Que Significa Justificacion En La Biblia
Tomas Balasco
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Una definición breve de justificación es ‘la acción de hacer a alguien justo ante Dios.’ La justificación sucede cuando Dios declara que quien ponga su fe en Cristo es justo.2 Corintios 5:21 dice, ‘Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador, para que en él recibiéramos la justicia de Dios.’ Es decir, Jesús se convirtió en nuestro sustituto en la cruz para que nosotros pudiéramos ser hechos ‘justos’ ante Dios.
- Éramos culpables, pero Dios nos ha declarado justos.
- Romanos 3:22-24 enseña que ‘Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen.
- De hecho, no hay distinción, pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, pero por su gracia son justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó.’ Nuestra justificación nos llega sin reservas, por el precio que pagó Jesús en nuestro lugar.
Dios ofrece esta gracia a pecadores y es ‘justo y, a la vez, el que justifica a los que tienen fe en Jesús’ (Versículo 26). Teólogos hablan de tres diferentes tipos de justificación – posicional, progresiva y perfecta. Justificación posicional es la ‘posición legal’ que se nos ha otorgado en Cristo.
- Es de lo que se tratan los versículos anteriores: estamos justificados cuando creemos en Cristo.
- Desde ese momento, Dios nos ve como justos.
- Aunque hemos sido declarados justos, la verdad es que aún pecamos, aún después de ser salvos.
- Aquí es donde entra la justificación progresiva.
- La justificación progresiva (o santificación) es el proceso continuo de ser hecho justo por nuestro Señor.
‘La senda de los justos se asemeja a los primeros albores de la aurora: su esplendor va en aumento hasta que el día alcanza su plenitud’ (Proverbios 4:18). Involucra al creyente convirtiéndose mas como Cristo. No es algo que hacemos nosotros, sino algo que hace Él.
- Nosotros hacemos buenas obras mientras Él nos fortalece (Efesios 2:10; 2 Corintios 9:8).
- La justificación perfecta es el último paso.
- El proceso progresivo alcanza el orden posicional, y el creyente es hecho justo en práctica así como en nombre.
- Esta perfección sin pecado será nuestra cuando ingresemos la eternidad con nuestro Señor.
En aquel momento, nuestra justificación será completa y estaremos con Él por siempre, fuera del pecado. Llevar a pecadores al Cielo pertenece a Dios, y solo es posible por el sacrificio de Cristo. Es ‘un solo acto de justicia (hecho por Cristo que) produjo la justificación que da vida a todos’ (Romanos 5:18).
Contents
- 1 ¿Cuándo somos justificados?
- 2 ¿Cómo se inicia la justificación?
- 3 ¿Qué es la tenemos porque hemos sido justificados por la fe?
- 4 ¿Cuándo somos justificados tenemos paz para con Dios?
- 5 ¿Cómo puede ser un hombre justo delante de Dios?
- 6 ¿Qué significa ser una persona justa en la Biblia?
- 7 ¿Qué es la justificación de un problema?
- 8 ¿Qué es una justificación Social ejemplo?
- 9 ¿Donde dice en la Biblia justificados pues por la fe?
- 10 ¿Cómo puede ser un hombre justo delante de Dios?
¿Qué significa justificación bíblicamente?
¿Qué es ser justificado en la Biblia? – Concilio de Trento – El concilio de Trento afrontó el tema de la justificación en la sesión VI y dio lugar a un decreto aprobado el 13 de enero de 1547, texto que es considerado el más importante del concilio. Las discusiones se prolongaron por siete meses, ya que se trataba del tema más conflictivo en las discusiones con los luteranos.
- El decreto consta de 33 cánones y, novedad, un cuerpo doctrinal de 16 capítulos. Según H.
- Üng este tratamiento del tema elevó la justificación a tratado dentro de la teología sistemática, al igual que lo hacen los protestantes.
- Inicia recordando la situación en la que se encontraban los hombres tras el pecado y subrayando el hecho de que, aunque la naturaleza había sido dañada, se mantenía el libre albedrío.
Luego considera la redención obrada por Jesucristo y recuerda que no todos los hombres sin distinción se salvan o han sido justificados, sino solo aquellos que renacen en Él por el bautismo o por el deseo de este. Sin embargo, recuerda que es necesaria tanto la acción divina de la gracia –que realiza la justificación del pecado original y de los pecados personales– como la libertad y las obras que disponen al alma a recibir la justificación.
- La justificación implica ese aspecto del perdón de los pecados pero también la elevación, santificación y renovación del hombre.
- Sobre las causas de la justificación afirma que la gloria de Dios y de Jesucristo, así como la vida eterna, son su causa final, La causa eficiente es Dios mismo.
- La causa meritoria es Jesucristo.
La causa instrumental es el bautismo. La causa formal es la santidad divina. A continuación el decreto confirma –citando textos de la Biblia– que no basta la fe sola para la justificación, ya que se trata de actuar las tres virtudes teologales y vivir los mandamientos.
¿Que se entiende por justificación?
Justificación puede referirse a: La acción de justificar que convierte o transforma lo que era injusto o no conforme a las normas, en justo o verdadero, conforme a un criterio de justicia, de normas o de verdad : como ley, norma social objetiva. como virtud moral subjetiva.
¿Cuándo somos justificados?
“Por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida” (Romanos 5:18). Justificación es un estado legal delante de Dios, en el cual somos absueltos de toda culpa y vergüenza. Una persona es justificada por medio de su fe en Jesucristo, cuya sangre derramada “y la sangre de Jesucristo su hijo nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7).
Ser justificados nos conducirá a la vida eterna. La Biblia menciona que gracia, fe y la sangre de Cristo son las que justifican a la persona. La justificación no es algo que podamos ganar. No podemos ser justificados de pecados pasados por las obras de la ley (Romanos 3:20), aunque una vez somos justificados debemos esforzarnos por no merecer la pena de muerte otra vez.
Justificación es un proceso que dura toda la vida. Nuestra fe en Cristo se perfecciona continuamente por buenas obras (Santiago 2:22). Cuando pecamos debemos confesar nuestros pecados a Dios y Él es fiel en perdonar (1 Juan 1:19). Por lo tanto, “¿quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica” (Romanos 8:33).
¿Cómo somos justificados por Dios?
(39-7) Romanos 3:1-31. El hombre debe ser justificado mediante la gracia – Siendo, como dice Pablo, que todos los hombres pecan, entonces ningún hombre puede ser justificado (o restaurado a la relación adecuada con Dios) solamente mediante las obras. Debe existir algún poder que intervenga para establecer un puente sobre la sima.
- Jesucristo lo proporcionó; El vivió la ley perfectamente, no tuvo pecado y, por lo tanto, nunca fue un extraño para con Dios.
- Además, se sacrificó a sí mismo a fin de poder pagar la deuda del pecado con su propia santidad, en bien de todos los hombres que vinieran a El.
- Su gracia viene a ser la fuente de la justificación de ellos para con Dios.
El presidente Joseph Fielding Smith indicó claramente el papel de la gracia y de las obras en nuestra salvación. “Hay una diferencia entre el Señor Jesucristo y el resto de los hombres. Nosotros no tenemos vida en nosotros mismos, pues no nos ha sido otorgado el poder de poner nuestra vida y volverla a tomar.
Eso está más allá de nuestro poder, de manera que, estando sujetos a la muerte y siendo pecadores —pues somos todos transgresores de la ley hasta cierto punto, no importa cuán buenos hayamos tratado de ser— somos incapaces de recibir redención de nuestros pecados mediante cualquier acto personal, “Esta es la gracia que Pablo estaba enseñando.
Por lo tanto, es mediante la gracia de Jesucristo que somos salvos, Y si El no hubiera venido al mundo, y dado su vida para volverla a tomar, o como El dijo en otro lugar, a darnos la vida para que nosotros podamos tenerla más abundantemente, todavía estaríamos sujetos a la muerte y en nuestros pecados “De manera que es fácil entender porqué debemos aceptar la misión de Jesucristo.
Debemos creer que es mediante su gracia que somos salvos, que El efectuó por nosotros aquella obra que nosotros éramos incapaces de realizar por nosotros mismos, e hizo por nosotros lo que era esencial para nuestra salvación, lo cual estaba más allá de nuestro poder; y también que estamos bajo el mandamiento y la necesidad de efectuar las obras que nos son requeridas tal como están expresadas en los mandamientos conocidos como el evangelio de Jesucristo ” (Smith, Doctrines of Salvation, 2:309-11).
Pregunta: Si una persona está haciendo todo lo posible para vencer al mundo, ¿alcanzan sus obras para que “gane” la compañía del Espíritu, o meramente merece esa compañía? Respuesta: Mosíah 2:20, 21. Pregunta: ¿Valen, entonces, las bendiciones de Dios mucho más que lo que el hombre puede alcanzar mediante sus obras buenas? ¿Significa eso que yo soy justificado mediante la gracia después de hacer todo lo que me es posible? Respuesta: Sí Lea 2 Nefi 25:23; Moroni 10:32, 33.
¿Qué otra palabra es equivalente a justificación?
1 excusa, explicación, pretexto, disculpa.
¿Cómo se inicia la justificación?
¿Cómo hacer la justificación de un trabajo de investigación? – Aquí te explicaremos cómo empezar y terminar la justificación del trabajo en unos pocos pasos. Empieza tu justificación con un resumen del tema, sin llegar a desarrollarlo nuevamente. Es decir, debe tratarse de una breve reseña.
Aquí, deberás exponer la importancia de llevar adelante el proyecto de investigación. Nuevamente, retomaremos la pregunta que planteamos al principio: ¿para qué lo harás? Una vez hecho esto, será momento de desplegar los argumentos que sostienen tu postura, en este punto es donde realmente empieza la justificación.
Para esto, puedes optar por una extensa gama de recursos, desde estadísticas hasta argumentos que sostengan tu fundamentación. Mientras más argumentos puedas esgrimir, más sólida será tu justificación. Asimismo, será conveniente determinar qué recursos necesitarás para llevar adelante tu proyecto.
¿Qué es una persona justificada?
Del part. de justificar.1. adj. Conforme a justicia y razón.
¿Qué es la tenemos porque hemos sido justificados por la fe?
Romanos 5:1-6 NVI – En consecuencia, ya que hemos sido justificados mediante la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. También por medio de él, y mediante la fe, tenemos acceso a esta gracia en la cual nos mantenemos firmes. Así que nos regocijamos en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios.
- Y no solo en esto, sino también en nuestros sufrimientos, porque sabemos que el sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza.
- Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado.
A la verdad, como éramos incapaces de salvarnos, en el tiempo señalado Cristo murió por los impíos.
¿Cuándo somos justificados tenemos paz para con Dios?
Romanos 5
- 1, pues, por la, tenemos para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo,
- 2 por medio de quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
- 3 Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las, sabiendo que la tribulación produce ;
- 4 y la paciencia, ; y la prueba, esperanza;
- 5 y la no avergüenza, porque el de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
- 6 Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.
- 7 Difícilmente alguien muere por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno.
- 8 Mas Dios demuestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún, Cristo murió por nosotros.
- 9 Mucho más ahora, habiendo sido justificados por su, por medio de él seremos salvos de la ira.
- 10 Porque si siendo enemigos, fuimos con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando ya reconciliados, seremos por su vida.
- 11 Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por medio del Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la,
- 12 Por consiguiente, como el entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la pasó a todos los hombres, por cuanto todos,
- 13 Porque aun antes de la ley había pecado en el mundo; pero el pecado no se tiene en cuenta cuando no hay,
- 14 No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es del que había de venir.
15 Pero el don no es como la transgresión. Porque si por la transgresión de uno murieron los muchos, más abundó la gracia y el don de Dios para los muchos, por la gracia de un hombre, Jesucristo.
- 16 Ni tampoco el don es como el pecado de aquel; porque a la verdad el juicio vino por un solo pecado para condenación, mas la gracia vino por muchas transgresiones para justificación.
- 17 Porque si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por medio de uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la y del don de la justicia.
- 18 Así que, como por la transgresión de uno solo vino la condenación a todos los hombres, así también por la justicia de uno solo vino la gracia a todos los hombres para justificación de vida.
- 19 Porque así como la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la de uno, los muchos serán constituidos justos.
- 20 Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia,
- 21 para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la para por medio de Jesucristo, nuestro Señor.
¿Cómo puede ser un hombre justo delante de Dios?
Haz justicia, ama la misericordia y humíllate para andar con Dios Como seguidores de Jesucristo y como Santos de los Últimos Días, nos esforzamos, y se nos aconseja esforzarnos, por actuar mejor y ser mejores. Tal vez se hayan preguntado, como lo he hecho yo, “¿Estoy haciendo lo suficiente?” ¿Qué más debería estar haciendo? o, “¿Cómo puedo yo, siendo una persona con defectos, ser merecedor de ‘mor con Dios en un estado de interminable felicidad’?”.
El profeta Miqueas, del Antiguo Testamento, formuló la pregunta de esta manera: “¿Con qué me presentaré ante Jehová y adoraré al Dios Altísimo?”. Miqueas se preguntaba satíricamente si acaso las ofrendas exorbitantes podrían bastar para compensar el pecado, diciendo: “¿Se agradará Jehová de millares de carneros o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por el pecado de mi alma?”.
La respuesta es no. Las buenas obras no son suficientes. La salvación no se gana. Ni siquiera los vastos sacrificios que Miqueas sabía que eran imposibles pueden redimir el menor de los pecados. Si dependiéramos solamente de nuestros medios, la perspectiva de volver a vivir en la presencia de Dios carecería de esperanza.
Sin las bendiciones que provienen del Padre Celestial y de Jesucristo, nunca podremos hacer lo suficiente ni ser suficientemente aptos por nuestra propia cuenta. Sin embargo, la buena noticia es que a causa de Jesucristo y a través de Él podemos llegar a ser suficientemente aptos. Todas las personas serán salvas de la muerte física por la gracia de Dios, por medio de la muerte y la resurrección de Jesucristo.
Si volvemos nuestros corazones a Dios, la salvación de la muerte espiritual está al alcance de todos mediante “la expiación de y la obediencia a las leyes y ordenanzas del Evangelio”. Podemos ser redimidos del pecado para comparecer limpios y puros ante Dios.
Tal como explicó Miqueas: “Oh hombre, te ha declarado lo que es bueno y lo que pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar la misericordia y humillarte para andar con tu Dios”. La instrucción de Miqueas sobre cómo volver el corazón a Dios y cómo ser merecedores de la salvación contiene tres elementos relacionados entre sí.
Hacer justicia significa actuar de manera honorable con Dios y con otras personas. Actuamos honorablemente con Dios al humillarnos para andar con Él. Actuamos honorablemente con los demás al amar la misericordia. Hacer justicia es, por lo tanto, la aplicación práctica de los dos grandes mandamientos: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con toda tu mente” y “marás a tu prójimo como a ti mismo”.
- Hacer justicia y humillarnos para andar con Dios es retraer deliberadamente nuestra mano de la maldad, andar en Sus estatutos y permanecer verdaderamente fieles.
- La persona justa se aparta del pecado y se vuelve hacia Dios, hace convenios con Él, y guarda esos convenios.
- La persona justa elige cumplir los mandamientos de Dios, se arrepiente cuando falla, y sigue intentándolo.
Cuando el Cristo resucitado visitó a los nefitas, les explicó que la ley de Moisés había sido reemplazada por una ley mayor. Les indicó que no “ofrec sacrificios y holocaustos”, sino que ofrecieran “un corazón quebrantado y un espíritu contrito”. Él prometió, además: “Y al que venga a mí con un corazón quebrantado y un espíritu contrito, lo bautizaré con fuego y con el Espíritu Santo”.
Cuando recibimos y utilizamos el don del Espíritu Santo después del bautismo, podemos disfrutar de la compañía constante del Espíritu Santo y se nos enseñan todas las cosas que debemos hacer, incluyendo cómo humillarnos para andar con Dios. El sacrificio de Jesucristo por el pecado y la salvación de la muerte espiritual están al alcance de todos los que tengan tal corazón quebrantado y espíritu contrito.
El corazón quebrantado y el espíritu contrito nos inspiran a arrepentirnos con gozo, y a intentar ser más como nuestro Padre Celestial y Jesucristo. Al hacerlo, recibimos el poder purificador, sanador y fortalecedor del Salvador. No solo hacemos justicia y nos humillamos para andar con Dios, también aprendemos a amar la misericordia del modo en que lo hacen el Padre Celestial y Jesucristo.
Dios se deleita en la misericordia y no niega su uso. En palabras de Miqueas a Jehová: “¿Qué Dios hay como tú, que perdona la iniquidad?”, y que “volverá a tener misericordia de nosotros y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados”. Amar la misericordia tal como Dios la ama va inseparablemente conectada al hecho de tratar con justicia a los demás y no maltratarlos.
La importancia de no maltratar a los demás se recalca en una anécdota sobre Hillel el sabio, un erudito judío que vivió en el siglo I antes de Cristo. Uno de los alumnos de Hillel estaba exasperado por la complejidad de la Torá: los cinco libros de Moisés con sus 613 mandamientos y los escritos rabínicos relacionados con ellos.
El alumno desafió a Hillel a explicar la Torá solo durante el lapso de tiempo en que pudiera permanecer parado en un pie. Puede que Hillel no hubiera tenido mucho equilibrio, pero aceptó el desafío. Citó Levítico, diciendo: “No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
Enseguida, Hillel concluyó: “Lo que es odioso para ti, no lo hagas al prójimo. Esa es la Torá completa; el resto es la explicación. Ve y aprende”. Tratar siempre a los demás de manera honorable es parte de amar la misericordia. Consideren una conversación que escuché hace décadas en el servicio de urgencias del Hospital Johns Hopkins, en Baltimore, Maryland, en los Estados Unidos.
- Un paciente, el señor Jackson, era un hombre cortés y agradable, bien conocido por el personal del hospital.
- Anteriormente había sido hospitalizado varias veces para el tratamiento de enfermedades relacionadas con el alcohol.
- En esa ocasión, el señor Jackson había regresado al hospital con síntomas de lo que se diagnosticaría como una inflamación del páncreas a causa del consumo de alcohol.
Casi al final de su turno, el Dr. Cohen, un médico muy trabajador y admirado, examinó al señor Jackson y determinó que la hospitalización estaba justificada. El Dr. Cohen asignó a la Dra. Jones, la siguiente médica de turno, que hospitalizara al señor Jackson y supervisara su tratamiento.
- La Dra. Jones había asistido a una facultad de medicina de prestigio y acababa de comenzar sus estudios posgrado.
- Esta capacitación extenuante a menudo estaba asociada con la privación del sueño, lo que probablemente contribuyó a la respuesta negativa de la Dra. Jones.
- Ante su quinta hospitalización de la noche, la Dra.
Jones se quejó en voz alta al Dr. Cohen. Le parecía injusto que tuviera que pasar tantas horas atendiendo al señor Jackson, ya que, después de todo, el problema se lo había provocado él mismo. La respuesta rotunda del Dr. Cohen se pronunció casi en un susurro.
Le dijo: “Dra. Jones, usted se hizo médica para cuidar de las personas y trabajar para curarlas. No se hizo médica para juzgarlas. Si no entiende la diferencia, no tiene derecho a formarse en esta institución”. Después de esa corrección, la Dra. Jones cuidó diligentemente del señor Jackson durante la hospitalización.
El señor Jackson ha fallecido desde entonces, y tanto la Dra. Jones como el Dr. Cohen han tenido una carrera sobresaliente; pero en un momento crítico de su formación, la Dra. Jones necesitó que se le recordara que hiciera justicia, que amara la misericordia y que cuidara del señor Jackson sin juzgarlo.
- A lo largo de los años, aquel recordatorio me ha sido de beneficio.
- Amar la misericordia significa que no solo amamos la misericordia que Dios nos extiende a nosotros, sino que nos deleitamos en que Dios extienda esa misma misericordia a los demás.
- Y seguimos Su ejemplo.
- Odos son iguales ante Dios” y todos necesitamos tratamiento espiritual para que se nos ayude y sane.
El Señor ha dicho: “No estimaréis a una carne más que a otra, ni un hombre se considerará mejor que otro”. Jesucristo ejemplificó lo que significa hacer justicia y amar la misericordia. Se relacionó abiertamente con los pecadores, tratándolos de manera honorable y con respeto; enseñó el gozo de guardar los mandamientos de Dios y procuró elevar en vez de condenar a quienes tenían dificultades.
- Acusó a los que lo culpaban por ministrar a personas que aquellos consideraban indignas.
- Tal arrogancia lo ofendió y todavía lo hace.
- Para ser semejante a Cristo, la persona actúa de manera justa, comportándose de manera honorable tanto con Dios como con otras personas.
- La persona justa es cortés en palabra y en hecho, y reconoce que las diferencias de opinión o creencia no impiden la bondad ni la amistad genuinas.
Las personas que actúan de manera justa “no tendr deseos de injuriar el uno al otro, sino de vivir pacíficamente” unos con otros. Para ser semejante a Cristo, la persona ama la misericordia. Las personas que aman la misericordia no son prejuiciosas; muestran compasión por los demás, especialmente por los menos afortunados; son gentiles, amables y honorables.
- Esas personas tratan a todos con amor y comprensión, sin importar características como la raza, el sexo, la afiliación religiosa, la orientación sexual, el nivel socioeconómico, ni las diferencias tribales, de clan o nacionales.
- A estas las reemplaza el amor cristiano.
- Para ser semejante a Cristo, la persona elige a Dios, se humilla para andar con Él, procura complacerlo, y guarda los convenios que hace con Él.
Las personas que se humillan para andar con Dios recuerdan lo que el Padre Celestial y Jesucristo han hecho por ellas. ¿Estoy haciendo lo suficiente? ¿Qué más debería estar haciendo? Las acciones que emprendamos en respuesta a esas preguntas son fundamentales para nuestra felicidad en esta vida y en las eternidades.
El Salvador no quiere que demos por sentada la salvación. Incluso después de hacer convenios sagrados, existe la posibilidad de que “caiga de la gracia y aleje del Dios viviente”, así que debemos “cuid y or siempre”, para evitar “ca en tentación”. Pero, al mismo tiempo, nuestro Padre Celestial y Jesucristo no quieren que nos paralicemos por una continua incertidumbre durante nuestra travesía terrenal, preguntándonos si hemos hecho lo suficiente para ser salvos y exaltados.
Ciertamente, no quieren que nos atormenten los errores de los que nos hemos arrepentido, viéndolos como heridas que nunca sanan, ni que seamos excesivamente aprensivos de que podamos volver a tropezar. Podemos evaluar nuestro propio progreso. Podemos saber “que el curso que en la vida está de acuerdo con la voluntad de Dios” cuando hacemos justicia, amamos la misericordia y nos humillamos para andar con Dios.
Incorporamos los atributos del Padre Celestial y de Jesucristo a nuestro carácter, y nos amamos los unos a los otros. Cuando hagan estas cosas, seguirán la senda de los convenios y serán merecedores de “mor con Dios en un estado de interminable felicidad”. Sus almas serán infundidas con la gloria de Dios y con la luz de la vida sempiterna.
Serán llenos de un gozo indescriptible. Testifico que Dios vive y que Jesús es el Cristo, nuestro Salvador y Redentor, y que Él extiende con amor y gozo Su misericordia a todas las personas. ¿No es maravilloso? En el nombre de Jesucristo. Amén. : Haz justicia, ama la misericordia y humíllate para andar con Dios
¿Qué significa ser justificados por Cristo?
Que Es Justificacion Segun La Biblia? ¿Qué es la justificación según la Biblia? Una definición breve de justificación es “la acción de hacer a alguien justo ante Dios.” La justificación sucede cuando Dios declara que quien ponga su fe en Cristo es justo.
¿Cómo fuimos justificados según Tito 3 7?
Tito 3:7 para que justificados por su gracia fuésemos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna. para que justificados por su gracia fuésemos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna. para que justificados por Su gracia fuéramos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna.
¿Qué significa ser una persona justa en la Biblia?
Que Es Un Justo En La Biblia? La palabra justo según la biblia se define como aquella persona que practica la justicia de Dios, esto conlleva otros puntos relacionados con la Justicia.
¿Qué es la justificación de un problema?
Planteamiento del Problema : Justificación y Viabilidad
Facultad: Facultad de Ciencias Filosófico y Teológicas Maestría: Maestría en Prevención del abuso sexual Materia: Metodología de la Investigación Planteamiento del Problema : Justificación y Viabilidad
La justificación indica el porqué de la investigación, exponiendo sus razones. Por medio de la justificación debemos demostrar que el estudio es necesario e importante. La viabilidad o factibilidad del estudio nos plantea tomar en cuenta la disponibilidad de tiempo, recursos financieros, humanos y materiales que determinarán, en última instancia, los alcances de la investigación.
¿Cómo hacer un escrito para justificar una falta?
Modelo para justificar inasistencia al trabajo: – Lugar, fecha Nombre de la empresa Dirección de la empresa
- Teléfono de la empresa
- Especificar área al que se entrega:
- Ejemplo de texto:
En esta oportunidad me comunico con (área al que se envía) de (nombre de empresa) a fin de justifica mi inasistencia el día (fecha). Mi nombre es (nombre), con DNI (.), código de trabajador (N° código), empleado del (especificar área donde labora). La razón de mi ausencia se debe a (especificar si es de salud u otra razón).
¿Qué es una justificación Social ejemplo?
Desde la perspectiva de Ñaupas (2014) la justificación social implica, ‘cuando la investigación va a resolver problemas sociales que afectan a un grupo social; de modo que, aquí el autor pone un ejemplo como el empoderamiento de las mujeres campesinas o la aplicación del método psicosocial en la alfabetización de
¿Qué es la justificación según la Biblia Reina Valera 1960?
Justificación. Diccionario Bíblico – Biblia Reina Valera RVR1960 –
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Acto por el cual el Dios tres veces santo declara que el pecador que cree viene a ser justo y aceptable ante Él, por cuanto Cristo ha llevado su pecado en la cruz, habiendo sido «hecho justicia» en su favor ( 1 Co.1:30 ).1 Corintios 1:30 30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; La justificación es gratuita, esto es, totalmente inmerecida ( Ro.3:24 ); sin embargo, se efectúa sobre una base de total justicia, por cuanto Dios no simplemente pasa el borrador sobre nuestros pecados con menosprecio de su santa Ley.
Romanos 3:24 24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, Las demandas de su santidad han quedado plenamente satisfechas en Jesucristo que, no habiéndola jamás quebrantado, sino siendo Él mismo totalmente santo y justo, llevó en nuestro lugar toda la ira por la Ley quebrantada y por toda la iniquidad del hombre.
En el tiempo de «su paciencia» (el AT), Dios podía parecer injusto al no castigar a hombres como David, p. ej.; ahora, al haber mantenido en la cruz su justicia y amor, puede justificar libremente al impío ( Ro.3:25-26; 4:5 ).
- Romanos 3:25-26
- 25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
- 26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.
- Romanos 4:5
- 5 mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.
Jesús nos justifica por su sangre ( Ro.5:9 ) y por su pura gracia ( Tit.3:7 ).
- Romanos 5:9
- 9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
- Tito 3:7
- 7 para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.
Así, la justificación se recibe por la fe, y nunca en base a las obras ( Ro.3:26-30; 4:5; 5:1; 11:6; Gá.2:16; Ef.2:8-10 ). Romanos 3:26-30 26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.27 ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida.
- 30 Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión.
- Romanos 4:5
- 5 mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.
- Romanos 5:1
- 1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
- Romanos 11:6
6 Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra.
- Gálatas 2:16
- 16 sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.
- Efesios 2:8-10
- 8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
- 9 no por obras, para que nadie se gloríe.
- 10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Se trata de un acto soberano de Aquel que, en Cristo, nos ha llamado, justificado y glorificado: «¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica» ( Ro.8:30-34 ). Romanos 8:30-34 30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? 32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
- Gálatas 3:10-14
- 10 Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas.
- 11 Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá;
- 12 y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas.
- 13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero),
- 14 para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.
- Zacarías 3:1-5
- Visión del sumo sacerdote Josué
- 1 Me mostró al sumo sacerdote Josué, el cual estaba delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle.
2 Y dijo Jehová a Satanás: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová que ha escogido a Jerusalén te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio? 3 Y Josué estaba vestido de vestiduras viles, y estaba delante del ángel.4 Y habló el ángel, y mandó a los que estaban delante de él, diciendo: Quitadle esas vestiduras viles.
- Apocalipsis 12:10-11
- 10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.
- 11 Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.
- 1 Juan 3:20
- 20 pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas.
- Isaías 1:18
- 18 Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
Para él ya no hay condenación ( Ro.8:1 ), por cuanto Dios lo ve en Cristo, revestido de la justicia perfecta de su divino hijo ( 2 Co.5:21 ).2 Corintios 5:21 21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
El punto más controvertido en el curso de los siglos con respecto a esta maravillosa doctrina es el siguiente: ¿Es la fe realmente la única condición de la justificación, o no son necesarias las buenas obras junto con la fe para llegar a ella? Se encuentran acerca de este tema las opiniones más extremas.
Ya entre los primeros cristianos los había que pensaban que se podían contentar con una adhesión sólo intelectual a la doctrina evangélica, sin consecuencias prácticas en cuanto a su vida moral y servicio. Pablo tuvo que refutar constantemente este grave error ( Ro.16:1 ).
- Gálatas 5:16-25
- Las obras de la carne y el fruto del Espíritu
- 16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
- 17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
- 18 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.
- 19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
- 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
- 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
- 22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
- 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
- 24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
- 25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.
- Tito 2:14
- 14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
- Tito 3:1, 5, 8, 14
- 1 Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra.
- 5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
8 Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres.14 Y aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto.
- Romanos 2:17-26
- Los judíos y la ley
- 17 He aquí, tú tienes el sobrenombre de judío, y te apoyas en la ley, y te glorías en Dios,
- 18 y conoces su voluntad, e instruido por la ley apruebas lo mejor,
- 19 y confías en que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas,
- 20 instructor de los indoctos, maestro de niños, que tienes en la ley la forma de la ciencia y de la verdad.
21 Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar, ¿hurtas? 22 Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio?
- 23 Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios?
- 24 Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros.
- 25 Pues en verdad la circuncisión aprovecha, si guardas la ley; pero si eres transgresor de la ley, tu circuncisión viene a ser incircuncisión.
- 26 Si, pues, el incircunciso guardare las ordenanzas de la ley, ¿no será tenida su incircuncisión como circuncisión?
Se puede resumir de la siguiente manera la argumentación de los dos autores inspirados: el pecador es justificado gratuitamente por la sola fe, antes de haber podido llevar a cabo obra alguna de ningún tipo (Pablo); desde el momento en que recibe la gracia de Dios, su fe produce obras que constituyen la demostración de la realidad de su justificación (Santiago).
- Si su fe permaneciera sin obras, ello demostraría que la pretensión de tener tal fe era vacía: «si alguno dice que tiene fe.» ( Stg.2:14 ).
- Santiago 2:14 14 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Un árbol silvestre tiene que ser injertado a fin de que produzca buenos frutos; el creyente recibe una nueva naturaleza precisamente con el objeto de que pueda dar buenos frutos, y no porque poco a poco haya ido produciendo frutos satisfactorios.
Pero si no produce buenos frutos, es que no hay naturaleza capaz de producirlos. No hay fe, se trata de una fe muerta. Es muy común el error de confundir la justificación con la santificación. Se aduce que no es posible aceptar que uno está justificado cuando siguen patentes las imperfecciones e incluso caídas en la vida espiritual.
- El hecho es que la justificación nos es dada desde el mismo momento en que creemos, desde el mismo momento de nuestro nuevo nacimiento.
- Dios, en su gracia y por causa de la cruz, borra nuestros pecados y nos regenera.
- Desde aquel momento empieza el crecimiento del recién nacido en Cristo.
- Cada día se darán progresos a conseguir, victorias a ganar; el cristiano se halla en la escuela de Dios, donde día a día será corregido por las faltas cometidas, a fin de llegar a ser partícipe de la santidad de Dios gracias a la plenitud y poder del Espíritu Santo ( 1 Jn.1:6-2:2 ).
(Véase SANTIFICACIÓN.)
- 1 Juan 1:6-2:2
- 6 Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad;
- 7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
- 8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.
- 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
- 10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.
En el curso de la Edad Media, en las iglesias Romana y Ortodoxa Griega, la doctrina de la justificación por la fe quedó oscurecida por una falsa concepción del papel de las buenas obras. La cruz de Cristo no era ya considerada como suficiente para satisfacer toda nuestra deuda: el hombre debía al menos satisfacer una parte por sus obras meritorias, sus peregrinaciones, por los ritos de la iglesia, y sus propios sufrimientos en el purgatorio. Fue al volver a descubrir las luminosas enseñanzas de Pablo, particularmente en las epístolas a los Romanos y a los Gálatas, que los Reformadores devolvieron a los creyentes la certidumbre de la salvación (véase SALVACIÓN) y les señalaron la libertad gloriosa de los hijos de Dios. (Véanse también GÁLATAS y SANTIAGO,). Bibliografía: Brockhaus, R.: «Romanos» (Ed. «Las Buenas Nuevas», Montebello, California, 1970); Calvino, J.: «Epístola a los Romanos» (SLC, Grand Rapids, Michigan, 1977); Ironside, Dr.H.A.: «Exposición de Romanos» (Editorial Buenas Nuevas, St. Louis, Miss., 1979); Lutero, M.: «Commentary on Romans» (Kregel Pub., Grand Rapids, Mi.; reimpresión 1982) y Lutero, M.: «Commentary on Galatians» (Kregel Pub., Grand Rapids, Mi.; reimpresión 1978); Moule, H.C.G.: «Studies in Romans» (Kregel Pub., Gran Rapids, Mi.1892; reimpr.1977); Rossier, H.: «Reflexiones sobre la Epístola a los Gálatas» (Ed. «Las Buenas Nuevas», Montebello, California, s/f); Stanley, C.: «Vida a través de la muerte» (Alturas, Barcelona, 1974); Tenney, M.C.: «Gálatas, la carta de la libertad cristiana» (Clíe, Terrassa, 1973); Trenchard, E.: «Una exposición de la Epístola a los Romanos» (Literatura Bíblica, Madrid, 1976); Vos, H.F.: «Gálatas: una llamada a la libertad cristiana» (Pub. Portavoz Evangélico, Barcelona, 1981). Unos buenos estudios sistemáticos se hallan en Chafer, L.S.: «Teología Sistemática», sección correspondiente a «Soteriología» (Publicaciones Españolas, Dalton, Ga.1974) y Lacueva, F.: «Doctrinas de la Gracia» (Clíe, Terrassa, 1975). VÉASE:
-
Acto por el cual el Dios tres veces santo declara que el pecador que cree viene a ser justo y aceptable ante Él, por cuanto Cristo ha llevado su pecado en la cruz, habiendo sido «hecho justicia» en su favor ( 1 Co.1:30 ).1 Corintios 1:30 30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; La justificación es gratuita, esto es, totalmente inmerecida ( Ro.3:24 ); sin embargo, se efectúa sobre una base de total justicia, por cuanto Dios no simplemente pasa el borrador sobre nuestros pecados con menosprecio de su santa Ley.
Romanos 3:24 24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, Las demandas de su santidad han quedado plenamente satisfechas en Jesucristo que, no habiéndola jamás quebrantado, sino siendo Él mismo totalmente santo y justo, llevó en nuestro lugar toda la ira por la Ley quebrantada y por toda la iniquidad del hombre.
En el tiempo de «su paciencia» (el AT), Dios podía parecer injusto al no castigar a hombres como David, p. ej.; ahora, al haber mantenido en la cruz su justicia y amor, puede justificar libremente al impío ( Ro.3:25-26; 4:5 ).
- Romanos 3:25-26
- 25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
- 26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.
- Romanos 4:5
- 5 mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.
Jesús nos justifica por su sangre ( Ro.5:9 ) y por su pura gracia ( Tit.3:7 ).
- Romanos 5:9
- 9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
- Tito 3:7
- 7 para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.
Así, la justificación se recibe por la fe, y nunca en base a las obras ( Ro.3:26-30; 4:5; 5:1; 11:6; Gá.2:16; Ef.2:8-10 ). Romanos 3:26-30 26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.27 ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida.
- 30 Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión.
- Romanos 4:5
- 5 mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.
- Romanos 5:1
- 1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
- Romanos 11:6
6 Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra.
- Gálatas 2:16
- 16 sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.
- Efesios 2:8-10
- 8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
- 9 no por obras, para que nadie se gloríe.
- 10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Se trata de un acto soberano de Aquel que, en Cristo, nos ha llamado, justificado y glorificado: «¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica» ( Ro.8:30-34 ). Romanos 8:30-34 30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? 32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
- Gálatas 3:10-14
- 10 Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas.
- 11 Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá;
- 12 y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas.
- 13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero),
- 14 para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.
- Zacarías 3:1-5
- Visión del sumo sacerdote Josué
- 1 Me mostró al sumo sacerdote Josué, el cual estaba delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle.
2 Y dijo Jehová a Satanás: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová que ha escogido a Jerusalén te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio? 3 Y Josué estaba vestido de vestiduras viles, y estaba delante del ángel.4 Y habló el ángel, y mandó a los que estaban delante de él, diciendo: Quitadle esas vestiduras viles.
- Apocalipsis 12:10-11
- 10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.
- 11 Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.
- 1 Juan 3:20
- 20 pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas.
- Isaías 1:18
- 18 Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
Para él ya no hay condenación ( Ro.8:1 ), por cuanto Dios lo ve en Cristo, revestido de la justicia perfecta de su divino hijo ( 2 Co.5:21 ).2 Corintios 5:21 21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
El punto más controvertido en el curso de los siglos con respecto a esta maravillosa doctrina es el siguiente: ¿Es la fe realmente la única condición de la justificación, o no son necesarias las buenas obras junto con la fe para llegar a ella? Se encuentran acerca de este tema las opiniones más extremas.
Ya entre los primeros cristianos los había que pensaban que se podían contentar con una adhesión sólo intelectual a la doctrina evangélica, sin consecuencias prácticas en cuanto a su vida moral y servicio. Pablo tuvo que refutar constantemente este grave error ( Ro.16:1 ).
- Gálatas 5:16-25
- Las obras de la carne y el fruto del Espíritu
- 16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
- 17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
- 18 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.
- 19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
- 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
- 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
- 22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
- 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
- 24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
- 25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.
- Tito 2:14
- 14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
- Tito 3:1, 5, 8, 14
- 1 Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra.
- 5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
8 Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres.14 Y aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto.
- Romanos 2:17-26
- Los judíos y la ley
- 17 He aquí, tú tienes el sobrenombre de judío, y te apoyas en la ley, y te glorías en Dios,
- 18 y conoces su voluntad, e instruido por la ley apruebas lo mejor,
- 19 y confías en que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas,
- 20 instructor de los indoctos, maestro de niños, que tienes en la ley la forma de la ciencia y de la verdad.
21 Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar, ¿hurtas? 22 Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio?
- 23 Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios?
- 24 Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros.
- 25 Pues en verdad la circuncisión aprovecha, si guardas la ley; pero si eres transgresor de la ley, tu circuncisión viene a ser incircuncisión.
- 26 Si, pues, el incircunciso guardare las ordenanzas de la ley, ¿no será tenida su incircuncisión como circuncisión?
Se puede resumir de la siguiente manera la argumentación de los dos autores inspirados: el pecador es justificado gratuitamente por la sola fe, antes de haber podido llevar a cabo obra alguna de ningún tipo (Pablo); desde el momento en que recibe la gracia de Dios, su fe produce obras que constituyen la demostración de la realidad de su justificación (Santiago).
- Si su fe permaneciera sin obras, ello demostraría que la pretensión de tener tal fe era vacía: «si alguno dice que tiene fe.» ( Stg.2:14 ).
- Santiago 2:14 14 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Un árbol silvestre tiene que ser injertado a fin de que produzca buenos frutos; el creyente recibe una nueva naturaleza precisamente con el objeto de que pueda dar buenos frutos, y no porque poco a poco haya ido produciendo frutos satisfactorios.
Pero si no produce buenos frutos, es que no hay naturaleza capaz de producirlos. No hay fe, se trata de una fe muerta. Es muy común el error de confundir la justificación con la santificación. Se aduce que no es posible aceptar que uno está justificado cuando siguen patentes las imperfecciones e incluso caídas en la vida espiritual.
- El hecho es que la justificación nos es dada desde el mismo momento en que creemos, desde el mismo momento de nuestro nuevo nacimiento.
- Dios, en su gracia y por causa de la cruz, borra nuestros pecados y nos regenera.
- Desde aquel momento empieza el crecimiento del recién nacido en Cristo.
- Cada día se darán progresos a conseguir, victorias a ganar; el cristiano se halla en la escuela de Dios, donde día a día será corregido por las faltas cometidas, a fin de llegar a ser partícipe de la santidad de Dios gracias a la plenitud y poder del Espíritu Santo ( 1 Jn.1:6-2:2 ).
(Véase SANTIFICACIÓN.)
- 1 Juan 1:6-2:2
- 6 Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad;
- 7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
- 8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.
- 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
- 10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.
En el curso de la Edad Media, en las iglesias Romana y Ortodoxa Griega, la doctrina de la justificación por la fe quedó oscurecida por una falsa concepción del papel de las buenas obras. La cruz de Cristo no era ya considerada como suficiente para satisfacer toda nuestra deuda: el hombre debía al menos satisfacer una parte por sus obras meritorias, sus peregrinaciones, por los ritos de la iglesia, y sus propios sufrimientos en el purgatorio. Fue al volver a descubrir las luminosas enseñanzas de Pablo, particularmente en las epístolas a los Romanos y a los Gálatas, que los Reformadores devolvieron a los creyentes la certidumbre de la salvación (véase SALVACIÓN) y les señalaron la libertad gloriosa de los hijos de Dios. (Véanse también GÁLATAS y SANTIAGO,). Bibliografía: Brockhaus, R.: «Romanos» (Ed. «Las Buenas Nuevas», Montebello, California, 1970); Calvino, J.: «Epístola a los Romanos» (SLC, Grand Rapids, Michigan, 1977); Ironside, Dr.H.A.: «Exposición de Romanos» (Editorial Buenas Nuevas, St. Louis, Miss., 1979); Lutero, M.: «Commentary on Romans» (Kregel Pub., Grand Rapids, Mi.; reimpresión 1982) y Lutero, M.: «Commentary on Galatians» (Kregel Pub., Grand Rapids, Mi.; reimpresión 1978); Moule, H.C.G.: «Studies in Romans» (Kregel Pub., Gran Rapids, Mi.1892; reimpr.1977); Rossier, H.: «Reflexiones sobre la Epístola a los Gálatas» (Ed. «Las Buenas Nuevas», Montebello, California, s/f); Stanley, C.: «Vida a través de la muerte» (Alturas, Barcelona, 1974); Tenney, M.C.: «Gálatas, la carta de la libertad cristiana» (Clíe, Terrassa, 1973); Trenchard, E.: «Una exposición de la Epístola a los Romanos» (Literatura Bíblica, Madrid, 1976); Vos, H.F.: «Gálatas: una llamada a la libertad cristiana» (Pub. Portavoz Evangélico, Barcelona, 1981). Unos buenos estudios sistemáticos se hallan en Chafer, L.S.: «Teología Sistemática», sección correspondiente a «Soteriología» (Publicaciones Españolas, Dalton, Ga.1974) y Lacueva, F.: «Doctrinas de la Gracia» (Clíe, Terrassa, 1975). VÉASE:
-
Acto por el cual el Dios tres veces santo declara que el pecador que cree viene a ser justo y aceptable ante Él, por cuanto Cristo ha llevado su pecado en la cruz, habiendo sido «hecho justicia» en su favor ( 1 Co.1:30 ).1 Corintios 1:30 30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; La justificación es gratuita, esto es, totalmente inmerecida ( Ro.3:24 ); sin embargo, se efectúa sobre una base de total justicia, por cuanto Dios no simplemente pasa el borrador sobre nuestros pecados con menosprecio de su santa Ley.
Romanos 3:24 24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, Las demandas de su santidad han quedado plenamente satisfechas en Jesucristo que, no habiéndola jamás quebrantado, sino siendo Él mismo totalmente santo y justo, llevó en nuestro lugar toda la ira por la Ley quebrantada y por toda la iniquidad del hombre.
En el tiempo de «su paciencia» (el AT), Dios podía parecer injusto al no castigar a hombres como David, p. ej.; ahora, al haber mantenido en la cruz su justicia y amor, puede justificar libremente al impío ( Ro.3:25-26; 4:5 ).
- Romanos 3:25-26
- 25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
- 26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.
- Romanos 4:5
- 5 mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.
Jesús nos justifica por su sangre ( Ro.5:9 ) y por su pura gracia ( Tit.3:7 ).
- Romanos 5:9
- 9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
- Tito 3:7
- 7 para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.
Así, la justificación se recibe por la fe, y nunca en base a las obras ( Ro.3:26-30; 4:5; 5:1; 11:6; Gá.2:16; Ef.2:8-10 ). Romanos 3:26-30 26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.27 ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida.
- 30 Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión.
- Romanos 4:5
- 5 mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.
- Romanos 5:1
- 1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
- Romanos 11:6
6 Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra.
- Gálatas 2:16
- 16 sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.
- Efesios 2:8-10
- 8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
- 9 no por obras, para que nadie se gloríe.
- 10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Se trata de un acto soberano de Aquel que, en Cristo, nos ha llamado, justificado y glorificado: «¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica» ( Ro.8:30-34 ). Romanos 8:30-34 30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? 32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
- Gálatas 3:10-14
- 10 Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas.
- 11 Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá;
- 12 y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas.
- 13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero),
- 14 para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.
- Zacarías 3:1-5
- Visión del sumo sacerdote Josué
- 1 Me mostró al sumo sacerdote Josué, el cual estaba delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle.
2 Y dijo Jehová a Satanás: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová que ha escogido a Jerusalén te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio? 3 Y Josué estaba vestido de vestiduras viles, y estaba delante del ángel.4 Y habló el ángel, y mandó a los que estaban delante de él, diciendo: Quitadle esas vestiduras viles.
- Apocalipsis 12:10-11
- 10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.
- 11 Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.
- 1 Juan 3:20
- 20 pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas.
- Isaías 1:18
- 18 Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
Para él ya no hay condenación ( Ro.8:1 ), por cuanto Dios lo ve en Cristo, revestido de la justicia perfecta de su divino hijo ( 2 Co.5:21 ).2 Corintios 5:21 21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
El punto más controvertido en el curso de los siglos con respecto a esta maravillosa doctrina es el siguiente: ¿Es la fe realmente la única condición de la justificación, o no son necesarias las buenas obras junto con la fe para llegar a ella? Se encuentran acerca de este tema las opiniones más extremas.
Ya entre los primeros cristianos los había que pensaban que se podían contentar con una adhesión sólo intelectual a la doctrina evangélica, sin consecuencias prácticas en cuanto a su vida moral y servicio. Pablo tuvo que refutar constantemente este grave error ( Ro.16:1 ).
- Gálatas 5:16-25
- Las obras de la carne y el fruto del Espíritu
- 16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
- 17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
- 18 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.
- 19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
- 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
- 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
- 22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
- 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
- 24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
- 25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.
- Tito 2:14
- 14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
- Tito 3:1, 5, 8, 14
- 1 Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra.
- 5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
8 Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres.14 Y aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto.
- Romanos 2:17-26
- Los judíos y la ley
- 17 He aquí, tú tienes el sobrenombre de judío, y te apoyas en la ley, y te glorías en Dios,
- 18 y conoces su voluntad, e instruido por la ley apruebas lo mejor,
- 19 y confías en que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas,
- 20 instructor de los indoctos, maestro de niños, que tienes en la ley la forma de la ciencia y de la verdad.
21 Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar, ¿hurtas? 22 Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio?
- 23 Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios?
- 24 Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros.
- 25 Pues en verdad la circuncisión aprovecha, si guardas la ley; pero si eres transgresor de la ley, tu circuncisión viene a ser incircuncisión.
- 26 Si, pues, el incircunciso guardare las ordenanzas de la ley, ¿no será tenida su incircuncisión como circuncisión?
Se puede resumir de la siguiente manera la argumentación de los dos autores inspirados: el pecador es justificado gratuitamente por la sola fe, antes de haber podido llevar a cabo obra alguna de ningún tipo (Pablo); desde el momento en que recibe la gracia de Dios, su fe produce obras que constituyen la demostración de la realidad de su justificación (Santiago).
- Si su fe permaneciera sin obras, ello demostraría que la pretensión de tener tal fe era vacía: «si alguno dice que tiene fe.» ( Stg.2:14 ).
- Santiago 2:14 14 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Un árbol silvestre tiene que ser injertado a fin de que produzca buenos frutos; el creyente recibe una nueva naturaleza precisamente con el objeto de que pueda dar buenos frutos, y no porque poco a poco haya ido produciendo frutos satisfactorios.
Pero si no produce buenos frutos, es que no hay naturaleza capaz de producirlos. No hay fe, se trata de una fe muerta. Es muy común el error de confundir la justificación con la santificación. Se aduce que no es posible aceptar que uno está justificado cuando siguen patentes las imperfecciones e incluso caídas en la vida espiritual.
El hecho es que la justificación nos es dada desde el mismo momento en que creemos, desde el mismo momento de nuestro nuevo nacimiento. Dios, en su gracia y por causa de la cruz, borra nuestros pecados y nos regenera. Desde aquel momento empieza el crecimiento del recién nacido en Cristo. Cada día se darán progresos a conseguir, victorias a ganar; el cristiano se halla en la escuela de Dios, donde día a día será corregido por las faltas cometidas, a fin de llegar a ser partícipe de la santidad de Dios gracias a la plenitud y poder del Espíritu Santo ( 1 Jn.1:6-2:2 ).
(Véase SANTIFICACIÓN.)
- 1 Juan 1:6-2:2
- 6 Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad;
- 7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
- 8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.
- 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
- 10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.
En el curso de la Edad Media, en las iglesias Romana y Ortodoxa Griega, la doctrina de la justificación por la fe quedó oscurecida por una falsa concepción del papel de las buenas obras. La cruz de Cristo no era ya considerada como suficiente para satisfacer toda nuestra deuda: el hombre debía al menos satisfacer una parte por sus obras meritorias, sus peregrinaciones, por los ritos de la iglesia, y sus propios sufrimientos en el purgatorio. Fue al volver a descubrir las luminosas enseñanzas de Pablo, particularmente en las epístolas a los Romanos y a los Gálatas, que los Reformadores devolvieron a los creyentes la certidumbre de la salvación (véase SALVACIÓN) y les señalaron la libertad gloriosa de los hijos de Dios. (Véanse también GÁLATAS y SANTIAGO,). Bibliografía: Brockhaus, R.: «Romanos» (Ed. «Las Buenas Nuevas», Montebello, California, 1970); Calvino, J.: «Epístola a los Romanos» (SLC, Grand Rapids, Michigan, 1977); Ironside, Dr.H.A.: «Exposición de Romanos» (Editorial Buenas Nuevas, St. Louis, Miss., 1979); Lutero, M.: «Commentary on Romans» (Kregel Pub., Grand Rapids, Mi.; reimpresión 1982) y Lutero, M.: «Commentary on Galatians» (Kregel Pub., Grand Rapids, Mi.; reimpresión 1978); Moule, H.C.G.: «Studies in Romans» (Kregel Pub., Gran Rapids, Mi.1892; reimpr.1977); Rossier, H.: «Reflexiones sobre la Epístola a los Gálatas» (Ed. «Las Buenas Nuevas», Montebello, California, s/f); Stanley, C.: «Vida a través de la muerte» (Alturas, Barcelona, 1974); Tenney, M.C.: «Gálatas, la carta de la libertad cristiana» (Clíe, Terrassa, 1973); Trenchard, E.: «Una exposición de la Epístola a los Romanos» (Literatura Bíblica, Madrid, 1976); Vos, H.F.: «Gálatas: una llamada a la libertad cristiana» (Pub. Portavoz Evangélico, Barcelona, 1981). Unos buenos estudios sistemáticos se hallan en Chafer, L.S.: «Teología Sistemática», sección correspondiente a «Soteriología» (Publicaciones Españolas, Dalton, Ga.1974) y Lacueva, F.: «Doctrinas de la Gracia» (Clíe, Terrassa, 1975). VÉASE:
-
Acto por el cual el Dios tres veces santo declara que el pecador que cree viene a ser justo y aceptable ante Él, por cuanto Cristo ha llevado su pecado en la cruz, habiendo sido «hecho justicia» en su favor ( 1 Co.1:30 ).1 Corintios 1:30 30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; La justificación es gratuita, esto es, totalmente inmerecida ( Ro.3:24 ); sin embargo, se efectúa sobre una base de total justicia, por cuanto Dios no simplemente pasa el borrador sobre nuestros pecados con menosprecio de su santa Ley.
Romanos 3:24 24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, Las demandas de su santidad han quedado plenamente satisfechas en Jesucristo que, no habiéndola jamás quebrantado, sino siendo Él mismo totalmente santo y justo, llevó en nuestro lugar toda la ira por la Ley quebrantada y por toda la iniquidad del hombre.
En el tiempo de «su paciencia» (el AT), Dios podía parecer injusto al no castigar a hombres como David, p. ej.; ahora, al haber mantenido en la cruz su justicia y amor, puede justificar libremente al impío ( Ro.3:25-26; 4:5 ).
- Romanos 3:25-26
- 25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
- 26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.
- Romanos 4:5
- 5 mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.
Jesús nos justifica por su sangre ( Ro.5:9 ) y por su pura gracia ( Tit.3:7 ).
- Romanos 5:9
- 9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
- Tito 3:7
- 7 para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.
Así, la justificación se recibe por la fe, y nunca en base a las obras ( Ro.3:26-30; 4:5; 5:1; 11:6; Gá.2:16; Ef.2:8-10 ). Romanos 3:26-30 26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.27 ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida.
- 30 Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión.
- Romanos 4:5
- 5 mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.
- Romanos 5:1
- 1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
- Romanos 11:6
6 Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra.
- Gálatas 2:16
- 16 sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.
- Efesios 2:8-10
- 8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
- 9 no por obras, para que nadie se gloríe.
- 10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Se trata de un acto soberano de Aquel que, en Cristo, nos ha llamado, justificado y glorificado: «¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica» ( Ro.8:30-34 ). Romanos 8:30-34 30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? 32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
- Gálatas 3:10-14
- 10 Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas.
- 11 Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá;
- 12 y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas.
- 13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero),
- 14 para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.
- Zacarías 3:1-5
- Visión del sumo sacerdote Josué
- 1 Me mostró al sumo sacerdote Josué, el cual estaba delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle.
2 Y dijo Jehová a Satanás: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová que ha escogido a Jerusalén te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio? 3 Y Josué estaba vestido de vestiduras viles, y estaba delante del ángel.4 Y habló el ángel, y mandó a los que estaban delante de él, diciendo: Quitadle esas vestiduras viles.
- Apocalipsis 12:10-11
- 10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.
- 11 Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.
- 1 Juan 3:20
- 20 pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas.
- Isaías 1:18
- 18 Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
Para él ya no hay condenación ( Ro.8:1 ), por cuanto Dios lo ve en Cristo, revestido de la justicia perfecta de su divino hijo ( 2 Co.5:21 ).2 Corintios 5:21 21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
El punto más controvertido en el curso de los siglos con respecto a esta maravillosa doctrina es el siguiente: ¿Es la fe realmente la única condición de la justificación, o no son necesarias las buenas obras junto con la fe para llegar a ella? Se encuentran acerca de este tema las opiniones más extremas.
Ya entre los primeros cristianos los había que pensaban que se podían contentar con una adhesión sólo intelectual a la doctrina evangélica, sin consecuencias prácticas en cuanto a su vida moral y servicio. Pablo tuvo que refutar constantemente este grave error ( Ro.16:1 ).
- Gálatas 5:16-25
- Las obras de la carne y el fruto del Espíritu
- 16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
- 17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
- 18 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.
- 19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
- 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
- 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
- 22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
- 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
- 24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
- 25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.
- Tito 2:14
- 14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
- Tito 3:1, 5, 8, 14
- 1 Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra.
- 5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
8 Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres.14 Y aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto.
- Romanos 2:17-26
- Los judíos y la ley
- 17 He aquí, tú tienes el sobrenombre de judío, y te apoyas en la ley, y te glorías en Dios,
- 18 y conoces su voluntad, e instruido por la ley apruebas lo mejor,
- 19 y confías en que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas,
- 20 instructor de los indoctos, maestro de niños, que tienes en la ley la forma de la ciencia y de la verdad.
21 Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar, ¿hurtas? 22 Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio?
- 23 Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios?
- 24 Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros.
- 25 Pues en verdad la circuncisión aprovecha, si guardas la ley; pero si eres transgresor de la ley, tu circuncisión viene a ser incircuncisión.
- 26 Si, pues, el incircunciso guardare las ordenanzas de la ley, ¿no será tenida su incircuncisión como circuncisión?
Se puede resumir de la siguiente manera la argumentación de los dos autores inspirados: el pecador es justificado gratuitamente por la sola fe, antes de haber podido llevar a cabo obra alguna de ningún tipo (Pablo); desde el momento en que recibe la gracia de Dios, su fe produce obras que constituyen la demostración de la realidad de su justificación (Santiago).
Si su fe permaneciera sin obras, ello demostraría que la pretensión de tener tal fe era vacía: «si alguno dice que tiene fe.» ( Stg.2:14 ). Santiago 2:14 14 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Un árbol silvestre tiene que ser injertado a fin de que produzca buenos frutos; el creyente recibe una nueva naturaleza precisamente con el objeto de que pueda dar buenos frutos, y no porque poco a poco haya ido produciendo frutos satisfactorios.
Pero si no produce buenos frutos, es que no hay naturaleza capaz de producirlos. No hay fe, se trata de una fe muerta. Es muy común el error de confundir la justificación con la santificación. Se aduce que no es posible aceptar que uno está justificado cuando siguen patentes las imperfecciones e incluso caídas en la vida espiritual.
- El hecho es que la justificación nos es dada desde el mismo momento en que creemos, desde el mismo momento de nuestro nuevo nacimiento.
- Dios, en su gracia y por causa de la cruz, borra nuestros pecados y nos regenera.
- Desde aquel momento empieza el crecimiento del recién nacido en Cristo.
- Cada día se darán progresos a conseguir, victorias a ganar; el cristiano se halla en la escuela de Dios, donde día a día será corregido por las faltas cometidas, a fin de llegar a ser partícipe de la santidad de Dios gracias a la plenitud y poder del Espíritu Santo ( 1 Jn.1:6-2:2 ).
(Véase SANTIFICACIÓN.)
- 1 Juan 1:6-2:2
- 6 Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad;
- 7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
- 8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.
- 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
- 10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.
En el curso de la Edad Media, en las iglesias Romana y Ortodoxa Griega, la doctrina de la justificación por la fe quedó oscurecida por una falsa concepción del papel de las buenas obras. La cruz de Cristo no era ya considerada como suficiente para satisfacer toda nuestra deuda: el hombre debía al menos satisfacer una parte por sus obras meritorias, sus peregrinaciones, por los ritos de la iglesia, y sus propios sufrimientos en el purgatorio. Fue al volver a descubrir las luminosas enseñanzas de Pablo, particularmente en las epístolas a los Romanos y a los Gálatas, que los Reformadores devolvieron a los creyentes la certidumbre de la salvación (véase SALVACIÓN) y les señalaron la libertad gloriosa de los hijos de Dios. (Véanse también GÁLATAS y SANTIAGO,). Bibliografía: Brockhaus, R.: «Romanos» (Ed. «Las Buenas Nuevas», Montebello, California, 1970); Calvino, J.: «Epístola a los Romanos» (SLC, Grand Rapids, Michigan, 1977); Ironside, Dr.H.A.: «Exposición de Romanos» (Editorial Buenas Nuevas, St. Louis, Miss., 1979); Lutero, M.: «Commentary on Romans» (Kregel Pub., Grand Rapids, Mi.; reimpresión 1982) y Lutero, M.: «Commentary on Galatians» (Kregel Pub., Grand Rapids, Mi.; reimpresión 1978); Moule, H.C.G.: «Studies in Romans» (Kregel Pub., Gran Rapids, Mi.1892; reimpr.1977); Rossier, H.: «Reflexiones sobre la Epístola a los Gálatas» (Ed. «Las Buenas Nuevas», Montebello, California, s/f); Stanley, C.: «Vida a través de la muerte» (Alturas, Barcelona, 1974); Tenney, M.C.: «Gálatas, la carta de la libertad cristiana» (Clíe, Terrassa, 1973); Trenchard, E.: «Una exposición de la Epístola a los Romanos» (Literatura Bíblica, Madrid, 1976); Vos, H.F.: «Gálatas: una llamada a la libertad cristiana» (Pub. Portavoz Evangélico, Barcelona, 1981). Unos buenos estudios sistemáticos se hallan en Chafer, L.S.: «Teología Sistemática», sección correspondiente a «Soteriología» (Publicaciones Españolas, Dalton, Ga.1974) y Lacueva, F.: «Doctrinas de la Gracia» (Clíe, Terrassa, 1975). VÉASE:
: Justificación. Diccionario Bíblico – Biblia Reina Valera RVR1960 –
¿Donde dice en la Biblia justificados pues por la fe?
Romanos 5:1-12 RVR1960 – Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
- Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
- Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.
Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
¿Cómo puede ser un hombre justo delante de Dios?
Haz justicia, ama la misericordia y humíllate para andar con Dios Como seguidores de Jesucristo y como Santos de los Últimos Días, nos esforzamos, y se nos aconseja esforzarnos, por actuar mejor y ser mejores. Tal vez se hayan preguntado, como lo he hecho yo, “¿Estoy haciendo lo suficiente?” ¿Qué más debería estar haciendo? o, “¿Cómo puedo yo, siendo una persona con defectos, ser merecedor de ‘mor con Dios en un estado de interminable felicidad’?”.
El profeta Miqueas, del Antiguo Testamento, formuló la pregunta de esta manera: “¿Con qué me presentaré ante Jehová y adoraré al Dios Altísimo?”. Miqueas se preguntaba satíricamente si acaso las ofrendas exorbitantes podrían bastar para compensar el pecado, diciendo: “¿Se agradará Jehová de millares de carneros o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por el pecado de mi alma?”.
La respuesta es no. Las buenas obras no son suficientes. La salvación no se gana. Ni siquiera los vastos sacrificios que Miqueas sabía que eran imposibles pueden redimir el menor de los pecados. Si dependiéramos solamente de nuestros medios, la perspectiva de volver a vivir en la presencia de Dios carecería de esperanza.
- Sin las bendiciones que provienen del Padre Celestial y de Jesucristo, nunca podremos hacer lo suficiente ni ser suficientemente aptos por nuestra propia cuenta.
- Sin embargo, la buena noticia es que a causa de Jesucristo y a través de Él podemos llegar a ser suficientemente aptos.
- Todas las personas serán salvas de la muerte física por la gracia de Dios, por medio de la muerte y la resurrección de Jesucristo.
Si volvemos nuestros corazones a Dios, la salvación de la muerte espiritual está al alcance de todos mediante “la expiación de y la obediencia a las leyes y ordenanzas del Evangelio”. Podemos ser redimidos del pecado para comparecer limpios y puros ante Dios.
- Tal como explicó Miqueas: “Oh hombre, te ha declarado lo que es bueno y lo que pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar la misericordia y humillarte para andar con tu Dios”.
- La instrucción de Miqueas sobre cómo volver el corazón a Dios y cómo ser merecedores de la salvación contiene tres elementos relacionados entre sí.
Hacer justicia significa actuar de manera honorable con Dios y con otras personas. Actuamos honorablemente con Dios al humillarnos para andar con Él. Actuamos honorablemente con los demás al amar la misericordia. Hacer justicia es, por lo tanto, la aplicación práctica de los dos grandes mandamientos: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con toda tu mente” y “marás a tu prójimo como a ti mismo”.
- Hacer justicia y humillarnos para andar con Dios es retraer deliberadamente nuestra mano de la maldad, andar en Sus estatutos y permanecer verdaderamente fieles.
- La persona justa se aparta del pecado y se vuelve hacia Dios, hace convenios con Él, y guarda esos convenios.
- La persona justa elige cumplir los mandamientos de Dios, se arrepiente cuando falla, y sigue intentándolo.
Cuando el Cristo resucitado visitó a los nefitas, les explicó que la ley de Moisés había sido reemplazada por una ley mayor. Les indicó que no “ofrec sacrificios y holocaustos”, sino que ofrecieran “un corazón quebrantado y un espíritu contrito”. Él prometió, además: “Y al que venga a mí con un corazón quebrantado y un espíritu contrito, lo bautizaré con fuego y con el Espíritu Santo”.
- Cuando recibimos y utilizamos el don del Espíritu Santo después del bautismo, podemos disfrutar de la compañía constante del Espíritu Santo y se nos enseñan todas las cosas que debemos hacer, incluyendo cómo humillarnos para andar con Dios.
- El sacrificio de Jesucristo por el pecado y la salvación de la muerte espiritual están al alcance de todos los que tengan tal corazón quebrantado y espíritu contrito.
El corazón quebrantado y el espíritu contrito nos inspiran a arrepentirnos con gozo, y a intentar ser más como nuestro Padre Celestial y Jesucristo. Al hacerlo, recibimos el poder purificador, sanador y fortalecedor del Salvador. No solo hacemos justicia y nos humillamos para andar con Dios, también aprendemos a amar la misericordia del modo en que lo hacen el Padre Celestial y Jesucristo.
Dios se deleita en la misericordia y no niega su uso. En palabras de Miqueas a Jehová: “¿Qué Dios hay como tú, que perdona la iniquidad?”, y que “volverá a tener misericordia de nosotros y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados”. Amar la misericordia tal como Dios la ama va inseparablemente conectada al hecho de tratar con justicia a los demás y no maltratarlos.
La importancia de no maltratar a los demás se recalca en una anécdota sobre Hillel el sabio, un erudito judío que vivió en el siglo I antes de Cristo. Uno de los alumnos de Hillel estaba exasperado por la complejidad de la Torá: los cinco libros de Moisés con sus 613 mandamientos y los escritos rabínicos relacionados con ellos.
- El alumno desafió a Hillel a explicar la Torá solo durante el lapso de tiempo en que pudiera permanecer parado en un pie.
- Puede que Hillel no hubiera tenido mucho equilibrio, pero aceptó el desafío.
- Citó Levítico, diciendo: “No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
Enseguida, Hillel concluyó: “Lo que es odioso para ti, no lo hagas al prójimo. Esa es la Torá completa; el resto es la explicación. Ve y aprende”. Tratar siempre a los demás de manera honorable es parte de amar la misericordia. Consideren una conversación que escuché hace décadas en el servicio de urgencias del Hospital Johns Hopkins, en Baltimore, Maryland, en los Estados Unidos.
Un paciente, el señor Jackson, era un hombre cortés y agradable, bien conocido por el personal del hospital. Anteriormente había sido hospitalizado varias veces para el tratamiento de enfermedades relacionadas con el alcohol. En esa ocasión, el señor Jackson había regresado al hospital con síntomas de lo que se diagnosticaría como una inflamación del páncreas a causa del consumo de alcohol.
Casi al final de su turno, el Dr. Cohen, un médico muy trabajador y admirado, examinó al señor Jackson y determinó que la hospitalización estaba justificada. El Dr. Cohen asignó a la Dra. Jones, la siguiente médica de turno, que hospitalizara al señor Jackson y supervisara su tratamiento.
- La Dra. Jones había asistido a una facultad de medicina de prestigio y acababa de comenzar sus estudios posgrado.
- Esta capacitación extenuante a menudo estaba asociada con la privación del sueño, lo que probablemente contribuyó a la respuesta negativa de la Dra. Jones.
- Ante su quinta hospitalización de la noche, la Dra.
Jones se quejó en voz alta al Dr. Cohen. Le parecía injusto que tuviera que pasar tantas horas atendiendo al señor Jackson, ya que, después de todo, el problema se lo había provocado él mismo. La respuesta rotunda del Dr. Cohen se pronunció casi en un susurro.
- Le dijo: “Dra.
- Jones, usted se hizo médica para cuidar de las personas y trabajar para curarlas.
- No se hizo médica para juzgarlas.
- Si no entiende la diferencia, no tiene derecho a formarse en esta institución”.
- Después de esa corrección, la Dra.
- Jones cuidó diligentemente del señor Jackson durante la hospitalización.
El señor Jackson ha fallecido desde entonces, y tanto la Dra. Jones como el Dr. Cohen han tenido una carrera sobresaliente; pero en un momento crítico de su formación, la Dra. Jones necesitó que se le recordara que hiciera justicia, que amara la misericordia y que cuidara del señor Jackson sin juzgarlo.
- A lo largo de los años, aquel recordatorio me ha sido de beneficio.
- Amar la misericordia significa que no solo amamos la misericordia que Dios nos extiende a nosotros, sino que nos deleitamos en que Dios extienda esa misma misericordia a los demás.
- Y seguimos Su ejemplo.
- Odos son iguales ante Dios” y todos necesitamos tratamiento espiritual para que se nos ayude y sane.
El Señor ha dicho: “No estimaréis a una carne más que a otra, ni un hombre se considerará mejor que otro”. Jesucristo ejemplificó lo que significa hacer justicia y amar la misericordia. Se relacionó abiertamente con los pecadores, tratándolos de manera honorable y con respeto; enseñó el gozo de guardar los mandamientos de Dios y procuró elevar en vez de condenar a quienes tenían dificultades.
Acusó a los que lo culpaban por ministrar a personas que aquellos consideraban indignas. Tal arrogancia lo ofendió y todavía lo hace. Para ser semejante a Cristo, la persona actúa de manera justa, comportándose de manera honorable tanto con Dios como con otras personas. La persona justa es cortés en palabra y en hecho, y reconoce que las diferencias de opinión o creencia no impiden la bondad ni la amistad genuinas.
Las personas que actúan de manera justa “no tendr deseos de injuriar el uno al otro, sino de vivir pacíficamente” unos con otros. Para ser semejante a Cristo, la persona ama la misericordia. Las personas que aman la misericordia no son prejuiciosas; muestran compasión por los demás, especialmente por los menos afortunados; son gentiles, amables y honorables.
Esas personas tratan a todos con amor y comprensión, sin importar características como la raza, el sexo, la afiliación religiosa, la orientación sexual, el nivel socioeconómico, ni las diferencias tribales, de clan o nacionales. A estas las reemplaza el amor cristiano. Para ser semejante a Cristo, la persona elige a Dios, se humilla para andar con Él, procura complacerlo, y guarda los convenios que hace con Él.
Las personas que se humillan para andar con Dios recuerdan lo que el Padre Celestial y Jesucristo han hecho por ellas. ¿Estoy haciendo lo suficiente? ¿Qué más debería estar haciendo? Las acciones que emprendamos en respuesta a esas preguntas son fundamentales para nuestra felicidad en esta vida y en las eternidades.
- El Salvador no quiere que demos por sentada la salvación.
- Incluso después de hacer convenios sagrados, existe la posibilidad de que “caiga de la gracia y aleje del Dios viviente”, así que debemos “cuid y or siempre”, para evitar “ca en tentación”.
- Pero, al mismo tiempo, nuestro Padre Celestial y Jesucristo no quieren que nos paralicemos por una continua incertidumbre durante nuestra travesía terrenal, preguntándonos si hemos hecho lo suficiente para ser salvos y exaltados.
Ciertamente, no quieren que nos atormenten los errores de los que nos hemos arrepentido, viéndolos como heridas que nunca sanan, ni que seamos excesivamente aprensivos de que podamos volver a tropezar. Podemos evaluar nuestro propio progreso. Podemos saber “que el curso que en la vida está de acuerdo con la voluntad de Dios” cuando hacemos justicia, amamos la misericordia y nos humillamos para andar con Dios.
Incorporamos los atributos del Padre Celestial y de Jesucristo a nuestro carácter, y nos amamos los unos a los otros. Cuando hagan estas cosas, seguirán la senda de los convenios y serán merecedores de “mor con Dios en un estado de interminable felicidad”. Sus almas serán infundidas con la gloria de Dios y con la luz de la vida sempiterna.
Serán llenos de un gozo indescriptible. Testifico que Dios vive y que Jesús es el Cristo, nuestro Salvador y Redentor, y que Él extiende con amor y gozo Su misericordia a todas las personas. ¿No es maravilloso? En el nombre de Jesucristo. Amén. : Haz justicia, ama la misericordia y humíllate para andar con Dios