Que Significa Relaciones De Produccion

Que Significa Relaciones De Produccion
¿Qué es? No se ha añadido ninguna twiki todavía. Karl Marx Friedrich Engels El concepto de relaciones de producción ( Produktionsverhältnisse ), elaborado por Marx y Engels, designa las diferentes relaciones que se establecen entre los seres humanos en función de sus respectivas situaciones respecto de las fuerzas productivas,

  1. De manera general, esta noción se refiere, pues, a los mecanismos institucionales en suyo seno operan las fuerza productivas y, por tanto, engloba las relaciones que se establecen dentro de un proceso productivo entre los propietarios de los medios de producción y los trabajadores.
  2. Conceptualiza las relaciones entre los hombres, los medios de producción y los productos del trabajo y, por tanto, es expresión de la organización del proceso productivo y del lugar que ocupan las clases sociales en el conjunto del modo de producción,

Jurídicamente se expresan por las relaciones de propiedad. Es uno de los conceptos fundamentales del marxismo y del materialismo histórico, El mundo material no depende de ninguna fuerza trascendente, ni de la ideología, sino que está ordenado por el modo de producción de la vida material humana en unas determinadas relaciones de producción, y la historia es la sucesión de los diversos modos de producción.

Marx y Engels centraron sus estudios en la sociedad capitalista de la segunda mitad del siglo XIX. Según ellos, desde la perspectiva del estudio de sus relaciones de producción, dicha sociedad se caracteriza por el hecho de que la burguesía posee los medios de producción y el proletariado sólo posee la fuerza de trabajo, y esta estructura determina el conjunto de las relaciones sociales, así como la superestructura o estructura jurídico-política e ideológica (aunque esta determinación de la superestructura es compleja, y no se reduce a una mera determinación mecánica, sino dialéctica).

De hecho, según Marx, en la moderna sociedad capitalista las relaciones de producción llegan a determinar el conjunto de todas las relaciones sociales, más incluso que las relaciones de parentesco, ya que la misma estructura de la familia está forjada sobre aquellas.

En el desarrollo de la historia, cuando las relaciones de producción entran en contradicción con el desarrollo de las fuerzas productivas, se abre un período de revolución social ( ver texto ). Así, por ejemplo, en la Francia del siglo XVIII, cuando el desarrollo de las fuerzas productivas (industria, comercio, desarrollo de la maquinaria, etc., es decir, el conjunto de las capacidades productivas) ya permitía el desplegamiento de la sociedad capitalista, las relaciones de producción todavía estaban basadas en estructuras feudalizantes dominadas por la nobleza del «ancien régime».

Fruto de esta contradicción fue la Revolución Francesa. En la época del gran desarrollo del capitalismo, las relaciones de producción fundamentales son las que se establecen entre capitalista (o burgués) y proletario, pero las fuerzas productivas existentes ya podrían dar lugar a una sociedad en la que la producción estuviese orientada a satisfacer las necesidades de la gran mayoría de la población en lugar de dirigirse hacia los intereses de la minoría poseedora.

¿Que se entiende por relaciones de producción?

Las relaciones de producción es un término acuñado por el famoso filósofo Karl Marx, El término hace referencia a las relaciones que los seres humanos mantienen entre sí, así como la posición que ocupan en la jerarquía social, así como si son, o no, poseedores de los medios de producción,

  1. Las relaciones de producción, por tanto, es un término que proviene del marxismo y la teoría marxista.
  2. Este aparece por primera vez en los escritos de Marx, en la teoría de los modos de producción social.
  3. El término explica las relaciones que mantienen los individuos entre sí, así como el estudio de las relaciones en función de la situación que ocupan estos individuos en el organigrama social.

Teniendo en cuenta, por tanto, si estos individuos son poseedores, o no, de los medios de producción. Dependiendo de las diferentes formas en la que se presenta la división social del trabajo, así como la propiedad de los medios de producción, las relaciones de producción pueden ser primitivas, feudales, capitalistas, antiguas, etc.

¿Qué son las relaciones de producción y de qué depende?

Relaciones de producción Las relaciones de producción son las relaciones que se establecen entre los hombres en el proceso de la producción de los bienes materiales. Los hombres no pueden producir bienes materiales individualmente, aisladamente, sino en conjunto, asociándose de un cierto modo para actuar en común y establecer un intercambio de los productos de sus actividades.

Por eso, la producción es siempre y bajo cualquier circunstancia, una producción social. Hay diversos (ver). De entre todas, la fundamental es la relación entre los hombres y los medios de producción, es decir, la relación que responde a la pregunta de en posesión y a disposición de quién se hallan los medios de producción.

Las relaciones de producción determinan todo el régimen de la vida social. En la sociedad de clases antagónicas, las relaciones de producción se expresan en relaciones entre las clases, en relaciones de dominio y de subordinación. Bajo el socialismo, bajo el régimen de la propiedad social sobre los medios de producción, las relaciones de producción son relaciones de colaboración y de ayuda mutua entre hombres libres de toda explotación.

El cambio de las relaciones de producción de los hombres se origina con sujeción al cambio y desarrollo de las fuerzas productivas. Pero las relaciones de producción no son consecuencias pasivas del desarrollo de las fuerzas productivas. Las relaciones de producción, aunque su desarrollo dependa del de las fuerzas productivas, actúan a su vez sobre estas últimas, acelerando o amortiguando su desarrollo.

La propiedad privada capitalista sobre los medios de producción en la actual sociedad burguesa, se halla en una contradicción irreconciliable con el carácter social del proceso de producción. Las relaciones de producción del capitalismo frenan el desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad.

Esta contradicción entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción del capitalismo constituye la base económica de la revolución social. Un ejemplo de la total concordancia entre las relaciones de producción y las fuerzas productivas nos lo da la U.R.S.S., donde la propiedad social sobre los medios de producción se halla en perfecta armonía con el carácter social del proceso de producción y donde las relaciones socialistas de producción constituyen la fuente poderosa del desarrollo de las fuerzas productivas.

· 1946:261-262 Relaciones recíprocas que se establecen entre los hombres, en el proceso de la producción de bienes materiales. Los hombres pueden producir los bienes materiales, no individualmente, aisladamente, sino conjuntamente, uniéndose en determinada forma, para la actividad en común y el cambio recíproco de los productos de esa actividad.

La producción es siempre y bajo cualesquiera condiciones, una producción social. Los tipos de relaciones de producción (ver) son diferentes. Lo fundamental en las relaciones de producción, es la relación con respecto a los medios de producción, es decir, en poder y disposición de quién se encuentran los medios de producción.

Esto determina todo el régimen de la vida social. En la sociedad antagónica, de clases, las relaciones de producción se manifiestan por relaciones entre las clases, por relaciones de dominación y subordinación. Bajo el socialismo, bajo el dominio de la propiedad social sobre los medios de producción, las relaciones de producción son relaciones de colaboración y mutua ayuda entre los hombres libres de explotación.

El cambio de las relaciones de producción entre los hombres, se origina en función del cambio y desarrollo de las fuerzas productivas. Pero las relaciones de producción no son efecto pasivo del desarrollo de las fuerzas productivas. Desarrollándose en función de estas últimas, las relaciones de producción, a su vez, actúan sobre las fuerzas productivas, acelerando o retardando ese desarrollo.

La propiedad privada capitalista sobre los medios de producción, en la moderna sociedad burguesa, se halla en inconciliable contradicción con el carácter social del proceso de la producción. Las relaciones de producción del capitalismo traban el desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad.

  • Esta contradicción del capitalismo entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción, es la base económica de la revolución social.
  • Ejemplo de la completa correspondencia entre las relaciones de producción y las fuerzas productivas, es la U.R.S.S., donde la propiedad social sobre los medios de producción se halla en perfecta armonía con el carácter social del proceso de la producción, y donde las relaciones sociales de producción son una poderosa fuente del desarrollo de las fuerzas productivas.

· 1959:91-92 Relaciones que contraen entre sí los hombres en el proceso de producción de los bienes materiales y que constituyen la base económica de la sociedad. Todo el sistema de la vida social, así como la estructura interior de la sociedad son determinados por el carácter de las relaciones de producción.

  • El estado de las relaciones de producción responde a la pregunta “en poder de quién se hallan los medios de producción”, si se hallan a disposición de toda la sociedad o a disposición de determinadas personas, grupos, clases que los utilizan para la explotación de otras personas, grupos y clases.
  • Dicho de otro modo, señala cómo se distribuyen entre los miembros de la sociedad los medios de producción, y en consecuencia también los bienes materiales, producidos por los hombres.

Lar relaciones de producción determinan también las correspondientes relaciones de distribución. Existen diversos tipos de relaciones de producción, determinantes de las, En la sociedad antagónica de clases, las relaciones de producción son relaciones de dominio y sujeción.

Bajo el socialismo, las relaciones de producción se caracterizan por la colaboración entre camaradas y la ayuda mutua de personas libres de la explotación. El desarrollo de las relaciones de producción es determinado por el nivel del desarrollo de las, A su vez, las relaciones de producción ejercen una influencia decisiva también sobre el desarrollo de las fuerzas productivas, acelerando o frenando este desarrollo.

La ley económica inconmovible de cualquier formación económico-social es la, Las fuerzas productivas pueden desarrollarse plenamente sólo en el caso de que las relaciones de producción correspondan al carácter, a la situación de las fuerzas productivas y permitan su libre desarrollo.

Pero las relaciones de producción se retrasan con respecto a la modificación de las fuerzas productivas y en determinado momento del desarrollo de cualquier formación social antagónica entran en contradicción con el carácter de las fuerzas productivas, dejan de corresponderle, se transforman en sus cadenas y entonces adviene una época de revolución social.

En las condiciones del socialismo existe la correspondencia entre las relaciones de producción y las fuerzas productivas. Las relaciones de producción del socialismo aseguran una gran amplitud para el desarrollo de las fuerzas productivas. Esto, sin embargo, no excluye la posibilidad de contradicciones entre ellas, las que surgen a consecuencia del retraso de las relaciones de producción con respecto al desarrollo de las fuerzas productivas.

Merced a la ausencia de clases antagónicas, merced a la política del Partido Comunista y del Estado Socialista, que se basan en el conocimiento y la utilización en interés de la sociedad de las leyes económicas objetivas del socialismo, estas contradicciones no desembocan en un conflicto y son exitosamente superadas mediante la adecuación de las relaciones de producción al crecimiento de las fuerzas productivas.

· 1959:439-440 Uno de los conceptos más importantes de la ciencia marxista sobre la sociedad; refleja relaciones materiales objetivas que se dan en toda sociedad, son independientes de la conciencia del hombre y se van estableciendo entre los individuos en el proceso en que se forma el producto social, se intercambian y se distribuyen los bienes materiales.

Las relaciones de producción constituyen un aspecto necesario de todo, pues los hombres no pueden producir sin unirse de un modo u otro para llevar a cabo una actividad conjunta y el intercambio recíproco de esa actividad. Las relaciones de producción se basan en las relaciones de propiedad sobre los medios de producción.

Si la propiedad es social, los miembros de la sociedad son iguales con respecto a los medios de producción, e imperan en su trabajo relaciones de colaboración y de ayuda mutua. En cambio, si la propiedad es privada, inevitablemente se establecen entre los individuos relaciones de dominio y subordinación.

Quien posee instrumentos y medios para producir, puede subordinar económicamente a quienes carecen de medios de producción o los poseen en escasa medida. Resulta, pues, que sobre la base de la propiedad social y de la propiedad privada pueden constituirse dos formas de relaciones de producción, que figuran en la historia: de colaboración y ayuda mutua o de dominio y subordinación.

La propiedad social se presenta en la historia bajo diversos aspectos: como propiedad gentilicia, tribal, comunal, de todo el pueblo o del Estado, como propiedad cooperativo-koljosiana, &c.;, la propiedad privada, a su vez, ofrece en la historia tres formas principales: esclavista, feudal y capitalista, a las que han correspondido tres tipos fundamentales de explotación del hombre por el hombre.

Ha existido, y existe todavía hoy, la propiedad privada de los productores basada en el trabajo personal, mas dicha forma de propiedad siempre se halla subordinada a las relaciones de producción imperantes en la sociedad dada y se va desintegrando gradualmente bajo el influjo determinante de tales relaciones.

Aparte de las tres formas básicas de las relaciones de producción, en los periodos en que una formación económico-social se hunde y surge otra aparecen relaciones de producción transicionales, cuya particularidad estriba en que en el marco de un mismo régimen económico, se unen relaciones económicas de tipo y hasta de carácter diverso.

  1. Por ejemplo, en el período de descomposición del régimen de la comunidad primitiva, en el marco de la familia patriarcal se combinaban restos de las relaciones gentilicias y gérmenes de las relaciones esclavistas.
  2. En el período de descomposición de las relaciones esclavistas, surgió en varios países el colonato, en el que se combinaban elementos de relaciones esclavistas y feudales; en el periodo de transición del capitalismo al socialismo, algunas formas económicas combinan relaciones basadas en la propiedad colectiva y en la propiedad privada (capitalismo de Estado, empresas mixtas del Estado y privadas, formas semisocialistas de cooperación en el campo, &c.).

· 1965:398-399 Importantísimo concepto de la ciencia marxista sobre la sociedad; refleja las relaciones objetivas, materiales, independientes de la conciencia de los hombres, que existen en cualquier sociedad y que contraen los mismos en el proceso de producción del producto social, de intercambio y de distribución de los bienes materiales.

Las relaciones de producción constituyen una parte necesaria de cualquier modo de producción, ya que los individuos no pueden producir sin agruparse de cierta manera para la actividad conjunta y el intercambio de sus resultados. La base de las relaciones de producción son las relaciones de propiedad sobre los medios de producción.

En las condiciones de la propiedad social, colectiva, los miembros de la sociedad son iguales con respecto a los medios de producción y en el proceso de producción mantienen entre sí relaciones de cooperación y ayuda mutua. Sobre la base de la propiedad privada entre los hombres se establecen relaciones de dominación y sometimiento.

En la historia la propiedad social adopta las formas de propiedad de la gens, la tribu o comunidad, de propiedad de todo el pueblo o estatal y de propiedad cooperativo-koljosiana; la propiedad privada históricamente se manifiesta en tres formas principales: esclavista, feudal y capitalista, a las cuales corresponden tres formas fundamentales de explotación del hombre por el hombre.

Existió y sigue existiendo también la propiedad privada de los productores, basada en el trabajo personal, pero esta forma siempre ha estado sometida a las relaciones de producción dominantes en la sociedad dada y desaparece poco a poco bajo su acción determinante.

Además de las dos formas fundamentales de relaciones de producción, en los períodos de destrucción de una y de nacimiento de otra nueva surgen relaciones de producción transitorias, las cuales se caracterizan por la combinación de diferentes tipos de relaciones económicas en el contexto de una formación económica.

Por ejemplo, en el período de descomposición del régimen de la comunidad primitiva, en el marco de la familia patriarcal coexistían los restos de las relaciones gentilicias y los embriones de las relaciones esclavistas. En el período de descomposición de las relaciones esclavistas, en varios países surgió el colonato, que conjugaba elementos de las relaciones esclavistas y feudales; en el período de transición del capitalismo al socialismo algunas formas económicas conjugan en sí relaciones basadas en la propiedad colectiva y privada (capitalismo de Estado, empresas mixtas estatales-privadas, formas semisocialistas de cooperación en el campo, &c.).

¿Qué tipo de relaciones de producción?

Tipos de relaciones de producción La Historia conoce cinco tipos fundamentales de relaciones de producción: comunismo primitivo, esclavitud, feudalismo, capitalismo y socialismo. Bajo el régimen del comunismo primitivo, el hombre era impotente en su lucha contra la Naturaleza. Las herramientas de piedra sin pulimentar, el arco y la flecha, le obligaban a trabajar en común, colectivamente; de aquí también la propiedad común sobre los medios de producción y sobre los productos, no existiendo clases, ni explotación.

Con la transición al empleo de herramientas metálicas, con la aparición del hacha de hierro y del arado, las tribus nómadas pasaron a una vida sedentaria y comenzaron a dedicarse a la agricultura, a la cría del ganado y a los oficios. El aumento de la productividad del trabajo llevó a la aparición de la propiedad privada, del intercambio y de la acumulación de riquezas en manos de unos cuantos.

Aparecieron las clases: esclavos y esclavistas. Bajo el régimen esclavista, el dueño de esclavos era el propietario de los medios de producción y del propio esclavo. El trabajo, libre de explotación, de los hombres del comunismo primitivo, fue reemplazado por el de los esclavos explotados.

  • La base de las relaciones de producción de la sociedad feudal era la propiedad del señor feudal sobre los medios de producción y su propiedad parcial sobre los productores, los campesinos siervos.
  • Paralelamente a la gran propiedad feudal de la tierra, existía, sobre la base de su trabajo personal, la propiedad individual de los campesinos y de los artesanos sobre los instrumentos de producción.

El señor feudal prefería el siervo al esclavo, por mostrar el primero mayor interés en el trabajo. El siervo saldaba sus cuentas con el señor feudal en especie (una parte de la cosecha, diversas prestaciones, &c.), o en dinero, cuando la economía monetaria adquirió mayor auge (censo monetario).

El desarrollo de las fuerzas productivas, el crecimiento del comercio en el seno de la sociedad feudal, dieron nacimiento a la manufactura capitalista del gran taller en el que trabajaron para el capitalista decenas y centenares de obreros-artesanos. La introducción de las máquinas convirtió la producción manufacturera-artesana en la gran industria, modificando radicalmente las relaciones de producción.

El imperio de la gran propiedad agraria feudal y de la pequeña propiedad es sustituido por la gran propiedad industrial y comercial capitalista. La clase de los capitalistas dueños de los medios de producción, y los obreros asalariados, carentes de tales medios y explotados por los capitalistas, son las clases fundamentales de la sociedad burguesa,

Con el desarrollo del capitalismo se acentúan cada vez más sus contradicciones. El carácter social de la producción de la gran industria entra en contradicción con la forma privada de apropiación de los frutos de la producción social. La concurrencia en el imperio de la propiedad privada capitalista, así como la anarquía de la producción, la falta de principios planificadores en el desenvolvimiento de la economía, conducen a las crisis de superproducción que aniquilan las fuerzas productivas y condenan a la clase obrera al paro forzoso, a la miseria y al hambre.

Las contradicciones del capitalismo adquieren una especial agudeza en su última etapa de desarrollo, en la época del imperialismo. La revolución proletaria es la que destruye las relaciones capitalistas de producción y afianza las socialistas, las únicas que corresponden a las fuerzas productivas últimamente desarrolladas y al carácter social de la producción.

  1. Bajo el régimen socialista, que hasta hoy sólo es una realidad en la U.R.S.S., la base de las relaciones de producción es la propiedad social sobre los medios de producción, la propiedad del Estado y de las Cooperativas y Koljoses.
  2. Fueron suprimidas las clases explotadoras así como la explotación.
  3. Los productos son distribuidos según el trabajo, de acuerdo con el principio: “el que no trabaja no come”.

(Ver: Socialismo y Comunismo ). · 1946:301-302 La historia enumera cinco tipos de relaciones de producción. En el régimen comunista primitivo, el hombre era impotente en la lucha con la naturaleza. Toscos instrumentos de piedra, el arco y las flechas, obligaban a los hombres a trabajar en común, colectivamente.

  • De ahí, la propiedad común sobre los medios de producción y los productos.
  • No existían las clases, ni la explotación.
  • Con la transición a los instrumentos metálicos, con la aparición de las hachas de hierro y arados con rejas de hierro, las tribus nómadas pasaron a la sedentariedad, y empezaron a ocuparse de la agricultura, la ganadería y los oficios.

El aumento de la productividad del trabajo condujo a la aparición de la propiedad privada, el trueque y la acumulación de riquezas en manos de unos pocos. Aparecieran las clases: esclavos y amos. En el régimen esclavista, el amo era dueño de los medios de producción y del propio esclavo.

  1. El trabajo libre de explotación de los hombres de la comunidad primitiva fue suplantado por el trabajo de los esclavos explotados.
  2. La base de las relaciones de producción de la sociedad feudal, era la propiedad del señor feudal sobre los medios de producción y una propiedad incompleta sobre los realizadores de la producción: los siervos de la gleba.

Paralelamente con la gran propiedad feudal sobre la tierra, existía la propiedad de los campesinos y artesanos sobre los instrumentos de producción. Esa era una propiedad fundada en el trabajo personal del artesano y del siervo. El señor feudal prefería el siervo al esclavo, más interesado aquél en el trabajo.

El siervo pagaba al señor feudal en especie (parte de la cosecha, diversas prestaciones, &c.), o en dinero, cuando la economía monetaria se desarrolló sensiblemente (Censo monetario). El desarrollo de las fuerzas productivas y el aumento del comercio, en el seno del feudalismo, llevaron a la aparición de la manufactura capitalista: el gran taller, donde trabajaban para el capitalista decenas y cientos de obreros-artesanos.

La introducción de las máquinas convirtió la producción manufacturero-artesana en gran industria y determinó cambios radicales en las relaciones de producción. En sustitución al dominio de la gran propiedad feudal sobre la tierra y de la pequeña propiedad, vino el dominio de la gran industria y de la propiedad comercial capitalista.

La clase de los capitalistas, poseedora de los medios de producción, y los obreros asalariados, privados de esos medios y explotados por los capitalistas, tales son las clases fundamentales de la sociedad burguesa, Con el desarrollo del capitalismo se agudizaban, cada vez más, sus contradicciones. El carácter social de la producción en la gran industria entra en contradicción con la forma de apropiación de los productos de la producción social.

La concurrencia, la anarquía de producción, la falta de un principio planificador en el desarrollo de la economía, vinculados al dominio de la propiedad privada capitalista conducen a las crisis de superproducción, que aniquilan las fuerzas productivas y condenan a la clase obrera a la desocupación, el hambre y la pobreza.

Especial agudización alcanzan las contradicciones del capitalismo en el último estadio de su desarrollo: en la época del imperialismo. La revolución proletaria destruye las relaciones burguesas de producción y consolida las relaciones de producción socialistas, únicas que corresponden a las poderosas fuerzas productivas desarrolladas en el seno del capitalismo.

En el régimen socialista, que por ahora sólo existe en la U.R.S.S., la base de las relaciones de producción es la propiedad social sobre los medios de producción, propiedad del Estado y cooperativo-koljosiana. Las clases explotadoras y la explotación están suprimidas.

Los productos se distribuyen según el trabajo, conforme al principio: ” el que no trabaja, no come “. · 1959:102-104 La historia consigna cinco tipos fundamentales de relaciones de producción: la comuna primitiva, la esclavitud, el feudalismo, el capitalismo, el socialismo. Bajo el régimen de la comuna primitiva (ver) los hombres son impotentes en su lucha contra la naturaleza.

No tienen a su disposición más que groseros útiles de piedra, el arco y la flecha, y se ven obligados a trabajar en común, colectivamente. De ahí la propiedad común de los medios de producción y de los productos. No existen clases ni explotación. Con la aparición de los instrumentos de metal, del hacha de hierro y del arado con reja de hierro, las tribus nómadas pasan a la vida sedentaria y se dedican a la agricultura y a los oficios.

El crecimiento de la productividad del trabajo engendra la propiedad privada, el intercambio y la acumulación de riquezas en las manos de un reducido número. Surgen las clases: esclavos y señores. Bajo la esclavitud (ver), el señor es propietario de los medios de producción y del esclavo. El trabajo de los hombres, exento en la comuna primitiva de toda explotación, es reemplazado por el de los esclavos explotados.

Más tarde, la extensión de la esclavitud y la situación servil de los esclavos condujeron a la destrucción de la fuerza productiva fundamental de la sociedad, la mano de obra. Las sublevaciones de esclavos, así como los golpes asestados a Roma desde el exterior, provocaron la desagregación del régimen esclavista al que sucedió el régimen feudal.

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Las relaciones de producción bajo el feudalismo (ver) tienen por base la propiedad del señor feudal sobre los medios de producción, y su propiedad parcial sobre los trabajadores, los campesinos siervos. La gran propiedad de la tierra coexiste con la propiedad del campesino y del artesano sobre sus instrumentos de producción: es la propiedad fundada en el trabajo personal del artesano y del siervo.

El señor feudal prefiere el siervo, más interesado que el esclavo en su labor. El siervo paga un tributo en especie, está sometido a diversas obligaciones de trabajo gratuito, &c., y más tarde, con el desarrollo de la economía mercantil, paga un tributo en dinero.

El crecimiento de las fuerzas productivas, el desarrollo del comercio en el seno del feudalismo engendran la manufactura capitalista, gran taller en el que el capitalista explota a decenas y centenares de obreros-artesanos. La introducción de máquinas en la producción transforma la manufactura artesanal en gran industria y provoca modificaciones radicales en las relaciones de producción (ver).

A la dominación de la gran propiedad territorial feudal y de la pequeña propiedad, sucede la dominación de la gran propiedad capitalista, industrial y comercial. La clase de los capitalistas, que posee los medios de producción, y los obreros asalariados privados de medios de producción y explotados por los capitalistas, tales son las clases fundamentales bajo el capitalismo (ver).

  • Con el desarrollo del capitalismo, las contradicciones se acentúan cada vez más.
  • El carácter social de la producción en la gran industria entra en contradicción con la forma privada de la apropiación.
  • La competencia, la anarquía de la producción, la explotación despiadada de los obreros y de todos los trabajadores, que son los principales consumidores, todos esos fenómenos inseparables de la dominación de la propiedad privada capitalista, desembocan en crisis de superproducción que destruyen las fuerzas productivas y condenan a la clase obrera a la desocupación, al hambre y a la miseria.

Las contradicciones del capitalismo se hacen particularmente agudas en la fase suprema de su desarrollo, en la época del imperialismo. Las relaciones de producción capitalistas dejan de corresponder al carácter de las fuerzas productivas de la sociedad y se oponen a ellas en una contradicción irreductible.

La revolución proletaria destruye las relaciones de producción burguesas y establece relaciones de producción socialistas, que corresponden plenamente a las fuerzas productivas en desarrollo, al carácter social de la producción. Bajo el socialismo (ver) las relaciones de producción tienen por base la propiedad colectiva de los medios de producción: propiedad del Estado y propiedad cooperativa koljosiana.

Las clases explotadoras y la explotación son suprimidas. Los productos se reparten de acuerdo con el trabajo suministrado, según el principio: “El que no trabaja no come”. (Ver Socialismo; Comunismo ). · 1959:503-504 · 1965 · 1984   : Tipos de relaciones de producción

¿Qué son las relaciones de producción para Marx?

Así lo define Marx en el mismo texto: ‘El conjunto de estas relaciones de producción constituye la estructura económica de la sociedad, la base real, sobre la cual se eleva una superestructura jurídica y política y a la que corresponden formas sociales determinadas de conciencia.

¿Qué relación existe entre una empresa y una producción?

Las empresas son las encargadas de la producción, es decir, de los bienes y servicios que se ofrecen en el mercado. La actividad económica productiva consiste en la transformación de materias primas y produc- tos semielaborados en bienes, mediante el empleo del trabajo, el capital y otros factores.

¿Cuáles son los dos aspectos que presenta la producción?

Producción · 1946 Proceso de creación de los bienes materiales necesarios a la vida de la sociedad. En su condición de actividad racional de los hombres, orientada hacia la adaptación de los objetos naturales a las necesidades humanas por medio del cambio de sus formas, la producción es la condición natural constante de la vida humana.

  1. En el transcurso de la producción, los hombres actúan también los unos sobre los otros agrupándose de una manera determinada para una actividad común.
  2. Sólo dentro del marco de sus relaciones, sociales, los hombres ejercen su acción sobre la naturaleza.
  3. Por eso, la producción tiene siempre un carácter social.

Ella tiene dos aspectos: las fuerzas productivas que expresan el comportamiento de la sociedad respecto a la naturaleza sobre la que actúa para procurarse los bienes materiales, y las relaciones de los hombres entre sí en el curso de la producción. La unidad de las fuerzas productivas y de las relaciones de producción constituye el (ver), principal motor del desarrollo social, que determina el carácter de un régimen social determinado.

La producción tiene tres particularidades. La primera, es que se halla siempre en vías de cambio y de desarrollo. El cambio del modo de producción provoca el del régimen social, de las ideas, de las instituciones políticas, jurídicas y demás, provoca el cambio total del régimen social. La segunda particularidad de la producción consiste en que esos cambios y su desarrollo comienzan siempre por el de las fuerzas productivas y, ante todo, por el de los instrumentos de producción.

Lo que distingue a una época económica de otra, dice Marx, no es tanto lo que se fabrica, sino la manera de fabricar, los medios de trabajo con los cuales se fabrica. Las modificaciones y el desarrollo de las fuerzas productivas provocan una modificación correspondiente de las relaciones de producción.

  1. Así, el progreso de la sociedad humana está determinado por una ley económica objetiva, la (ver).
  2. La tercera particularidad, es que las nuevas fuerzas productivas y las relaciones de producción que les corresponden aparecen en el seno mismo del viejo régimen social y no fuera de ese régimen o después de su desaparición.

La producción social comprende dos grandes sectores: I) producción de los medios de producción (máquinas, edificios, materias primas, &c.), y II) producción de objetos de consumo personal. La producción social se divide en diferentes ramas cuyo conjunto constituye la economía nacional.

  • El proceso de la producción social es al mismo tiempo, el de la reproducción.
  • Lo que caracteriza la reproducción ampliada es el desarrollo del primer sector con prioridad respecto al segundo, ley valedera tanto para la sociedad capitalista como para la sociedad socialista.
  • Sólo los resultados de su acción difieren: bajo el capitalismo, conduce al enriquecimiento de los capitalistas y al empobrecimiento del proletariado, al aumento de la desocupación, &c., mientras que bajo el socialismo, su resultado es el rápido desarrollo de toda la economía nacional, el mejoramiento material y cultural de las masas trabajadoras.

Contrariamente al sistema capitalista, cuya finalidad es la carrera en pos del máximo de plusvalía, de superbeneficio por medio de la explotación de los trabajadores, la producción socialista está subordinada al hombre, a la satisfacción máxima de las necesidades materiales y culturales sin cesar crecientes de toda la sociedad.

Sometida a las leyes de la competencia y a la anarquía, la economía capitalista, periódicamente interrumpida por crisis, se desarrolla al precio de la subproducción crónica de las empresas, del aumento del ejército permanente de desocupados, del empobrecimiento de los trabajadores. En cuanto al régimen socialista, éste asegura un crecimiento regular, ininterrumpido, y el perfeccionamiento de toda la producción social sobre la base de una técnica superior, lo que implica el desarrollo preferente de la producción de medios de producción.

Elimina para siempre la desocupación, la miseria y la pobreza, alivia el trabajo de los obreros, asegura a cada trabajador los medios de desplegar sus capacidades y sus talentos en la producción social. El auge continuo de la producción socialista, al implicar el desarrollo preferente de la producción de los medios de producción, constituye una de las condiciones principales del pasaje de la economía socialista a la economía superior comunista.

  • · 1959:422-423 Proceso de consumo de la fuerza de trabajo y creación de medios de producción y objetos de uso personal necesarios para la existencia y desarrollo de la sociedad humana.
  • El proceso de producción como actividad humana dirigida a un fin por medio de la cual los hombres actúan sobre la naturaleza exterior y la modifican con el fin de adaptarla a sus necesidades, a la vez que modifican su propia naturaleza, constituye una condición natural y eterna de la vida humana.

Los elementos fundamentales de todo proceso de producción son: la actividad de los hombres dirigida a un fin, su trabajo, el objeto del trabajo y los medios de trabajo. En el proceso de la producción, los hombres actúan también unos sobre otros, agrupándose de manera determinada para una actividad conjunta.

Ello explica que la producción posea siempre un carácter social. Por consiguiente, la producción presenta dos aspectos: el de las fuerzas productiva s y el de las relaciones de producción, La producción está indisolublemente relacionada con la distribución, el intercambio y el consumo, forma con ellos un todo único, con la particularidad de que la producción aparece como momento inicial y determinante respecto al consumo.

La producción está relacionada con el consumo por medio de la distribución, la cual, condicionada por el modo de producción, por la forma de propiedad, establece el volumen de la parte de producto social que reciben los diversos miembros de la sociedad.

  1. La producción siempre existe en una forma social determinada, históricamente constituida.
  2. Puede ser producción de la comunidad primitiva, esclavista, feudal, la pequeña producción mercantil; capitalista, socialista.
  3. Los rasgos generales de la producción (unidad de sus elementos fundamentales, vínculo con la distribución, el intercambio y el consumo) adquieren un carácter diverso según sea su tipo histórico, es decir, el modo de producción, el carácter de las relaciones de producción ( Capitalismo, Socialismo ).

· 1965:376-377 Concepto que caracteriza el proceso de transformación activa de la naturaleza por el hombre con el objeto de crear las condiciones materiales necesarias para su existencia. A diferencia de los animales, que satisfacen sus necesidades con lo que les da la naturaleza, el hombre produce todo lo necesario para su vida: alimentos, ropa, vivienda, &c.

Así pues, la producción es la condición natural eterna de la vida humana, base de toda la historia de la humanidad. Para producir cualquier cosa se necesitan tres elementos: el objeto de la naturaleza del que se pueda fabricarla; los medios de trabajo con cuya ayuda se fabrica dicha cosa; y la actividad del hombre orientada a un fin, que se expresa en su trabajo,

La producción siempre reviste un carácter social y comprende dos tipos de relaciones: la relación de los hombres con la naturaleza, que se expresa en el concepto de fuerzas productivas (refleja el contenido del proceso de producción), y las relaciones entre los hombres, que se caracterizan con el concepto de relaciones de producción (refleja la forma social del proceso de producción).

  • La interrelación de estos dos aspectos se determina por la ley de la correspondencia de las relaciones de producción al carácter y nivel de desarrollo de las fuerzas productivas,
  • La producción siempre existe realmente como modo de producción históricamente determinado: comunal primitivo, esclavista, feudal, capitalista, comunista.

La producción en general es una abstracción que permite disociar y caracterizar algunos elementos generales inherentes a cualquier modo de producción. La producción está orgánicamente enlazada con la distribución, el intercambio y consumo de lo producido.

La producción y el consumo son dos polos de la vida social contrarios y, a la vez, interconectados. Lo determinante en esta interacción es la producción, que, además de crear el artículo de consumo y determinar el modo de consumo, constituye también la base de la aparición y el desarrollo de las necesidades humanas.

En el proceso de producción, el hombre no influye sólo sobre la naturaleza y la cambia, sino que modifica su propia naturaleza, sus capacidades y conocimientos, necesidades e intereses. La producción está vinculada con el consumo a través de la distribución del producto acabado, que depende del carácter de las relaciones de producción, en cuyo marco se realiza la producción.

En las formaciones divididas en clases antagónicas, los propietarios de los medios de producción –esclavistas, terratenientes, capitalistas– se apropian del plusproducto y a veces también de una parte del producto necesario, mientras que las masas trabajadoras (esclavos, campesinos, proletarios), privadas por completo o en parte de los medios de producción, se ven obligadas a satisfacerse con una parte mínima de la riqueza producida por ellas mismas.

La revolución socialista suprime esta injusticia. Al afianzarse la propiedad social y liquidarse las clases explotadoras, el proceso de producción se subordina a la demanda de satisfacer las necesidades crecientes de todos los miembros de la sociedad.

¿Cuáles son los 5 modos de producción?

Surgió la necesidad de liberarse de la cadena inmutable de los cinco modos de producción: comunitario-esclavista-feudal-capitalista-socialista.

¿Qué son los medios de producción ejemplos?

Se entiende por producción al proceso por medio del cual se crean los bienes económicos que han de satisfacer las necesidades humanas. Esa producción existe en cualquier sociedad, pero en grados muy diferentes. Tampoco se produce con arreglo a las mismas pautas sino que, salvando aquéllas que forman parte de la división elemental del trabajo la variación es grande.

Cualquier forma de producción requiere actividades encaminadas a un fin y requiere medios para alcanzar dicho fin. Es importante apreciar que la producción genera relaciones sociales que cambian en las sociedades y en las épocas, de acuerdo con las normas, los valores y las creencias propias de las culturas.

Los procesos de cambio afectan a todos los ámbitos de la cultura e introducen modificaciones que pueden ser sustantivas en la producción, como también lo pueden ser en la distribución y en el intercambio. El característico consumo de nuestras sociedades occidentales retroalimenta una inmensa producción que ha sido desconocida en otras épocas.

El concepto de medio de producción, como el de modo de producción y otros fue introducido por la teoría marxista en la crítica social. En la actualidad se consideran útiles para realizar análisis teóricos, aunque con algunas diferencias con respecto a su significado de origen. En general, podemos entender por medios de producción los instrumentos y materiales que intervienen en el proceso de trabajo. De este modo, hacen referencia a la obtención de materias primas, a la producción de los derivados de las mismas y a todo lo que conduzca a la obtención final de los bienes materiales. Todo aquello que el ser humano requiere para actuar sobre la Naturaleza o sobre los objetos en general se puede incluir en los medios de producción, si cumple con el requisito que se acaba de mostrar: que el resultado final que se pretende sea el de la obtención de bienes materiales. Así, se consideran medios de producción la tierra, las herramientas (elementales o complejas, como las máquinas), las unidades materiales de producción (fábricas, talleres y oficinas), los almacenes, los transportes y el dinero. Dependiendo de las épocas y de las sociedades, se producen modificaciones en la relación de medios de producción. Algunos, como los útiles, están presentes en todas las culturas. Sin embargo, mientras en algunas sociedades la tierra tan sólo genera derechos de uso, en otras, además de producir estos mismos derechos genera también otros, como los de propiedad. Las primeras sociedades que incorporaron el dinero lo hicieron hacia el siglo VII a.C., mientras que otras lo han hecho en época tan reciente como el siglo XX. El capitalismo y la industrialización consecuente han hecho más compleja la relación de medios de producción. En los análisis antropológicos el uso de los medios de producción tiene una gran importancia. En algunas sociedades, como las forrajeras, los vínculos entre los individuos y la tierra son transitorios y breves. En otras, como en las de los horticultores, son algo más duraderos, pero transitorios por lo general, tanto porque cada vez que se agota la tierra que explotan se trasladan para iniciar el cultivo en un espacio distinto, como porque las parcelas son asignadas por el grupo a las familias con carácter temporal, a veces por el tiempo que dura un ciclo vegetativo. En las sociedades de agricultores, sin embargo, el vínculo entre las personas y la tierra, es muy duradero. Los medios de producción están ligados a unas relaciones sociales que son cambiantes culturalmente. El matrimonio, la familia y los grupos de filiación son requisitos insalvables del acceso a la tierra y a los demás medios de producción en muchas sociedades de horticultores, por ejemplo. En otras, el acceso a la tierra y a los medios de producción tiene un carácter más individual, pero siempre en el marco de relaciones sociales institucionalizadas. En las sociedades de pastores, el matrimonio, la familia y el grupo de filiación procuran el acceso a los ganados y al aprovechamiento de los pastos. Ahora bien, mientras que la relación con los animales genera permanencia y exclusividad, no así la relación con la tierra que deviene en derechos de uso de muy diversa índole. Valgan como ejemplo las conclusiones del trabajo de F. Barth acerca de los pastores de Irán y de Afganistán.

3.6.2 La organización del trabajo

En todas las sociedades humanas el trabajo está organizado con arreglo a criterios que tienden a ser predecibles. Sin embargo, entre las sociedades de cazadores-recolectores y las nuestras hay grandes diferencias. También entre las sociedades complejas hay pautas culturales muy variadas. Existe una división social del trabajo a la que Durkheim (1859-1917) denominó elemental, tal como el autor explica en la obra que lleva este mismo título, La división del trabajo social (1893), la cual es universal, aunque por razones de progreso tecnológico ha quedado difuminada en las modernas sociedades complejas. Esta división elemental del trabajo utiliza los criterios de edad y sexo. Por lo que parece, de acuerdo con las numerosas investigaciones antropológicas, en las sociedades llamadas “primitivas” el criterio en la organización del trabajo es elemental, básicamente dado por la edad y el sexo, aunque cuando se desciende al detalle concreto se aprecia que hay roles que pueden ser desempeñados igualmente por hombres que por mujeres, de modo que la asignación a aquéllos o a éstas es puramente cultural. En estas sociedades, aunque la regla más habitual es que los hombres cazan y las mujeres recolectan, la separación de roles es un tanto difusa. Las mujeres pueden participar en algunas labores de caza, sobre todo si es caza de animales de pequeño tamaño con riesgo menor. En estas mismas sociedades “primitivas”, si se las puede llamar así, el liderazgo es muy ocasional. El grupo puede cambiar de líder tantas veces como cambie de actividad. Aunque el liderazgo del grupo es generalmente masculino, el de algunas actividades puede ser femenino. Por otro lado, dado que el consenso en la toma de decisiones es tan importante, en algunas de estas sociedades no es raro que las mujeres participen en pie de igualdad en la elección. Algunos trabajos antropológicos sobre los bosquimanos como el de G. Silberbauer Hunter and Habitat in the Central Kalahari (1981), en épocas recientes, cuando todavía existían grupos dedicados auténticamente a la caza y a la recolección, prueban la existencia de este principio. Los grupos cooperativos de las sociedades forrajeras se basan a menudo en el parentesco. En otras sociedades tradicionales, de horticultores y de agricultores, aunque el parentesco sigue siendo un criterio en la formación de grupos, hay otros que son tan importantes o más. El tamaño de estos grupos cooperativos es muy variable entre las distintas sociedades. El tamaño de una banda de forrajeros cambia también dependiendo de la época del año. La abundancia o escasez de alimentos y de agua explican la dispersión o el reagrupamiento de personas. Por ejemplo, entre los !kung bosquimanos la ausencia de agua da lugar a reagrupamientos en torno a las charcas. La división elemental del trabajo se percibe también en las sociedades de agricultores tradicionales. Las mujeres realizan los trabajos que requieren menores inversiones en energía física, aunque las tareas de estas últimas suelen precisar un tiempo de desarrollo mayor. También hay preferencia, regularmente, por unir en la mujer el trabajo del espacio doméstico con los trabajos agrarios secundarios: la crianza de los hijos y la molienda rudimentaria del grano. Algunas tareas que requieren menor fuerza física son realizadas por hombres y mujeres según las culturas, e incluso según las épocas del año, atendiendo a criterios muy variados. En el caso de las sociedades de pastores, los hombres se ocupan a menudo de los animales más grandes, sobre todo de las tareas que requieren mayor fuerza. Sin embargo, hay roles ganaderos muy cambiantes, como por ejemplo el ordeño. Este último no es raro que sea llevado a cabo por mujeres. También se observa que los trabajos especializados en muchas sociedades, con más razón cuando es más simple la organización, no se realizan a tiempo total, como en las sociedades complejas. En las sociedades tradicionales los especialistas artesanos lo son a tiempo parcial, de modo que sólo practican la artesanía cuando la dedicación a las tareas agrarias lo permite. La especialización se ha incrementado hasta extremos inimaginables en las modernas sociedades complejas, en las cuales las dificultades de las tareas y la productividad llevan aparejada una minuciosa cualificación. Así se explica que la especialización en nuestras sociedades haya devenido en una permanente modificación del estatus: riqueza, prestigio y poder. Las modernas sociedades complejas, nacidas del capitalismo y de la industrialización, aunque en la actualidad se hallen en fase postindustrial, se caracterizan por la existencia de un liderazgo, también complejo y cambiante, contrapesado con numerosos controles. Otra particularidad de nuestras modernas sociedades complejas, surgidas de las circunstancias que se acaban de señalar, es la existencia del contrato de trabajo que ata a los empresarios y a los trabajadores, de acuerdo con el cual éstos saben, al menos, cuánto tienen que trabajar, cuándo deben trabajar y cómo deben trabajar. El trabajo se compra y se vende por unidades que, ocasionalmente, pueden ser mínimas.

3.6.3 El estímulo hacia el trabajo

En todas las sociedades las personas trabajan en una escala que va desde las consideradas muy activas y diligentes hasta las menos laboriosas. En general, se observa que las personas más trabajadoras son mejor valoradas socialmente, al revés de lo que sucede con las holgazanas. De hecho, también por regla general, la socialización de las personas suele acompañarse del aprecio hacia los valores que ensalzan el trabajo. Un ejemplo de la valoración positiva que suscita la laboriosidad lo tenemos en el big man de las sociedades de Nueva Guinea, que a menudo se esfuerza por aparentar, al menos, ser persona trabajadora. Pero en otras sociedades, los aspirantes al liderazgo hacen lo propio. Ciertamente, sin embargo, que una sociedades son mucho más tolerantes que otras con los holgazanes. En las modernas sociedades occidentales la holgazanería se asimila con el desvalor, y hasta existe, o ha existido, en algunos Estados, legislación inflexible hacia quienes rechazan el trabajo en sociedades de signo político muy diverso. Por el contrario, en las sociedades igualitarias de los forrajeros existe, generalmente, una cierta comprensión con la holgazanería aunque, a cambio, los perezosos no participen en el reparto del botín diario en las mismas condiciones que los cazadores más activos, sino en otras menos favorables. También es evidente que en la mayor parte de las sociedades no sólo se presenta al trabajo como un valor, sino que se fuerza al individuo a que trabaje, incluso sin contraprestación a cambio. En las sociedades esclavistas el ser humano tan sólo recibía lo necesario para seguir trabajando, en forma de comida y de vestido (recuérdese que la abolición de la esclavitud se produjo en los países occidentales en el siglo XIX y en algunos no occidentales en el siglo XX), pero en otras sociedades existen condenas que convierten al trabajo en una obligación imperativa y gratuita por su propia naturaleza. Ahora bien, existen formas de trabajo forzado que pasan más desapercibidas en nuestras sociedades. Así sucede con los trabajos propios del servicio militar obligatorio. Pero, incluso, hay trabajos forzados universales, en nuestras propias sociedades, como son los debidos a los tributos. El ciudadano tributa con una parte del trabajo que realiza en beneficio de alguna de las Administraciones del Estado. Antes habíamos visto como algunas de esas obligaciones propias del trabajo forzado pueden ser impuestas por los particulares, como era el caso de las sociedades esclavistas. Pero aunque la esclavitud haya sido abolida, todavía muchos particulares a través de los contratos obligan a la otra parte a satisfacer rentas extraordinariamente onerosas, en forma por ejemplo de aparcerías. Más aún, algunos particulares, al margen de la legislación, y conviviendo, por tanto, con el delito, pueden obligar a otra persona a cumplir con obligaciones que suponen la detracción injusta de un porción, mayor o menor, del trabajo que realizan.

Enlaces externos: 3.6.4 Los modos de producción

Al igual que sucede con el concepto de medio de producción, también el de modo de producción procede de los análisis de la sociedad introducidos por Marx. Su utilidad reside en que, gracias a él, podemos concretar la forma en que una sociedad realiza su producción mediante la identificación con una serie de modelos preestablecidos, los cuales lejos de ser muy numerosos, lo cual oscurecería la visión, son tan sólo unos pocos. La interpretación de Marx y de Engels en La ideología alemana (1845) y de Marx en el Manifiesto Comunista (1948), posteriormente superada, consistió en suponer que los modos de producción eran estadios de la evolución que rígidamente se iban sucediendo, de acuerdo con el desarrollo de las fuerzas productivas y la existencia de unas relaciones de producción concretas. Para ello, Marx partió de la abundante información contenida en las obras de A. Smith, D. Ricardo, T. Malthus y otros. Entendemos por modo de producción la forma en que una sociedad organiza su producción. Esta organización se logra a partir de unas relaciones de producción que organizan la mano de obra y los medios de producción de formas concretas y variables según las sociedades, pero sin que obedezca a una sucesión rígida de criterios. La aproximación en la concepción del modo de producción hace análogas a las sociedades, lo cual es útil a la hora de realizar una tipología. Los modos de producción originariamente identificados por Marx (primitivo, esclavista, feudal, capitalista y comunista, a los que añade posteriormente el asiático en Formaciones económicas precapitalistas, 1858) no son exactamente los que se suelen emplear en los análisis actuales de las ciencias sociales, aunque es innegable su inspiración. Las diferencias entre ellos son muy notables y, así, mientras que en algunos de estos modos de producción la tierra carece de valor de compraventa, en otros, como en el modo de producción capitalista dominante en el mundo actual puede llegar a ser muy alto. Lo dicho para la tierra sirve, igualmente, para la fuerza de trabajo. Como ejemplo del problema que suscita el uso rígido de los conceptos de Marx, cuando habla del modo de producción primitivo se está refiriendo a una concepción en la cual existe lo que él llama propiedad colectiva de la tierra. La teoría antropológica sostiene desde hace mucho tiempo que el concepto de propiedad es ajeno a las sociedades primitivas, y por ello también el de “propiedad colectiva”. Por el contrario, sí cabría hablar de uso colectivo de la tierra en las sociedades primitivas. En el sistema capitalista de producción, o en el modo de producción capitalista como se expresa en términos marxistas, los valores de las cosas vienen dados, casi exclusivamente, por la oferta y la demanda que se convierten en motores del mercado y, por tanto, del movimiento económico. Marx se refirió a este hecho con la metáfora del fetichismo de la mercancía (las mercancías, tras ser producidas se independizan en el mercado de los individuos que las producen). Merece la pena traer a colación el caso de los campesinos cuya producción supone una parte importante de los bienes que se generan en muchas economías actuales, especialmente de Iberoamérica, Asia y África. El característico modo de producción que está presente entre los campesinos, basado en la subsistencia, sería ajeno al modo de producción capitalista, tal como se viene poniendo de relieve desde la publicación de la obra de A. Chayanov La organización de la unidad económica campesina (1925), y aún desde mucho antes. La singularidad de los campesinos y de su modo de producción fue objeto de un interesante análisis en la obra de E. Wolf, al mostrar que los mismos producen más que para la simple subsistencia, que el autor concreta en una serie de fondos (de reposición, de renta, ceremonial) que le obligan a pone en el mercado una parte de la producción. En la actualidad no sólo se habla de modos de producción con denominaciones muy variadas sino que, desde el punto de vista antropológico, se piensa que el entorno y los recursos pueden condicionar las estrategias productivas que devienen en modos de producción concretos. También se piensa que la suma de innovaciones da como resultado la progresiva modificación del modo de producción.

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Last modified: Wednesday, 21 June 2017, 1:37 PM

¿Cómo son las relaciones de producción en el capitalismo?

Relaciones sociales capitalistas En el modo de producción capitalista la creación de relaciones sociales se reconoce fundada en un proceso de separación de las esferas económica, política y social, que permite mostrar las relaciones de producción despolitizadas y desprovistas de sus verdaderos intereses y contradicciones, dejando de ser entendidas como producto de la explotación de la fuerza de trabajo por parte del capital o de la lucha de clases, sino más bien como relaciones naturales.

Esta naturalización o despolitización de las relaciones sociales es una de las grandes ganancias del capitalismo y, según Wood (2011), la economía política burguesa atiende su objetivo ideológico cuando trata a la sociedad como algo abstracto y la producción como parte de leyes naturales eternas e independientes de la historia introduciendo las relaciones burguesas también como naturales e inviolables.

Desconocer la historia de las relaciones sociales en el capitalismo sería ignorar el papel ideológico que ha creado un tipo de relación entre las personas, entre las clases sociales y entre estas con los medios de producción. Se acepta la dependencia del mercado, la disponibilidad para la venta de la fuerza de trabajo, la flexibilidad laboral y la expropiación de derechos.

Al contrario de lo anterior, en este texto se entiende la estrecha asociación entre el modo de producción económico con el tipo de relaciones sociales y la disposición del poder en una sociedad. Wood (2011) señala, comentando a Marx, que el modo de producción no es un fenómeno económico sino también uno social que crea las relaciones necesarias para mantener el control sobre la producción y la apropiación; específicamente, la autora señala que “la base productiva en sí misma existe sobre el aspecto de formas políticas, sociales y jurídicas, en particular, formas de propiedad y dominación” (29).

La producción como actividad social permite subordinar las relaciones sociales al modo de producción econó-mic0, por tanto, la disposición del poder y las formas jurídicas son mecanismos que mantienen una cierta relación social funcional, es decir, apropiada para la explotación y la acumulación capitalistas.

  • De ahí que se entiendan también las políticas sociales dentro del capitalismo como parte de una formalidad jurídica que regula las relaciones capital-trabajo y luego las relaciones capital-no trabajo para mantener el orden social dentro de este modo de producción.
  • Que las políticas sociales en el capitalismo respondan a los intereses de lucro del capital permite entender esa gran contradicción entre los objetivos formales de la protección social y la necesidad de mantener la acumulación de capital y la propiedad privada.

Específicamente, las relaciones sociales en el modo capitalista de producción se sustentan en la creación de lo que se ha venido a llamar bienes extraeconómicos ( Mandel 1985 ), que por estar relacionados con aspectos políticos, sociales o jurídicos y desligados de los asuntos económicos, cumplen el papel de ocultar las verdaderas desigualdades y contradicciones entre clases, para constituir relaciones sociales que concretan la existencia del capital, es decir, el lucro.

Los bienes extraeconómicos que históricamente cumplen esta función son relacionados con la obtención de los derechos de libertad e igualdad que permitieron dar el paso del modo de producción feudal al capitalista y mantener después las relaciones sociales sin confrontar la propiedad sobre los medios de producción.

Así, la libertad e igualdad fueron vistas como ganancias del individuo en su camino por mantener los derechos ciudadanos en la sociedad, sin embargo, pasaron a ser bienes jurídicos extraeconómicos que disociaban la identidad y el estatus social, facilitando la coexistencia de las desigualdades de clase.

Para Mandel (1985) estos bienes extraeconómicos dan una apariencia de libertad e igualdad a las verdaderas relaciones de dependencia y sujeción económica: El gobierno del capital se distingue de todas las formas pre-capitalistas de gobierno por el hecho de no basarse en relaciones extraeconómicas de coerción y dependencia, sino en relaciones libres de intercambio que disimulan la dependencia y la sujeción económica del proletariado (separación entre medios de producción y subsistencia) y le dan una apariencia de libertad e igualdad.

(33) Los derechos de libertad e igualdad apropiados por la clase social dominante, la burguesía, facilitan el rompimiento con las condiciones del modo de producción feudal que no favorecía la propiedad privada ni la acumulación capitalista. Hay que tener en cuenta que, al contrario del capitalismo, en el modo feudal de producción el trabajo era impuesto sobre formas de deuda, esclavitud, relaciones tributarias, impuestos, entre otros.

  1. Más que un vínculo jurídico, entre el señor y el vasallo existía una relación de dependencia personal dada por la aceptación de un señor como protector, al cual se debía una cierta fidelidad personal pero también una contraprestación económica ( Rodríguez 2008 ).
  2. Se distingue que durante el feudalismo no existía una relación de esclavitud entre el señor y el vasallo, pero sí una relación de dependencia de la cual se busca liberar la nueva clase burguesa.

Esta independencia garantizaba que la producción no fuera a parar a manos del señor feudal sino que pudiera ser mercantilizada libremente, esa libertad permitía quitar el carácter comunitario de la producción y darle uno privado. De ahí la importancia ideológica que representó para el capitalismo la separación entre la tenencia de la tierra y la condición política, lo cual dejaba sin legitimidad la propiedad de la tierra por parte del señor feudal.

  1. La proclama más visible fue entonces el trabajo libre, principio del modo de producción capitalista y soporte sobre el cual se construirían las relaciones sociales dentro de este modo de producción.
  2. Así, siendo su precursor, el feudalismo como modo de producción económico y social explica la coyuntura de la proclamación de los nuevos derechos a la libertad e igualdad.

La primera de las cuales se refería tanto a la fuerza de trabajo como a la relación social predominante de esa época, el vasallaje. La libertad y la igualdad se constituyeron como bienes extraeconómicos asociados por la ideología liberal como cualidades propias e innatas de cada individuo y, por lo tanto, universales.

  1. Sin embargo, también se reconoce que guardan una estrecha relación con el fortalecimiento de la sociedad burguesa y las condiciones sociales de reproducción del capital, particularmente, la protección de la propiedad privada.
  2. Esta última relación es evidente en el texto Sobre la cuestión judía, donde Marx contesta a la pregunta sobre lo que es la libertad, la igualdad y, agrega otro bien extraeconómico de la sociedad burguesa, la seguridad.

En resumen, dice el autor, la libertad es un derecho a la propiedad privada, la igualdad es igualdad de la libertad y la seguridad es la garantía de protección de la propiedad, de la persona y de sus derechos. Estos tres como principios de la emancipación política tienen en común promulgar la individualidad de la sociedad burguesa, y, por esto, Marx los reconoce exclusivamente como derechos de esta sociedad.

  • Para él, “la emancipación política es la reducción del hombre, por un lado, a miembro de la sociedad burguesa, a individuo egoísta independiente, y por otro, a ciudadano, a persona moral” (2010, 49).
  • Por otra parte, Wood (2011) señala que el verdadero objetivo de la igualdad política formal es conseguir la coexistencia entre la explotación económica y la libertad e igualdad cívica.

La preocupación del ciudadano será entonces conseguir estos bienes extraeconómicos al margen de su posición en el control y propiedad sobre los medios de producción. La posición que un ciudadano ocupa en el modo de producción capitalista ya no es preocupante y mucho menos contradictoria, es una relación básicamente anulada.

  • Este bien extraeconómico, la igualdad política formal, representa una tarea sin precedentes para la clase burguesa que debe preservar la división entre la élite y un cuerpo de ciudadanos cada vez más activo.
  • Esta tarea se completa con la formulación de la democracia liberal que viene a contener las potencialidades del poder popular y a ordenar la forma de representación de los ciudadanos, que sin perder sus derechos pudieran ser limitados en ellos, asegurando las condiciones de privilegio de la clase burguesa.

Así, la democracia representativa es una configuración del nuevo poder de la clase burguesa que requiere del poder político para mantener su posición como propietaria sobre los medios de producción, contando ahora con el apoyo electoral de la multitud.

Además de esto, se reconoce en la democracia representativa una renuncia al poder político y, por tanto, una alienación por parte de los trabajadores libres asalariados ( Wood 2011 ). En resumen, el liberalismo y la democracia liberal tienen en esencia el mismo fin: mantener los bienes extraeconómicos que anulan la contradicción del capital y conservar el poder económico con sus propias relaciones de poder que no son afectadas por condiciones políticas, jurídicas o militares de cada individuo.

Como señala Wood: La idea de “democracia liberal” solo se tornó pensable -y quiero decir literalmente pensable- con el surgimiento de las relaciones sociales capitalistas de propiedad. El capitalismo hizo posible la redefinición de la democracia y su reducción al liberalismo.

De un lado pasó a existir una esfera política separada en la cual la condición “extraeconómica” -política, jurídica o militar- no tenía implicaciones directas para el poder económico, el poder de apropiación, de exploración y distribución. De otro lado, pasó a existir una esfera económica con sus propias relaciones de poder que no dependían de privilegio político ni jurídico.

(2011, 201) La autora identifica la coexistencia entre la igualdad política y la desigualdad económica y cómo las relaciones de clase entre capital y trabajo pueden sobrevivir con la consecución de derechos políticos, incluido el sufragio universal. Políticas sociales: entre las necesidades humanas y los intereses del capital Entendiendo que las relaciones sociales capitalistas parten de la constitución de bienes extraeconómicos que no confrontan la exploración del trabajo por parte del capital, sino por el contrario, se encuentran asociados a los intereses del capital, es posible interpretar los sistemas de protección social, incluidas sus políticas sociales, como parte de esos bienes extraeconómicos que regulan las relaciones capital-trabajo.

En general, los sistemas de protección social son interpretados como una concesión a la lucha de la clase trabajadora, sin embargo, aunque incluyeran acciones de este tipo, los sistemas de protección social no pueden dejar de entenderse como funcionales a la estabilidad del modo de producción capitalista.

Mandel (1985) reconoce así un efecto contradictorio a la evolución del Estado burgués: en la medida en que aumentaban los monopolios, la sobreacumulación, la exportación de capitales, los dominios coloniales y la influencia de potencias imperialistas; surgió también una fuerte organización de la clase trabajadora, siendo, por tanto, necesario modificar el papel del Estado burgués, el cual debe configurar la nueva forma de relacionamiento social que surge dentro de este modo de producción.

  • Esta relación se configura por la legislación social como mediadora de la relación capital -trabajo y como contenedora de las contradicciones propias de las desigualdades de clase-.
  • Para el autor, lo que se promueve en el Estado social no es una redistribución de la renta sino un reformismo funcional a la economía capitalista: Todas las ilusiones subsecuentes relativas a un “Estado social” se basan en una extrapolación arbitraria de la tendencia en la falsa creencia de una redistribución creciente de la renta nacional, que tiraría del capital para dar al trabajo las ilusiones en cuanto a la posibilidad de socialización a través de la redistribución no pasan, típicamente, de estadios preliminares de desarrollo de un reformismo cuyo fin lógico es un programa completo para la estabilización efectiva de la economía capitalista y de sus niveles de lucro.

( Mandel 1985, 339) Este reformismo social no contempla el cambio en las estructuras de poder ni en el campo económico ni tampoco dentro de las relaciones sociales o políticas. Por el contrario, tal como se identificó dentro del proceso de legitimación de la categoría de trabajo libre, parte de la dominación capitalista consiste en mostrar esa disociación entre las esferas de la vida de las personas para facilitar la coexistencia de las desigualdades de clase y, en contraposición, la permanencia de los intereses de una clase dominante.

  • Para efectos de este texto, se entiende que las políticas sociales responden a la lógica capitalista y, en esa medida, sus objetivos están muy lejos de sus intencionalidades.
  • Ian Gough plantea cómo los Estados de bienestar articulan las relaciones entre las necesidades humanas y las del capital, lo que hace de las políticas sociales una unidad contradictoria que se mueve entre mejorar el bienestar social, empoderar los individuos, ejercer control sobre las fuerzas del mercado o controlar y adaptar las personas a la forma de economía capitalista.

El autor sostiene además que mientras se mantenga esta contradicción, existe la posibilidad que las necesidades del capital no ahoguen las necesidades humanas (2003, 52). Las necesidades del capital y las humanas difieren en sus metas a alcanzar y por eso también la gran contradicción que se presenta entre la formulación, implementación y alcances de las políticas sociales.

Según este mismo autor, las necesidades humanas tienen como meta la participación y liberalización, contrapuesto a las necesidades capitalistas cuya meta es la expansión de ganancias. De acuerdo con la matriz de las necesidades básicas que desarrolla Gough, las políticas estatales, económicas y sociales se identifican como un satisfactor específico del capital, es decir, el medio por el cual este satisface su necesidad básica de lucro.

Se pueden reconocer las políticas sociales como una formalidad jurídica del capitalismo mediante la cual son cedidos ciertos derechos sociales sin que queden en evidencia las desigualdades de clase o la propiedad sobre los medios de producción. Todas las políticas sociales responden en esta lógica y, quizá por este motivo, los objetivos de las políticas sociales promulgan el acceso a derechos pero cada vez más responden solamente a los intereses del capital.

Como señala Boschetti: El reconocimiento de los derechos sociales y, sobre todo, su universalización en los sistemas de protección social capitalista, sea en forma de bienes o servicios, sea en forma de prestaciones sociales monetarias, posibilitarán la mejoría en las condiciones de vida, cierta reducción de las desigualdades sociales y cierta socialización del fondo público, sin embargo, no des-mercantilizan las relaciones sociales, que continúan regidas por las relaciones capitalistas fundadas en la socialización de la producción y la apropiación privada de resultados.

(2012b, 758) Es importante destacar que según Offe (1985) el Estado de bienestar ha servido como una fórmula de paz en las democracias capitalistas en el período posterior a la Segunda Guerra Mundial. Según este autor, esta fórmula consiste, primero, en la obligación del Estado de proporcionar asistencia y apoyo a los ciudadanos con necesidades y riesgos específicos en la sociedad de mercado, siendo la asistencia reconocida como una cuestión legal; y consiste también en la consideración del papel formal de los sindicatos de trabajadores tanto en la negociación colectiva como en la que se da en la política pública.

Ambos componentes del Estado de bienestar limitan y mitigan los conflictos de clase, balancean las relaciones de poder entre capital y trabajo y, por tanto, ayudan a superar la condición de lucha y las contradicciones perturbadoras del pre-Estado de bienestar o Estado liberal en el capitalismo (147).

Para este mismo autor, el Estado social no es solamente una fuente de reparación de auxilios y servicios sociales, sino también, simultáneamente, es un foco de ideas inversas sobre la realidad histórica, que perjudican la conciencia, la organización y las luchas de la clase operaria.

Se produce una ruptura entre el mundo social y el político, y, en consecuencia, no se forma una comprensión de la sociedad total a ser transformada ( Offe 1991, 125). Las estructuras del sistema capitalista no están dentro de las pretensiones de las políticas sociales y, más bien, estas son reproducidas aun en condiciones de desarrollo económico y social.

Boschetti (2012) muestra cómo los índices de crecimiento económico en algunos países de América Latina presentan estadísticas de mejoría y cómo esas cifras de crecimiento económico no revelan mejores resultados en los niveles de pobreza. El asunto sigue siendo estructural y las desigualdades sociales se mantienen independientes de las cifras de medición que son aplicadas.

  1. Para Boschetti: Los datos no revelan la barbarie cotidiana vivida por la clase trabajadora espoliada, sin embargo, muestran que la pequeña reducción de la pobreza, aunque importante, no significa reducción de la desigualdad ni mejoría en las condiciones de vida.
  2. Es decir, las políticas económicas y sociales que generan leve aumento de rendimientos no atacan las causas estructurales de la desigualdad económica y social.

La desigualdad estructural que impera en América Latina y el Caribe se alimenta y se reproduce de la fuerte concentración de renta y propiedad, bajos rendimientos, elevado índice de desempleo, informalidad y precarización de las relaciones de trabajo e insuficiente e inexistente acceso a los servicios públicos, como educación, salud y vivienda.

  1. 2012a, 47) Aunque se identifica en la actualidad un aumento en la protección social no contributiva, este proceso no se relaciona con la implementación de un modelo de desarrollo sino más bien con una función puramente económica ( Boschetti 2012 a).
  2. Pese al aumento en las inversiones de programas de asistencia social, la intencionalidad de las políticas sociales se mantiene al servicio del capital y se identifican en una dirección hacia la privatización, la condicionalidad, la focalización, la minimización de la prevención, la exclusión de los sistemas de seguridad social, entre otros.

Conforme continúa la autora, los programas de asistencia social ayudan a regular los costos de mano de obra en el mercado y a reproducir las relaciones sociales capitalistas, lejos de constituirse en un nuevo modelo de desarrollo social: La inversión en programas asistenciales mínimos, focalizados y condicionados, aliados a la manutención del desempleo estructural y a la no inversión en políticas universales, lejos de indicar un nuevo modelo de desarrollo social, es una estrategia útil al capitalismo para regular el mercado a bajo costo.

  • La fuerte tendencia en América Latina y el Caribe de adoptar los programas de transferencia de renta nada más es una forma de minorar la pobreza y la indigencia, absolutamente necesaria para reproducir las relaciones capitalistas.
  • Lejos está, por tanto, de constituir un nuevo modelo de desarrollo social.

(54) No en vano se identifica una tendencia de desigualdad en la redistribución de renta tanto en países desarrollados como en aquellos identificados como en proceso de desarrollo. Las estadísticas revelan que la percepción de ingreso del 1 % más rico en los Estados Unidos pasó de recibir el 9 % del total de la renta en el año 1979 para recibir el 24 % en el año 2007, y para el 2009-2010 el ingreso del 1 % de mayor ingreso creció un 31,4 % frente al 0,4 % del 99 % de las franjas de ingreso inferior.

  • Para el caso europeo, en este último periodo, el crecimiento del ingreso fue de 10 % en la franja de los más ricos, en cuanto el 10 % de los más pobres perdió participación en la concentración de renta.
  • Para el autor, en estas condiciones es difícil imaginar oportunidades reales para los menos favorecidos, una competitividad justa o por lo menos igual y capacidades que sean diferentes a la disputa en la venta de la fuerza de trabajo ( Dubois 2014 ).

El mismo autor señala que esta desigualdad en la acumulación de los ingresos “no es obra de la mano invisible del mercado”, al contrario, es resultado de la adopción consciente de políticas que favorecen los sectores más ricos. Se identifican dos factores que permiten explicar la materialización de la desigualdad en la concentración de renta: primero, la reducción de la carga fiscal para rentas más altas y, segundo, los cambios en la estructura de las remuneraciones en el trabajo, evidente en el aumento de la productividad sin incremento de los salarios.

En el caso de América Latina la situación no deja de ser similar. Según datos de la CEPAL (2012), para el año 2011 los niveles más altos de concentración de renta se percibieron en países como Brasil, Chile, Colombia, Guatemala, Honduras, Paraguay y República Dominicana, donde las proporciones de concentración del ingreso se aproximan al 40 % para los más ricos y entre el 11 % y 15 % para los más pobres.

Este informe habla de una “persistencia de altos grados de desigualdad en el ingreso”, sin dejar de mencionar que la región, a partir de inicios del año 2000, reporta una disminución en el índice de Gini en al menos el 1 % anual en 9 de los 17 países de la región.

Esto también sin olvidar mencionar que otros países presentan un aumento en la concentración de ingresos en relación al año inmediatamente anterior. Se reconoce también que cada vez más la expansión capitalista obliga al Estado en el cumplimiento de funciones para la extracción de más valor y mantener la producción de relaciones sociales.

Así, el Estado cumple inicialmente unas funciones mínimas en la producción de relaciones capitalistas, tales como, igualdad y libertad de troca; protección del derecho de propiedad; cumplimiento de contratos; preservación de la movilidad; regulación de la competición capitalista y los conflictos de intereses entre estos mismos.

Sin embargo, la devolución de derechos sociales, la privatización y la transferencia de mercancías son procesos incentivados ahora por el Estado, en lo que se conoce como acumulación por espoliación, de tal manera que se libera el mercado y se desvalorizan los activos (incluidos la fuerza de trabajo) para dar al capital las condiciones de apropiarse de ellos y darles uso lucrativo.

Para el autor, esta transición acontece necesariamente con la adopción de una nueva forma de entender el poder del Estado, siendo la teoría neoliberal y la política de privatización asociada a esta las que permiten este cambio en el proceso de acumulación capitalista ( Harvey 2004 ).

  • En otra categorización, para Virginia Fontes (2010) esta expansión de las relaciones sociales capitalistas, el “suelo social” de este sistema de producción, se da por un proceso de expropiación primaria o secundaria.
  • La primera corresponde con una expropiación “original de grandes masas campesinas o agrarias convertidas de buena bondad (atraídas por las ciudades) o no (expulsadas, por razones diversas de sus tierras, o incapacitadas de mantener su reproducción plena a través de procedimientos tradicionales, en general agrarios)” (44) y la segunda, animada por el capitalismo imperialista, en la cual se “dispone de los trabajadores para el mercado, imponiendo nuevas condiciones y abriendo nuevos sectores para la extracción de más valor” (54).

La reciente privatización de empresas públicas es asociada por la autora con la expropiación secundaria por la incidencia que tienen sobre bienes de tipo colectivo y la extinción de derechos con las nuevas modalidades contractuales, como subcontrataciones, tercerizaciones o los voluntariados que promueven las grandes empresas.

Estas respuestas para la expansión de capital también son evidentes en el papel asumido por el Estado en relación al funcionamiento del fondo público. Cabe aclarar que este último se forma por un proceso de punción compulsoria (impuestos, contribuciones e impuestos) resultante de la mayor-valía socialmente producida, es decir, es parte del trabajo excedente que se transforma en lucro, intereses o renta de tierra y que es apropiada por el Estado para múltiples funciones.

Así, el fondo público favorece la reproducción del capital de dos maneras: volviendo a sus segmentos en los momentos de crisis y con la reproducción de la fuerza de trabajo en la implementación de las políticas sociales ( Behring 2010, 20). Para Oliveira (1998) la formación del sistema capitalista es impensable sin la utilización de recursos públicos, siendo este una condición ex-ante para la reproducción del capital.

El fondo público es considerado como estructural e insustituible en el proceso de acumulación. Este autor señala una serie de financiamientos para la acumulación capitalista a través del fondo público, esa vía de vuelta a sus segmentos, entre las que se destacan: recursos para ciencia y tecnología, subsidios para la producción, para sectores de punta, amplia militarización, sustento a la agricultura y al mercado financiero y de capitales a través de bancos y fondos estatales; siendo la deuda pública una de las formas que sustentan esta valorización del capital.

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Discurso del social-liberalismo Los alcances de las políticas sociales no pasan de una formalidad jurídica, como se ha venido señalando, y en esta tarea por ocultar la intencionalidad y magnificar los objetivos formales de las políticas sociales, entra en juego el papel ideológico del capitalismo para legitimar su forma de dominación a partir de los discursos que justifican ciertas ideas y prácticas.

  1. Ya fue señalado anteriormente, como Harvey (2004) relaciona la teoría neoliberal y su política de privatización como la nueva concepción que le permite al Estado mantener los cambios en el proceso de acumulación capitalista.
  2. En particular, se refiere en este texto a los aportes de Castelo (2012) para entender cómo esta ideología neoliberal ha hecho uso del discurso del social-liberalismo para intentar resolver las tensiones intensificadas de la cuestión social y de la lucha de la clase trabajadora.

Para el autor, las tesis contemporáneas sobre la cuestión social son una forma de intervención teórica y práctica de las clases dominantes aunque “a primera vista el social-liberalismo parecía una súbita tomada de conciencia social de las clases dominantes frente a la degradación del mundo del trabajo y del medio ambiente” (47).

El autor presenta la experiencia brasilera para mostrar la reproducción de la ideología social-liberal al servicio del capitalismo, siendo los círculos académicos un foco de propagación de esta ideología. Castelo identifica cómo los intelectuales asociados a la tradición del social-liberalismo fueron formados en escuelas de economía, con doctorados en universidades estadunidenses y luego ocuparon importantes cargos en sectores públicos y centros de investigación en Brasil.

Esta situación privilegiada permitió legitimar esa ideología y encontrar un camino para direccionar una nueva forma de interpretar las políticas sociales y el desarrollo económico. En palabras de Castelo: Las trayectorias académicas y profesionales de los principales intelectuales del social-liberalismo, marcadas por premios y distinciones universitarias y por la ocupación de altos puestos en el Estado brasilero en el ámbito federal, estadual y municipal, los acreditaron como interlocutores del debate respecto a la naturaleza de la “cuestión social” y del enfrentamiento a sus expresiones.

  1. Sus ideas conquistaron, con apoyo decisivo de los oligopolios de comunicación, espacio en los principales foros nacionales del debate sobre la “cuestión social”, confiriéndoles más legitimidad y credibilidad frente a la opinión pública.
  2. Todo eso dentro de una estrategia mayor de transformar su sistema de ideas en una efectiva potencia práctica, esto es, en una ideología capaz de orientar los caminos de la política social y definir el norte del desarrollo económico.

(2012, 48) Las características más distintivas de esta nueva ideología de la “cuestión social” pregonan las falencias de las estructuras económicas y las debilidades en la distribución de la renta, pero hace parte solamente de la formalidad del sistema de protección social y sus prácticas no cambian esas condiciones de pobreza consideradas como fundamentales.

Esta ideología social-liberal, considerada por el autor como “miseria ideológica” se destaca por algunos elementos discursivos que predominan en la formulación de las políticas sociales, entre los cuales se encuentra: asociar la desigualdad en la distribución de renta, a factores sociales y factores natural-genéticos; responsabilizar las instituciones educacionales por el desarrollo del capital humano, volcando la educación como una causa de la desigualdad y la pobreza; vincular las remuneraciones salariales como consecuencia de la formación y cualificación profesional; entender que la distribución de ingreso se da por la vía de las políticas sociales; y proponer medidas de mejoramiento de las políticas sociales orientadas en acciones puramente administrativas, tales como, focalización, evaluaciones de impacto y coordinación de programas.

En la práctica, estos discursos se reflejan en el impulso de la educación como medio de superación de la exclusión y el impulso de microcréditos, manteniéndose desde luego intactas las relaciones sociales del modo de producción capitalista. Como concluye Castelo: El patrocinio de la igualdad de oportunidades vía educación y expansión de microcréditos en el Brasil sería la forma de intervención del Estado en la “cuestión social” divisada por el social-liberalismo, pues tales intervenciones no atentarían contra la libertad individual de los ciudadanos y los mecanismos básicos de regulación mercantil, ni mucho menos estimularía la lasitud de la clase trabajadora, preconcepto repetido desde las formulaciones conservadoras de las Poor Laws inglesas en la transición del feudalismo al capitalismo y que no cesa de reaparecer en versiones modernas.

(2012, 62) Se reconoce que la ideología social-liberal reorganiza una nueva forma de concepción de las políticas sociales, en consonancia con las globales del Banco Mundial, el cual desempeña un papel crucial en la legitimación de las concepciones de pobreza, desarrollo y, en general, de la cuestión social y sus formas de intervención por medio de las políticas sociales.

De esta influencia se destaca la promoción de las agencias individuales como parte de la filosofía de las políticas sociales capitalistas, las cuales reviven la responsabilidad individual que cada uno tiene sobre sus condiciones de vida y el papel marginal que el Estado debería desempeñar frente a estas.

  • Lo importante sería “el ofrecimiento de condiciones sociales básicas para que los agentes individuales conquisten su lugar en la competitividad del mercado libre” ( Maranhão 2012, 95).
  • En este mismo sentido, se señala también que esta ideología, adoptada de los postulados del economista Amartya Sen, no contempla el combate a la desigualdad económica o la pobreza por medio de la redistribución de la renta o la intervención en la estructura de la propiedad.

Este raciocinio fundado en las capacidades individuales como responsables de la inclusión de los individuos en la sociedad se conoce como darwinismo social, y hace parte de la ideología dominante en la sociedad burguesa, lo que explica las motivaciones en negar la asistencia social y promover la ética del trabajo ( Behring y Boschetti 2012, 5).

  1. Claramente, estas concepciones reflejan la expansión de la ideología liberal apropiada por los neoliberales, que se puede resumir en la primacía del mercado sobre el Estado y de lo individual sobre lo colectivo.
  2. Por consiguiente, se configura un Estado mínimo y el mercado como el mejor mecanismo para satisfacer necesidades ( Draibe 1993, 83).

Lo anterior explica los sucesivos ataques estructurales a los sistemas de protección social que, según Boschetti, son el medio por el cual se refuerza la acumulación de capital. La autora señala una serie de reformas en el caso europeo dadas desde el año 2002 dentro de los sistemas de protección social y que son fácilmente perceptibles también en el caso de América Latina.

Endurecimiento de los criterios de elegibilidad en las prestaciones sociales contributivas y asistenciales. Focalización de las prestaciones asistenciales. Reducción de los niveles de las prestaciones sociales contributivas. Aumento de la contrapartida para beneficios contributivos. Creación de servicios y seguros privados. Introducción de los métodos de gestión del sector privado con el objetivo de controlar el volumen de gastos en los organismos públicos. Transferencia de actividades públicas de protección social para las familias y la sociedad civil. Reducción o estabilización de los salarios en el poder público. Creación de agencias no estatales o transferencias de servicios al sector privado. Desarrollo de políticas de activación para prestaciones de seguro-desempleo o asistenciales.

Como se observa, la privatización es uno de los componentes más importantes de estas reformas mencionadas, siendo una medida que le permite al Estado entregar las funciones dentro de la protección social que antes cumplía, pero también y, lo más importante, entregar rentabilidad de lo social a los intereses del capital.

  • Para concluir Las políticas sociales en el modo de producción capitalista tienen una función para la manutención de las relaciones sociales de este modo de producción.
  • El Estado es el defensor de dicho relacionamiento entre capital y trabajo al promover los sistemas de protección social más en la defensa de los intereses del capital y de su necesidad de lucro.

Aunque no se niega la cobertura estatal en las políticas sociales, su papel no cuestiona las estructuras económicas, la desigualdad en la distribución de la renta ni la acumulación capitalista, más bien las reproduce, al dar al capital la administración de lo social y mantener los intereses privados por encima de los colectivos.

El Estado de bienestar es necesario para contener la insatisfacción respecto al funcionamiento del modo de producción y por eso para el capitalismo puede ser promovido en cuanto no afecte sus intereses. Estas contradicciones entre las políticas sociales en la sociedad capitalista son el reflejo de las que se presentan en un modo de producción donde convive esa correlación de fuerzas.

El predominio de una o de otra depende de la prevalencia de los intereses de clase. Referencias bibliográficas Behring, Elaine Rosseti.2010. “Crise do capital, fundo público e valor”. Capitalismo em crise, politica social e direitos, orgs. Ivanete Boschetti, Elaine Rosseti Behring, Silvana Mara de Morais dos Santos y Regina Célia Tamaso, 13-34.

São Paulo: Cortez. Behring, Elaine Rosseti e Ivanete Boschetti.2012. Política social: fundamentos e historia, São Paulo: Cortez, Boschetti, Ivanete.2012. “Seguridade social na América Latina”. Politica social no capitalismo: tendências contemporâneas, 174-195. Boschetti Ivanete, Behring Elaine Rosseti, Santos Silvana Mara de Morais dos, Regina Célia Tamaso (Orgs).

São Paulo: Cortez, Boschetti, Ivanete.2012a. “América Latina, política social e pobreza: “novo” modelo de desenvolvimento?”. Financeirização, Fundo Público e Política social, 31-58. São Paulo: Cortez, Boschetti, Ivanete.2012b. “A insidiosa corrosão dos sistemas de proteção social europeus”.

Serviço Social e Sociedade 112: 754-803. São Paulo: Cortez, Castelo, Rodrigo.2012. “O social-liberalismo brasileiro e a miséria ideológica da economia do bem-estar”. Desenvolvi-mentismo e construção de hegemonia: crescimento econômico e reprodução da desigualdade, 46-77. São Paulo: Cortez, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).2012.

Panorama social de América Latina 2012, Santiago de Chile: Naciones Unidas. Draibe, Sonia.1993. “As políticas sociais e o neoliberalismo. Reflexões suscitadas pelas experiências latino-americanas”. Revista USP 17: 86-101. São Paulo: Universidade de São Paulo.

Dubois, Alfonso.2014. “El objetivo de una sociedad inclusiva: bases para una propuesta alternativa”. Revista Lan Harremanak. Relaciones Laborales 29: 86-101. Bizkaia: Universidad del País Vasco. Gough, Ian.2003. Las necesidades del capital y las necesidades de las personas, Buenos Aires: Niño y Dávila. Fontes, Virgínia.2010.

O Brasil e o capital imperialismo: teoria e história, Rio de Janeiro: Universidade Federal do Rio de Janeiro. Harvey, David.2004. O novo imperialismo, São Paulo: Loyola. Mandel, Ernest.1985. O capitalismo tardio, São Paulo: Nova Cultural. Maranhão, Cezar.2012.

  1. Desenvolvimento social como liberdade de mercado: Amartya Sen e a renovação das promessas liberais”.
  2. Desenvolvimentismo e construção de hegemonia: crescimento econômico e reprodução da desigualdade, 78-104.
  3. São Paulo: Cortez,
  4. Marx, Karl.2010.
  5. Sobre a questão judaica,
  6. São Paulo: Boitempo.
  7. Offe, Clauss.1985.

Contradictions of the Welfare State, Cambridge: MIT Press. Offe, Clauss.1991. Trabalho e sociedade: problemas estruturais e perspectivas para o futuro da “sociedade do trabalho “. Rio de Janeiro: Tempo brasileiro. Oliveira, Francisco de.1998. Os direitos do antivalor: a economia politica da hegemonia imperfeita, Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons

¿Cuántos modos de producción hay?

Tipos de modos de producción Modo de producción asiático. Modo de producción esclavista. Modo de producción feudal. Modo de producción capitalista.

¿Por qué se llaman modos de producción?

El concepto de modo de producción nos refiere, antes de nada, a la forma específica en que la sociedad, en un ^determinado stadium de desarrollo de sus fuerzas productivas, produce las condiciones ma- teriales de su existencia, lo que implica al mismo tiempo las condicio- nes de su reproducción.

¿Qué relacion hay entre producción y distribución?

Producción: En economía, producir es crear un bien o un servicio con un valor económico. Distribución: Es cuando se hace entrega de una mercadería. Comercialización: Es poner en venta un producto. Consumo: Es cuando utilizamos bienes o servicios para satisfacer necesidades o deseos.

¿Qué diferencia hay entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción?

Las fuerzas productivas son el contenido de las relaciones sociales de producción y éstas son la forma del proceso de producción de la vida social. Así que las relaciones sociales son fuerzas productivas. Tal es la dialéctica del carácter circular de las fuerzas productivas como fundamento de la sociedad’.

¿Por qué es importante la función de producción?

La función de producción ayuda a entender no sólo la situación de la empresa y la combinación óptima, sino también porqué el nivel de vida se ha elevado con el paso del tiempo y la forma en que las empresas modifican su comportamiento.

¿Cuáles son las empresas de producción?

¿ Qu é hace una empresa de producción? – Un negocio o empresa de producción o fabricación es la que utiliza componentes, piezas o materias primas para fabricar un bien terminado. Estos productos terminados se pueden vender directamente a los consumidores o también, a otras empresas manufactureras que los utilizan para fabricar un producto diferente.

¿Cuál es el factor más importante en la producción?

2. Tipos de factores de producción: Capital – Que Significa Relaciones De Produccion El capital representa todos los bienes y/o servicios que se utilizan en el proceso de producción para contribuir con la elaboración del producto final, Este factor de producción se compone de:

Capital de trabajo que representa el monto del capital diario utilizado para la producción de bienes, esto puede incluir efectivo o un stock de inventarios. Capital fijo que está representado en la maquinaria, equipos, las estructuras físicas y todos los software que sean necesarios para el proceso productivo.

Muchas veces al referirnos al capital como factor de producción pensamos en él solo como dinero. Sin embargo, en términos de factores económicos de producción, estos son recursos que pueden utilizarse de manera productiva. Es decir, nos referimos a todos aquellos activos que son necesarios para cumplir la función de producir bienes para satisfacer necesidades,

  • Este es un factor de producción derivado, ya que a diferencia del factor tierra no surge por sí solo como los recursos naturales.
  • El capital es un factor de producción creado por el hombre, que se ajusta a las necesidades específicas de cada industria o tipo de producción.
  • La importancia del capital como factor de producción radica en que contribuye a la transformación de los recursos naturales para obtener los bienes y servicios necesarios para un desarrollo integral de las personas y la economía en general.

Además, contribuye a generar ingresos en todos los sectores económicos, de esta forma se eleva el nivel de vida de las personas.

¿Cuáles son las actividades de producción?

El documento tardará unos segundos en cargarse. Espere, por favor. Actividad productiva es toda acción, individual o social, llevada a cabo para la obtención de un producto o servicio que satisfaga las necesidades humanas. Concepto A veces es complicado definir algo tan trivial como la actividad productiva de una empresa. El significado económico de producción ha evolucionado considerablemente a lo largo de la historia. Desde los fisiócratas, que consideraban que la agricultura era la única actividad productiva, pasando por Adam Smith, fundador de la escuela económica clásica, que otorgaba esta categoría únicamente a la industria, olvidándose de ciertas actividades profesionales y de los servicios.

En la actualidad, podemos definir actividad productiva como toda acción, individual o social, llevada a cabo para la obtención de un producto o servicio que satisfaga las necesidades humanas. Es decir, producir equivale a crear utilidad. Por ello, su estudio debe centrarse en el análisis de sus elementos esenciales, tales como el producto que ofrece la empresa y las características del mismo, las necesidades que cubre, los clientes a los que va dirigido y la tecnología empleada para su elaboración.

Según la economía de la empresa, pueden realizarse diferentes análisis de la producción. Desde el punto de vista técnico, se entiende por producción todos los procesos y procedimientos tecnológicos que acomete una empresa para transformar los recursos o factores productivos (elementos de entrada: inputs ) en bienes (elementos de salida: outputs ).

Entre estos procesos se encontrarían la gestión y almacenamiento del material, la obtención de componentes que se incorporan al proceso productivo, la elaboración del producto, el diseño de los procesos de combinación óptima de la maquinaria, los materiales y la mano de obra, etc. Pero cuando hablamos de actividad productiva no podemos centrarnos solo en el aspecto técnico, ya que el objetivo de la empresa es proporcionar un bien que cubra una necesidad actual en el mercado.

Por ello, los aspectos más reseñables de cualquier actividad son la elección y gestión de los diversos factores productivos, el diseño y control del proceso productivo mediante el cual se van a combinar dichos factores (basándonos en análisis de rentabilidad y productividad), y el output conseguido, tanto en cantidad como en calidad.

Además, la definición de actividad productiva que se aporta parece hacer referencia únicamente al proceso de transformación de bienes físicos tangibles, dejando fuera a las empresas que ofrecen un servicio intangible. Sin embargo, no podemos olvidar que la prestación de cualquier servicio entraña innumerables operaciones físicas.

Es por ello que, en la actualidad, se está produciendo la sustitución del término “función de producción” por “dirección de operaciones”. Tipología de las actividades productivas Las actividades productivas se pueden clasificar desde diferentes puntos de vista.

a) Sector Primario: está formado por aquéllas empresas que tienen como actividad principal la creación de valor al obtener recursos básicos directamente de la naturaleza. Dentro de este grupo se encontrarían actividades tales como la ganadería, la agricultura, la pesca y las explotaciones forestales. b) Sector Secundario: comprende aquellas empresas que, a partir de la transformación y combinación de unos bienes, obtenidos de empresas del sector primario o del propio sector secundario, elaboran productos que son aptos para el consumo final o para ser incorporados como factores productivos en otros procesos empresariales. En este bloque se incluyen la construcción, la industria manufacturera (automóviles, juguetería, componentes industriales, etc.), la producción y distribución de energía eléctrica, gas, agua,. c) Sector Terciario: engloba a aquellas empresas relacionadas con la prestación de un servicio, cuya naturaleza puede ser de muy diversa índole: comercio, turismo, restauración, hostelería, transporte, comunicaciones, educación, sanidad, asesoría, banca, etc.

Se puede afirmar que las empresas pertenecientes a los sectores primario y secundario tienen como finalidad la fabricación de productos físicos o tangibles, pero no podemos olvidar que estos son ofrecidos para satisfacer una necesidad, y esto se consigue a través de la utilidad de dichos bienes.

Por otro lado, en las empresas de servicios se debe resaltar el papel del factor humano, ya que el cliente valora principalmente aspectos no tangibles como la actitud del personal, el trato al cliente, la flexibilidad del servicio, las garantías, etc. Por otro lado, según este criterio de clasificación, las empresas pueden pertenecer a diversos sectores.

Es importante mencionar la distinción entre las empresas pertenecientes al sector terciario y las empresas que conforman el tercer sector, también denominado como organizaciones no lucrativas (ONL) o Entidades de Economía Social. Este grupo estaría formado por organizaciones privadas, cuya finalidad no es otra que satisfacer necesidades públicas o sociales, sin perseguir el logro de beneficios situándose entre la sociedad civil, el mercado y el Estado.

Comprendería las organizaciones no lucrativas (ONG) de acción social, las obras sociales de las Cajas de Ahorro y las entidades singulares como la Fundación ONCE, entre otras. No obstante, este tipo de entidades pueden obtener financiación privada (a través de cuotas de socios, donaciones, autofinanciación, ingresos por servicio, etc.), como pública (convenios, concesiones y subvenciones).

Clasificación Nacional de Actividades Económicas (Códigos CNAE) La clasificación detallada anteriormente es poco precisa, ya que se incluyen actividades muy diversas en el mismo sector. Por ello, en el ámbito nacional, a efectos estadísticos, fiscales y de control por parte de las Administraciones Públicas, se emplean los denominados códigos CNAE, cuya relación completa puede consultarse en la Página Web del Instituto Nacional de Estadística (ver www.ine.es).

La clasificación nacional de actividades económicas empleada en España (CNAE-93) fue aprobada mediante el Real Decreto 1560/1992, de 18 de diciembre, siendo revisado en 2003 para adaptarse a la Clasificación Europea de Actividades Económicas. Posteriormente, se aprueba el Real Decreto 475/2007, de 13 de abril, por el que se aprueba la Clasificación Nacional de Actividades Económicas 2009 (CNAE-2009).

Cada CNAE consiste en un código de cinco cifras, siendo las dos primeras las que hacen referencia al grupo de actividad, mientras que las tres últimas detallan la actividad económica concreta. En el plano internacional, se usan normalmente los códigos SIC (Internacional Standard Industrial Clasification) de Naciones Unidas.

• Clasificación en sectores productivos: Primario, Secundario y Terciario. • Sector Primario: empresas que tienen como actividad principal la creación de valor al obtener recursos básicos directamente de la naturaleza. • Sector Secundario: empresas que, tras transformar y combinar bienes, obtenidos de empresas del sector primario o del propio sector secundario, elaboran productos. • Sector Terciario: empresas relacionadas con la prestación de un servicio, cuya naturaleza puede ser de muy diversa índole. • CNAE: permite la clasificación y agrupación de las unidades productoras según la actividad que ejercen.

¿Qué factores influyen en la producción?

Tradicionalmente, los economistas dividen los factores de producción en cuatro categorías: tierra, trabajo, capital y capacidad empresarial. La tierra se refiere a los recursos naturales, el trabajo se refiere al esfuerzo laboral y el capital es cualquier cosa que se utilice para hacer algo más.

¿Qué relación tiene el modo de producción con las clases sociales?

Los modos de producción han sido una pieza fundamental para la construcción y desarrollo de las sociedades pues permiten la estructuración de las clases sociales. Existen diversos modos de producción, la Historia conoce cinco fundamentales: comunismo primitivo, esclavitud, feudalismo, capitalismo y socialismo.

¿Cuáles fueron las relaciones de producción en el modo de producción primitivo?

Las relaciones de producción en la sociedad primitiva se veían determi- nadas por el estado de las fuerzas productivas. La base de las relaciones de producción era la propiedad colectiva de las distintas comunidades so- bre los primitivos instrumentos de trabajo y medios de producción.

¿Cómo influye el modo de producción en la sociedad?

Significado del concepto – De acuerdo con el marxismo, la combinación de fuerzas y relaciones de producción significa que el modo en que las personas se relacionan con el mundo físico y en que se relacionan socialmente entre ellas están relacionados de manera necesaria y específica.

La gente debe consumir para sobrevivir y para consumir deben producir, y eso les lleva a relacionarse de algún modo que existe independientemente de su voluntad. Marx lo explica así en el Prólogo de la Una contribución a la crítica de la economía política, Citan la producción social de su existencia, los hombres entran en relaciones determinadas, necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a un grado determinado de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales.

El conjunto de estas relaciones constituye la estructura económica de la sociedad, es decir, la base real sobre la cual se alza una superestructura jurídica y política y a la cual corresponden formas determinadas de la conciencia social. En general, el modo de producción de la vida material condiciona el proceso social, político y espiritual de la vida.

No es la conciencia de los hombres lo que determina su ser, sino al contrario, su ser social es el que determina su conciencia. Para Marx el misterio de cómo y por qué existe un determinado orden social y sus cambios debe buscarse en el modo específico de producción que domina esa sociedad. Sostiene también que el modo de producción da forma al modo en que se produce la distribución, la circulación y el consumo, todo lo que constituye la esfera económica.

Para entender el modo en que la riqueza es distribuida y consumida es necesario saber cómo se produce. Un modo de producción es para Marx históricamente distinguible porque constituye una totalidad orgánica, un todo que se auto reproduce durante siglos o milenios más o menos en las mismas condiciones iniciales.

  1. Realizando una determinada forma de plustrabajo social en un determinado sistema de relaciones de propiedad las clases trabajadoras reproducen constantemente los fundamentos del orden social.
  2. Las nuevas fuerzas productivas pueden entrar en conflicto con el modo de producción existente; Marx continúa en el prólogo citado: Al llegar a una determinada fase de desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes, o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí.

De formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas. Y se abre así una época de revolución social. Al cambiar la base económica, se revoluciona, más o menos rápidamente, toda la inmensa superestructura erigida sobre ella.

  1. La estructura de la sociedad, de acuerdo a esto, no depende de los deseos ni de las intenciones de los hombres, ni de las ideas ni de las teorías, ni de las formas del Estado ni del Derecho.
  2. El carácter y la estructura de toda sociedad se hallan determinados por el modo de producción imperante.
  3. Al cambiar este modo de producción, cambia también todo el régimen social, cambian las ideas políticas, jurídicas, religiosas, artísticas, filosóficas y cambian las instituciones correspondientes.

El cambio de modo de producción constituye una revolución. El modo capitalista de producción, basado en la propiedad privada sobre los medios de producción, determina la división de la sociedad esencialmente en dos clases antagónicas, el proletariado y la burguesía, en la que esta detenta la propiedad sobre los medios de producción y el control de las relaciones sociales.

¿Cómo se llaman las relaciones que se establecen entre las personas durante el proceso de producción por un tiempo determinado?

¿Qué son las relaciones laborales? – Las relaciones laborales son aquellas que se establecen entre tres elementos esenciales : por un lado, el trabajo ; por otro, el salario, sueldo o capital y, finalmente, el proceso productivo, En este caso, las relaciones laborales se dan entre dos personas.

  • Por un lado, el trabajador, que es quien aporta el trabajo.
  • Por otro lado, el empleador, empresario, empresa, persona física o jurídica, que es quien aporta el capital y el proceso productivo.
  • En la actualidad, toda relación laboral se rige por un contrato de trabajo que vincula a ambas figuras.
  • Este sirve de regulación de las condiciones de trabajo, siempre basadas en que las cláusulas del contrato sean conformes a la ley vigente.

Hoy en día, las relaciones laborales han cambiado, no solo por la entrada de la tecnología en las empresas, sino porque el mundo no deja de avanzar. Los nuevos descubrimientos, carreras y puestos de trabajo han hecho que lo que antes se conocía como la relación entre un trabajador y un empleador dé un giro más.

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