un niño pequeño si faltara la madre:

En los brazos te tengo
y considero
qué será de ti, niño,
si yo me muero.

En este sentido, son muy explícitas las palabras expresadas por García Lorca, en su conferencia sobre las canciones de cuna españolas, leída por el autor granadino en la Residencia de Estudiantes, en Madrid, el jueves 13 de diciembre de 1928, a las seis de la tarde: No podemos olvidar que la canción de cuna está inventada (y sus textos lo expresan) por las pobres mujeres cuyos niños son para ellas una carga, una cruz pesada con la cual muchas veces no pueden Son las pobres mujeres las que dan a sus hijos este pan melancólico y son ellas las que lo llevan a las casas ricas.

(García Lorca, 1996, III: 116)

Amor, ternura, emoción, afecto y cariño como antídoto a miedos, temores, angustia, desconsuelo o llanto que pueda tener el niño pequeño, destinatario de la nana. Como es fácil comprobar, la literatura busca a las personas a lo largo de toda su vida, bien para presentarle historias que sucedieron hace muchos años, bien para anunciarle los caminos del futuro más cercano, bien para acompañarle en fantásticos viajes o para compartir los sentimientos de personajes que ya son leyenda.

Desde niños, la literatura -esencialmente, la literatura popular, ésa que tiene su mecanismo de transmisión en la oralidad- nos busca y nos encuentra: nos enseña a conocer nuestro cuerpo o a sentir la magia de los balanceos (con los primeros juegos mímicos ), nos provoca risas con trampas esperables ( burlas ), nos propone repetir juegos de palabras de difícil pronunciación ( trabalenguas ), nos formula adivinanzas, nos presenta historias de hadas, duendes y ogros ( cuentos maravillosos ), incluso, como hemos visto, desde el mismo nacimiento de la persona, la literatura, por medio de las nanas, nos acuna cuando somos niños pequeños ayudándonos, con delicados arrullos o amenazas más o menos convincentes, a conciliar el sueño o a calmar temores y miedos.

La riqueza literaria de la canción de cuna, así como su ininterrumpida transmisión de generación en generación, nos obligan a realizar todos los esfuerzos posibles para evitar que terminen desapareciendo. De ese modo, estaremos contribuyendo a la perpetuación de una manifestación cultural de tradición popular, en la que se dan la mano el amor y el miedo, y en la que confluyen dos mundos tan necesitados entre sí: el infantil y el adulto, y que es, además, patrimonio de una colectividad de cientos de millones de personas que se expresan en la misma lengua.

¿Cómo influyen las canciones en el aprendizaje de los niños del nivel inicial?

La música es una expresión artística que puede emplearse como un recurso pedagógico en educación preescolar, pues refuerza el desarrollo psicomotriz, estimula el lenguaje y fomenta el desarrollo intelectual consolidando procesos cognitivos tales como la atención, la concentración y la memoria.

¿Qué es una canción de ronda?

Summary: El canto y las rondas infantiles son juegos didácticos que a través de los años, han fortalecido la formación integral del niño en el nivel primario, creando destrezas y habilidades que le han permitido fortalecer su personalidad y su relación personal y social.Los cantos y las rondas tienen su origen en los pueblos de Europa, y llegaron a América con la conquista y la colonización; hoy día el parnaso escolar guarda como recuerdo imperecedero Muchos de ellos, que fueron cantados, danzados y dramatizados en las escuelas de diversos lugares de américa. Esta investigación recoge parte de ese cúmulo de cantos y rondas, algunas de ellas ya olvidadas por nuestros estudiantes, y que el escucharlas cantar y danzar, traen a la mente recuerdos de la escuela de antaño, costumbres y tradiciones de nuestros pueblos. En el estudio se presentan aspectos metodológicos, musicales y expresivos de algunos cantos y rondas, para que el docente las implemente en el aula con sus alumnos como actividades complementarias, valiosos e importantes en el desarrollo integral del niño de estas edades. Te invitamos a consultar este proyecto, que te ayudará a orientarte metodológicamente para llevar al aula de clases actividades innovadoras como el canto y las rondas, las que cambian el aula de clases en un laboratorio de trabajo, alegran el ambiente, trasforman la personalidad y conducta del niño. Al maestro de música, que con la ayuda de las partituras, estos cantos y rondas sean interpretados musicalmente, y ofrezcan mejores perspectivas para su enseñanza-aprendizaje. Se espera que el estudio sea de vuestro agrado y sirva de apoyo en el desempeño pedagógico de los responsables en formar hábitos, valores, desarrollar destrezas, habilidades y actitudes en el niño de la escuela de nuestros tiempos.

¿Cómo nació el villancico Noche de Paz?

El origen de la canción se encuentra en Alemania – La historia de este villancico, considerado como uno de los más populares del mundo, se remonta al siglo XIX, Al año 1818, más concretamente. En aquel momento, el sacerdote de la localidad alemana de Oberndorf, Joseph Mohr, escribió una canción.

  1. Necesitaba música para terminar su obra, por lo que solicitó ayuda a un profesor de la escuela de la localidad, cuyo nombre era el de Franz Gruber,
  2. En la Navidad de ese mismo año, lo que se conoce como ‘ Noche de Paz’ fue interpretada por primera vez.
  3. Fue en la Iglesia de San Nicolás, y el propio Mohr fue la persona que cantó este tema.
You might be interested:  Que Significa Los 4 Dedos En Coaching

Por su parte Gruber tocó la guitarra, aportando de esta manera una serie de sonidos que dieron una gran armonía a la canción que habían creado. ‘ Stille Nacht’ es la denominación original de este concepto. Además, hay que tener en cuenta que la iglesia en la que se interpretó por vez primera fue demolida a principios del siglo XX, después de que se produjera una inundación.

¿Cuándo se cantan los arrullos?

Cantos a lo humano y lo mítico – Los asentamientos afro del Pacífico se encuentran extendidos desde la zona del Chocó hasta el sur de la provincia de Esmeraldas. Comparten una territorialidad entre Ecuador y Colombia que no sólo se limita a la frontera, sino también a una cultura similar evidente en las manifestaciones rituales, festivas y musicales.

Entre estas expresiones aparecen los ‘arrullos’, estos son cantos que se interpretan en las fiestas de los santos, las vírgenes y el Niño Dios, hacia lo humano y lo mítico. Tienen un carácter de adoración y alegría, agrupan a la comunidad en el regocijo de la festividad, arrullando a los santos, ya sea por agradecimiento o por fe.

Estos cantos se transmiten entre las familias de padres a hijos y en el compartir de las comunidades, como lo relata don José Mora, arrullador que habita en Tonchigüe: “Para mí los arrullos es una tradición antigua de nuestros abuelos ancestrales y fui yo el que tuvo la certeza de tener un abuelo, mi abuelo era manaba mulatito pero bien marimbero.

Fue el primer marimbero de Muisne, se llamaba Ismael Mora, de ahí nació mi padre y de ahí nací yo. Vine conociendo desde que ya tengo uso de razón, escuchando el son del arrullo, escuchando la marimba, viendo el baile de la marimba”. (Mora, 2015), Los ‘arrullos’ son cantos que se interpretan en las fiestas de los santos, las vírgenes y el Niño Dios, hacia lo humano y lo mítico.

Tienen un carácter de adoración y alegría, agrupan a la comunzidad en el regocijo de la festividad, arrullando a los santos, ya sea por agradecimiento o por fe. Línver Nazareno, conocido como ‘El decimero de Muisne’, relata la funcionalidad de estos cantos hacia los santos, las vírgenes y el Niño Dios.

  • Ingresan en el imaginario del pueblo y, a partir de ellos, empieza una práctica que evoca la fe y la celebración.
  • Nos da un testimonio desde su propia oralidad, respecto a la implantación del catolicismo en estas prácticas.
  • El arrullo en sí nace hace muchos años, es un canto de adoración, nuestros ancestros le cantaban a sus dioses, a la luna, a la tierra, a la naturaleza y luego viene esta influencia religiosa, la famosa cruzada que hizo el cura Mera, que es una de las que se tiene conocida acá en el litoral Pacífico, que vino botando marimbas y todos los intentos que hizo la Iglesia por evangelizar la provincia de Esmeraldas.

Entonces infunden tanto y hacen que nuestras madres, nuestras personas mayores, inventaran esta parte a lo divino que ahora se habla, que era cantar a un santo, a un favor que se le pida, milagro como se le llama, cantar a Dios, cantar al nacimiento y cantar a vírgenes, desde ahí nacen los arrullos que ahora prácticamente se han quedado establecidos en la mente”.

¿Qué es un arrullo y un ejemplo?

La palabra que ahora nos ocupa, tenemos que subrayar que se trata de un vocablo que emana de una onomatopeya. En concreto, procede de la que se expresa como “rrru rrruuu” y que se utiliza para hacer referencia a los sonidos que realizan las palomas. Arrullo es un concepto que puede utilizarse en diversos contextos y con diferentes sentidos. Un arrollo puede ser el sonido monótono que permite a las palomas y las tórtolas manifestar su estado de celo, Por ejemplo: “El arrullo de las palomas no me dejó dormir en toda la noche”, “Ayer, mientras caminaba por la calle, escuchaba un ruido que no lograba identificar, hasta que me di cuenta que se trataba del arrullo de las palomas”, “¿Escuchas el arrullo? Me parece que esa paloma busca pareja”,

En un sentido similar, se define como arrullo al habla seductora con que una persona intenta enamorar a otra: “La noche fue larga y el galán comenzó con su arrullo desde primera hora”, “El arrullo del muchacho no dio efecto, ya que ella se marchó sola y feliz de la fiesta”, “Termina con el arrullo: ya te he dicho que tengo novio”,

El cantar monótono que se usa para adormecer o tranquilizar a los niños también se conoce como arrullo: “Mi padre comenzó con el arrullo y el pequeño se durmió a los pocos segundos”, “No se qué pasa con Kevin, pero el arrullo no tiene efecto”, “De tanto oír el arrullo, mi marido terminó adormecido en el sillón”,

  • Además de todo lo expuesto, tenemos que subrayar que dentro del mundo de la música existen varias canciones que usan el término arrullo en sus títulos.
  • Un buen ejemplo de ello es la composición “Arrullo de estrellas” de la banda de rock mexicana Zoé.
  • En su quinto álbum, “Prográmaton”, fue donde se incluyó aquella que es un auténtico canto al amor y a todas las sensaciones que se experimentan cuando se está con la persona a la que se quiere.

Un arrullo, por último, puede ser la prenda con que se envuelve a los bebés para sostenerlos en brazos, Se trata de una prenda similar a la mantilla : “Por favor, alcánzame el arrullo marrón que voy a sacar a Leticia de su cuna”, “El arrullo de Nico se manchó con leche”,

  1. De esa prenda diseñada para bebés tendríamos que decir que cuenta con una serie de características que le identifican y diferencian respecto a otros artículos similares.
  2. En concreto, entre sus principales señas se encuentran estas: • El arrullo se encuentra confeccionado con tejidos muy suaves y blandos, para que el pequeño esté cómodo y protegido.

• Este artículo le otorga seguridad y protección, ya que viene a sentirse dentro de él como cuando se encontraba en el vientre materno. • Es habitual que se recurra a envolver al bebé en el arrullo cuando está llorando. Y es que en él hallará la tranquilidad y la relajación que necesita.

¿Qué es arrullo en lenguaje?

Conjunto de versos de arte menor, generalmente cantados, para dormir a un niño pequeño.

¿Qué sonidos calman a un bebé?

¿Porqué el ruido blanco calma a los bebés? – Los bebés en particular se calman con el ruido blanco porque les recuerda los sonidos que escuchaban cuando estaban en el vientre materno, donde los sonidos del exterior llegaban muy distorsionados. Por eso, cuando lo escuchan vuelven a sentirse seguros y relajados automáticamente.

La calidad del descanso y las horas de sueño de un bebé son variables en función de la edad pero, en todos los casos, indispensables para un correcto desarrollo. En este artículo podrás descubrir los beneficios del ruido blanco Más allá del efecto de enmascaramiento, no está del todo claro por qué funciona el ruido blanco.

Pero sí que se sabe que estos sonidos están bien sincronizados con la baja frecuencia de las ondas cerebrales típicas del sueño profundo, y puede que este sea lo que provoque que escuchar este tipo de ruido acabe por hacer que nos durmamos en poco tiempo.

¿Qué sonido calma a los bebés?

El ruido blanco, al contrario de lo que podría parecer y más si pensamos en el sonido de un secador de pelo, puede relajar al bebé cuando está llorando e incluso le puede ayudar a conciliar el sueño.

¿Qué pasa si mi bebé duerme con música?

Beneficios de la música para el descanso del bebé – Que Significa Cancion De Cuna Si todavía tienes dudas acerca de la música para el descanso de los bebés, conocer los beneficios puede terminar de convencerte.

Promueve el desarrollo de habilidades de lenguaje: está demostrado que oír música desde la infancia temprana de manera regular tiene un efecto positivo sobre la memoria y el aprendizaje de los niños. Esto se traduce en mejores habilidades de lenguaje, tanto verbales como escritas. Mejora la calidad del sueño: la música relajante y calmada ayuda a que el descanso del bebé sea óptimo. Se ha observado que los bebés que duermen mejor y están bien descansados tienen un mejor crecimiento y desarrollo en comparación con aquellos bebés con patrones de sueño interrumpidos. Puede mejorar la salud mental del bebé: la salud física y mental van de la mano; así como el bebé requiere una nutrición ideal para mantener un buen estado físico, es igual de importante nutrir su salud mental. Escuchar música relajante para descansar promueve la liberación de hormonas que lo hacen sentir bien, las endorfinas. Ellas favorecen la relajación y por ende, la salud mental del bebé. Ayuda a crear una rutina: usar la música para el descanso del bebé también es útil para que éste cree la asociación de los sonidos con la hora de descanso. Las rutinas son muy útiles para ir creando una estructura en la vida de los niños. De esta manera es más sencillo que duerman de manera consistente a la misma hora y durante el mismo tiempo. Esto garantiza que el descanso sea regular y suficiente. También beneficia a los padres: destinar un momento del día y ponerle música al bebé para que descanse también ofrece a los padres un momento de paz y calma. Asimismo, es un momento para compartir con sus hijos y fortalecer el vínculo. Tiene beneficios cognitivos: ponerle música al bebé para dormir puede ayudar a desarrollar su capacidad para reconocer patrones, lo que lleva a una mejor función cognitiva y mejores habilidades para interactuar y aprender del mundo que los rodea. Puede ser de ayuda para reducir el dolor: se han hecho estudios sobre la influencia de la música en niños que están en hospitales y parece ser que con el uso de la música, la frecuencia cardíaca y los niveles de dolor reportados disminuyen. Ayuda al bebé en ambientes nuevos: si se organiza un viaje familiar, llevar la música con la que el bebé duerme regularmente puede ayudarlo a adaptarse al nuevo ambiente. Los bebés son muy sensibles a los cambios y dormir en un lugar desconocido puede hacer más difícil que concilie el sueño. Con su música de siempre, el niño se sentirá más a gusto y se quedará dormido con mayor facilidad, a pesar de los cambios de ambiente y hasta de zona horaria.

¿Qué es una canción de ronda?

Summary: El canto y las rondas infantiles son juegos didácticos que a través de los años, han fortalecido la formación integral del niño en el nivel primario, creando destrezas y habilidades que le han permitido fortalecer su personalidad y su relación personal y social.Los cantos y las rondas tienen su origen en los pueblos de Europa, y llegaron a América con la conquista y la colonización; hoy día el parnaso escolar guarda como recuerdo imperecedero Muchos de ellos, que fueron cantados, danzados y dramatizados en las escuelas de diversos lugares de américa. Esta investigación recoge parte de ese cúmulo de cantos y rondas, algunas de ellas ya olvidadas por nuestros estudiantes, y que el escucharlas cantar y danzar, traen a la mente recuerdos de la escuela de antaño, costumbres y tradiciones de nuestros pueblos. En el estudio se presentan aspectos metodológicos, musicales y expresivos de algunos cantos y rondas, para que el docente las implemente en el aula con sus alumnos como actividades complementarias, valiosos e importantes en el desarrollo integral del niño de estas edades. Te invitamos a consultar este proyecto, que te ayudará a orientarte metodológicamente para llevar al aula de clases actividades innovadoras como el canto y las rondas, las que cambian el aula de clases en un laboratorio de trabajo, alegran el ambiente, trasforman la personalidad y conducta del niño. Al maestro de música, que con la ayuda de las partituras, estos cantos y rondas sean interpretados musicalmente, y ofrezcan mejores perspectivas para su enseñanza-aprendizaje. Se espera que el estudio sea de vuestro agrado y sirva de apoyo en el desempeño pedagógico de los responsables en formar hábitos, valores, desarrollar destrezas, habilidades y actitudes en el niño de la escuela de nuestros tiempos.

¿Quién fue el autor de la canción de cuna?

De Wikipedia, la enciclopedia libre La Canción de cuna (en alemán, Wiegenlied ) Op,49, n.º 4, es un lied para voz y piano compuesto por Johannes Brahms, Se publicó por primera vez en 1868. Es una de sus canciones más populares.

Adblock
detector