Que Significa Vid En La Biblia
Tomas Balasco
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Interpretación de la Iglesia católica – La imagen de la vid se empleab en el Antiguo Testamento para significar al pueblo de Israel . En el Nuevo Testamento, al hablar de los sarmientos, expresa cómo Jesús y quienes están unidos a Él forman el nuevo Israel de Dios, la Iglesia, cuya cabeza es Cristo.
- Hace falta estar unidos a la nueva y verdadera Vid, a Cristo, para producir fruto.
- No se trata ya tan sólo de pertenecer a una comunidad, sino de vivir la vida de Cristo, vida de la gracia, que es la savia vivificante que anima al creyente y le capacita para dar frutos de vida eterna.
- « En Él y por Él hemos sido regenerados en el Espíritu para producir fruto de vida, no de aquella vida caduca y antigua, sino de la vida nueva que se funda en su amor.
Y esta vida la conservaremos si perseveramos unidos a Él y como injertados en su Persona; si seguimos fielmente los mandamientos que nos dio y procuramos conservar los grandes bienes que nos confió, esforzándonos por no contristar, ni en lo más mínimo, al Espíritu que habita en nosotros, pues, por medio de Él, Dios mismo tiene su morada en nuestro interior» El Concilio Vaticano II, citando el presente pasaje de San Juan, enseña cómo debe ser el apostolado de los cristianos: «Puesto que Cristo, enviado por el Padre, es la fuente y origen de todo el apostolado de la Iglesia, es evidente que la fecundidad del apostolado de los laicos depende de la unión vital que tengan con Cristo.
- Lo afirma el Señor: El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque sin mí no podéis hacer nada.
- Esta vida de unión íntima con Cristo en la Iglesia se nutre con los auxilios espirituales comunes a todos los fieles, sobre todo mediante la participación activa en la Sagrada Liturgia.
- Los laicos deben servirse de estos auxilios de tal forma que, al cumplir debidamente sus obligaciones en medio del mundo, en las circunstancias ordinarias de la vida, no separen la unión con Cristo de su vida privada, sino que crezcan intensamente en esa unión realizando sus tareas en conformidad con la Voluntad de Dios»,
Contents
- 1 ¿Qué quiere decir Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador?
- 2 ¿Qué es la vid y sus características?
- 3 ¿Qué significa la vid para Israel?
- 4 ¿Cuál es el origen de la vid?
- 5 ¿Quién es la vid verdadera en esta parábola y quién es el viñador?
- 6 ¿Cómo Pampanos en la vid?
- 7 ¿Cuáles son las partes de la vid?
- 8 ¿Cómo era la vid?
- 9 ¿Cómo se alimenta la vid?
- 10 ¿Qué es permanecer en la vid?
- 11 ¿Como el pámpano no puede llevar fruto?
- 12 ¿Qué diferencia hay entre Pampanos y sarmientos?
¿Qué es la vid y el pámpano?
Las Partes de la Vid | Intagri S.C. Autor: Jesús Salvador Ruiz Carvajal La vid es una planta leñosa, perenne, de la familia de las vitáceas, pertenece a la especie Vitis vinífera L. tiene flores, por lo tanto es una angiosperma, de la clase de las dicotiledóneas, de la subclase con flores más simples (chroripetalae), pero en el grupo dotado de cáliz y corola (Dyalypetalae), es decir, el más avanzado.
- Sus flores son pequeñas, pentámeras, regulares, generalmente hermafroditas y están dotadas de cáliz caedizo monosépalo y corola diminuta.
- Se desarrolla como un arbusto trepador; tiene un tallo vivaz y leñoso, que se caracteriza por tener zarcillos opuestos a las hojas.
- Estas son sencillas, alternas, palmatinervadas, generalmente lobuladas, con el borde aserrado y en general estipulas.
Posee inflorescencia en racimos compuestos, que contienen frutos en forma de bayas, con sus semillas duras. La vid es una planta leñosa trepadora; una liana que bajo su forma cultivada presenta una estructura permanente de madera vieja formando un esqueleto de soporte más o menos regular.
Parte aérea: denominada variedad, púa o injerto. Parte subterránea: denominada sistema radicular patrón, portainjertos o barbado.
Ambas partes se encuentran unidas por el cuello. La parte aérea se compone del tronco y de los brazos. En ellos, desde pulgares o varas, brotan los pámpanos (parte esencial de la planta en cuanto a producción de uva donde se sitúan los racimos, las hojas, zarcillos, nietos y nuevas yemas).
Figura 1. Organografía de la Vid |
A continuación se hace una descripción somera y básica de cada una de las partes de la viña:
Baya: Fruto de la vid, que se conoce vulgarmente como uva o grano. Brote apical: Es el punto principal de crecimiento, desde donde las hojas nuevas se desarrollan, salen los zarcillos. Más tarde cesa su crecimiento y se lignifica convirtiéndose en el sarmiento. Brote lateral: O nieto, es el brote nacido de una yema lateral del pámpano desarrollado el mismo año, estos brotes regularmente no llegan a ser útiles porque aunque producen flores y luego frutos, no maduran correctamente. Entrenudo: Es la distancia entre los nudos y da una noción del crecimiento de la planta. Inflorescencia: Constituye el agrupamiento de las flores y los frutos, que constituyen el racimo compuesto. Hoja: Es el laboratorio de la vid, aquí se generan los nutrientes de la planta y tiene los nervios palmeados, con el contorno de la misma, generalmente, lobulado, y el borde aserrado o dentado. Nudo: Abultamiento del pámpano donde se encuentran alojadas las hojas y las yemas. Pámpano: Órgano verde desarrollado durante el proceso vegetativo desde la brotación hasta el agostamiento que soporta las hojas, los zarcillos y los racimos. Peciolo: Esta parte de la hoja, es la encargada de su orientación, así como del intercambio de agua, nutrientes y savia elaborada. Pepitas: Son las semillas, y están contenidas dentro de las bayas. Piel de la uva: También denominado hollejo, es el envoltorio del grano y en su composición forman parte, básicamente, antocianos, taninos, sustancias aromáticas y elementos minerales. Pulgar: Porción del sarmiento dejada tras la poda, con un numero de yemas que oscilan entre una y tres. Pulpa de la uva: Es la parte jugosa de la baya de la que se obtiene el zumo y que está formada principalmente de azucares, ácidos y agua. Sarmiento: es el pámpano lignificado. Yema: Es el inicio del brote en cuyo interior se encuentran los conos vegetativos formados por los rudimentos de tallos, hojas y racimos, que están protegidos y sellados por las brácteas, escamas o catafilos. Yema principal o latente: Es la más voluminosa, generalmente brota en la primavera siguiente a su formación. Es en realidad un “yemario” compuesto por un cono principal ubicado en el centro y dos conos secundarios ubicados una a cada lado del cono principal. En época de brotación el cono principal es el que brota y los conos secundarios quedan en latencia, en caso de que ocurra la pérdida del brote nacido del cono principal (por helada, granizo, daño mecánico), brotaran los conos secundarios, en ocasiones si la brotación se produce en buenas condiciones de vigor, los conos secundarios brotan a la vez que el principal y se producen pámpanos dobles, los cuales deben ser eliminados durante la poda en verde, disminuyendo así la carga y aumentando la calidad. Vara: porción de sarmiento dejado tras la poda, con un numero de yemas superior a tres. Su función principal es la de ser un elemento productivo. Zarcillo: es un tejido vegetal en espiral que se agarra a pequeños objetos y provee de soporte a los pámpanos.
Esta publicación va destinada a toda aquella persona con una cierta preparación básica, sea estudiante, técnico o profesor, que quiera conocer los fundamentos biológicos en que se basa la viticultura. Este conocimiento biológico fundamental, complementado con la continua observación de la viticultura práctica, es imprescindible para que el técnico pueda resolver los diferentes problemas que surgen en el cultivo de la vid.
¿Cuál es el fruto de la vid?
Uva fruto de la vid Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios | 23 de noviembre de 2018
La uva es el fruto de un arbusto de la familia de las vitáceas; tiene su origen Asia occidental, los griegos y romanos desarrollaron y difundieron su consumo en Europa y los españoles la introdujeron en América donde se extendió el cultivo por todo el continente.Existen un aproximado de 3 mil variedades de uva; que se clasifican en dos grupos: las uvas de mesa y las uvas viníferas; las primeras se consumen frescas o como uvas pasas; y las segundas se caracterizan por ser más ácidas y se emplean en la elaboración de vinos.El consumo de uvas aportan hidratos de carbono como: glucosa, fructosa, sacarosa, dextrosa, levulosa; también contienen fibra; vitaminas A, C y B6, ácido fólico y minerales como el potasio, cobre y hierro.Diversos estudios arrojan resultados que indican que el consumo de la uva puede tener efectos favorables y preventivos en enfermedades cardiovasculares, trastornos neurodegenerativos, algunas patologías además de mejorar el estado de ánimo.
En México el consumo anual per cápita es de 1.8 kilogramos y es en el mes de junio cuando se corta la mayor cantidad de uva madura para consumo de mesa. : Uva fruto de la vid
¿Qué quiere decir Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador?
Yo Soy la vid verdadera Juan 15:1-8 – » Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Toda rama que en mí no da fruto, la corta; pero toda rama que da fruto la poda para que dé más fruto todavía. Ustedes ya están limpios por la palabra que les he comunicado. Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes.
- Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí.
- » Yo soy la vid y ustedes son las ramas.
- El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada.
- El que no permanece en mí es desechado y se seca, como las ramas que se recogen, se arrojan al fuego y se queman.
Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá. Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discípulos. (NVI) Siguiendo adelante con nuestro estudio de los «Yo Soy» mencionados por Jesús en el Evangelio de Juan, llegamos al capítulo 15 en el cual él se nos presenta como «la vid verdadera».
- La vida verdadera: Es Jesús, a quien todos los creyentes deben estar aferrados si quieren dar fruto.
- El labrador: Es el Padre, quien poda las ramas con la finalidad de que lleven todavía más fruto.
- Las ramas que dan fruto: Son los discípulos verdaderos.
- Las ramas desechadas: Son los discípulos falsos.
- El fruto: Son los resultados de haber creído en Jesús para salvación.
A partir de esta ilustración, podemos llegar a las siguientes cinco consecuencias para nuestras vidas:
- Hay vides falsas: Si Jesús se describe a si mismo como la vid verdadera, inmediatamente entendemos que existen algunas vides que son falsas. Éstas son representadas por los falsos maestros; aquellos que pretenden tomar el lugar de Jesús en la vida de otras personas, haciéndolas depender por completo de ellos en todos los aspectos de su vida, de la misma manera que nosotros dependemos del Señor. Estos hombres llevan a todas esa gente a la perdición junto con ellos. Por eso debemos cuidarnos de no seguir a pastores, ni a predicadores, ni a cantantes, ni a maestros, sino ser sólo seguidores de Cristo. Debemos respetar a las autoridades espirituales que tenemos, pero nunca permitir que ellas tomen el lugar que está reservado para Dios en nuestros corazones.
- Debemos ser podados: La poda tiene que ver con el proceso de disciplina que debemos pasar como cristianos. En el capítulo 12 de la espístola a los Hebreos, vemos más en detalle la importancia de esto, enseñándonos que si bien la disciplina nunca es causa de gozo en el presente, sí terminará dando fruto de justicia. Lo que tenemos que reconocer es que nosotros tenemos una tendencia carnal a hacer el mal y a apartarnos de la santidad que el Señor nos demanda. Por ello, el Padre, con amor, nos poda, de manera que podamos enderezar nuestros caminos y volvernos a él; que podamos sacar aquellas cosas malas que tenemos para que así podamos dar cada vez mucho más fruto. La poda duele, pero es necesario en nuestro camino como hijos de Dios.
- La herramienta del labrador: La gran pregunta que puede surgir al analizar el proceso de poda está relacionada con la manera en que ésta se lleva a cabo. ¿Qué herramienta usa Dios para esto? Jesús nos da la respuesta inmediatamente indicando «ustedes ya están limpios por la palabra que le he dado». Es decir, esta disciplina es realizada por medio de la Palabra de Dios, que es como un espejo para que nosotros podamos ver nuestra maldad y así buscar santificarnos para cada día ser más parecidos a Jesús.
- Aferrados a la vid: Así como toda rama requiere estar aferrada a un tallo para recibir todos los nutrientes que vienen del suelo, también nosotros tenemos que estar aferrados a Jesús si queremos florecer y dar fruto. No podemos hacerlo de otra manera que no sea por medio de él. ¡Tenemos una dependencia total de su persona! ¡No podemos hacer nada bueno por nuestros propios medios! Por eso, todo nuestros ser cambia cuando tomamos la decisión de seguir al Cristo. ¡Y no sólo eso! Sino que si permanecemos en él, entonces se nos va a conceder todo lo que pidamos. Esta frase no la debemos tomar a la ligera. Debemos comprender que vamos a recibir lo que queramos SI permanecemos en él y él en nosotros. Es decir, si aquello que deseamos va conforme a los deseos de Dios y tiene como propósito final glorificarle. En la medida que crezcamos en nuestra relación con él, podremos ver cómo el Espíritu irá obrando de tal manera que todo aquello que anhelemos coincida con la voluntad de Dios para nuestras vidas. (Podés ver este cuarto punto más detalladamente en este artículo: ).
- Las ramas que no son ramas: Este punto es bien simple de entender: sólo son verdaderos discipulos de Jesús aquellos que dan frutos que demuestren que han sido salvo. Es decir, aquellos que manifiestan en su vida el fruto del Espíritu descrito por Gálatas 5; aquellos que tienen una anhelo verdadero por vivir conforme a los mandatos del Padre. Puede que haya ramas que piensen que están aferradas a la vid, pero que en realidad no reciben sus nutrientes y se secan; estos son los falsos discípulos y, lamentablemente, las iglesias están llenas de ellos. (Podés ver este quinto punto más detalladamente en este artículo: ).
Finalmente, podemos decir que el propósito definitivo para nuestra unión con Cristo, la cual nos lleva a dar mucho fruto, es glorificar al Padre, tal como se indica en el final del pasaje que estamos estudiando. Éste es el propósito para el cual fuimos creados y para el cual tenemos que vivir.
¿Qué son los pámpanos en la Biblia?
Rama de la vid. Sarmiento.
¿Por qué Jesús dijo yo soy la vid verdadera?
El simbolismo de la viña y de la vid – La viña se ha empleado simbólicamente en las Escrituras. En el libro de Juan, el Salvador empleó la vid como una metáfora para explicar la naturaleza de Su relación con quienes desearan ser Sus discípulos. Antes de irse para Getsemaní, el Salvador enseñó a los apóstoles cómo debían vivir si deseaban seguir siendo Sus discípulos.
- Una de las cosas que les enseñó durante aquella sagrada hora era que sus vidas debían estar firmemente arraigadas en Él y en Sus enseñanzas: “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
- Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto “Permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
“El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. “En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos” (Juan 15:1–2, 4–8).
Esta alegoría encierra dos importantes principios: primero, debemos estar bien arraigados en Cristo. De no ser así, no llevaremos fruto (véase el versículo 4). Si nuestra vida no está en armonía con las enseñanzas del Salvador, es muy dudoso que demos fruto, al igual que no lo da la rama cortada.
Segundo, aun cuando llevemos una vida recta, todavía así nos hace falta el Labrador, el cual nos conoce bien y ve más allá de lo que vemos nosotros, para que pueda limpiarnos, podarnos y purificarnos (véase el versículo 2). Si bien en ocasiones la poda puede resultar difícil de sobrellevar, sólo a través de ese proceso podremos rendir más fruto.
Nuestra poda se realiza de múltiples maneras. Puede que nos sobrevenga una enfermedad o un impedimento físico; tal vez no se cumplan nuestras expectativas; quizás hallemos pesar en nuestras relaciones o padezcamos una pérdida personal. Aún así, lo que en un principio podría parecer un acontecimiento triste puede ayudarnos a crecer si hace que confiemos más en el Señor y nos replanteemos nuestras prioridades.
¿Qué es la vid y sus características?
Vitis vinifera (vid) | Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad
Género: Vitis Especie: vinifera Familia: vitáceas Origen geográfico: Europa, oeste de Asia y norte de África Nombres comunes : vid, cepa, parra
Características: es una planta trepadora leñosa, caducifolia, que puede alcanzar una altura o longitud de 20 m, con el tronco sinuoso de hasta 40 cm de diámetro. Sus tallos jóvenes son largos y delgados -los sarmientos- y tienen numerosos zarcillos bifurcados o trifurcados con los que se enroscan a su soporte.
Las hojas son alternas, simples, palmadas, profundamente lobuladas, hacen de 5 a 15 cm de largo y de ancho, son de color verde, con el envés blanquecinos de jóvenes, y en otoño toman bellos colores amarillos, naranjas, rojos o púrpuras. Florece en primavera con las inflorescencias dispuestas en panículas, y con las flores verdosas, sin interés ornamental, hermafroditas en el caso de las variedades cultivadas, unisexuales en el caso de las plantas silvestres.
Los frutos son bayas globosas o elipsoidales -la uva-, de 0,5 a 2 cm de diámetro, de color rojo, violeta, verde o verde amarillento, a veces cubiertas de pruina glauca, de pulpa dulce. Se cultiva desde la antigüedad para la obtención de vinos y aguardientes y, la uva, como fruta de mesa.
¿Qué significa la vid para Israel?
Interpretación de la Iglesia católica – La imagen de la vid se empleab en el Antiguo Testamento para significar al pueblo de Israel . En el Nuevo Testamento, al hablar de los sarmientos, expresa cómo Jesús y quienes están unidos a Él forman el nuevo Israel de Dios, la Iglesia, cuya cabeza es Cristo.
Hace falta estar unidos a la nueva y verdadera Vid, a Cristo, para producir fruto. No se trata ya tan sólo de pertenecer a una comunidad, sino de vivir la vida de Cristo, vida de la gracia, que es la savia vivificante que anima al creyente y le capacita para dar frutos de vida eterna. « En Él y por Él hemos sido regenerados en el Espíritu para producir fruto de vida, no de aquella vida caduca y antigua, sino de la vida nueva que se funda en su amor.
Y esta vida la conservaremos si perseveramos unidos a Él y como injertados en su Persona; si seguimos fielmente los mandamientos que nos dio y procuramos conservar los grandes bienes que nos confió, esforzándonos por no contristar, ni en lo más mínimo, al Espíritu que habita en nosotros, pues, por medio de Él, Dios mismo tiene su morada en nuestro interior» El Concilio Vaticano II, citando el presente pasaje de San Juan, enseña cómo debe ser el apostolado de los cristianos: «Puesto que Cristo, enviado por el Padre, es la fuente y origen de todo el apostolado de la Iglesia, es evidente que la fecundidad del apostolado de los laicos depende de la unión vital que tengan con Cristo.
- Lo afirma el Señor: El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque sin mí no podéis hacer nada.
- Esta vida de unión íntima con Cristo en la Iglesia se nutre con los auxilios espirituales comunes a todos los fieles, sobre todo mediante la participación activa en la Sagrada Liturgia.
- Los laicos deben servirse de estos auxilios de tal forma que, al cumplir debidamente sus obligaciones en medio del mundo, en las circunstancias ordinarias de la vida, no separen la unión con Cristo de su vida privada, sino que crezcan intensamente en esa unión realizando sus tareas en conformidad con la Voluntad de Dios»,
¿Cuál es la importancia de la vid?
Historia del cultivo de la vid y el vino; su expresión en la Biblia –
Autores: M. Raquel Picornell Buendía, Jose María Melero Martínez Localización: Ensayos: Revista de la Facultad de Educación de Albacete, ISSN-e 2171-9098, ISSN 0214-4824, Nº.27, 2012, págs.217-246 Idioma: español Enlaces
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Resumen
Para entender el valor de la vid y del vino en la Biblia es necesario conocer antes su cultivo; para ello, el presente artículo pretende, primero, adentrar al lector en la historia del vino y de la situación actual de la vid, así como su morfología y fenología para, posteriormente, centrarse en el significado de la vid y el vino en las Sagradas Escrituras. La importancia de la vid es extraordinaria, no solamente porque las uvas constituyan uno de los frutos más apreciados, sino porque el mayor valor de las uvas es la elaboración del vino. Además, la vid y el vino están ampliamente citados en las Sagradas Escrituras. A través de sus numerosas menciones, se puede contemplar la importancia que tenía la vid y el vino, ambos imprescindibles para aquellos pueblos. La vid es un importante símbolo cristiano, especialmente en cuanto produce el vino que es la imagen de la alegría, la fiesta, el derroche y también del conocimiento. La palabra traducida vino en las Escrituras no siempre se refiere a la misma cosa. Hay diferentes palabras hebreas y griegas y, varias de ellas, se refieren a diferentes cosas. Mediante la realización de este artículo, se pretende dar a conocer al lector estos vocablos en la Biblia.
¿Cuál es el origen de la vid?
La vid es originaria de Asia y es conocida desde la Prehistoria. Su cultivo se inició en el Neolítico y se fue extendiendo al resto de Europa desde donde llegó al continente americano. Actualmente el principal continente productor es Europa.
¿Quién es la vid verdadera en esta parábola y quién es el viñador?
La vid y los sarmientos ¿Pero qué significa dar fruto? Se trata de la fecundidad interior, no del éxito exterior. Por: Padre Nicolás Schwizer | Fuente: Homilías del Padre Nicolás Schwizer Juan 15, 1-8. El que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto. Vosotros estáis ya limpios gracias a la Palabra que os he anunciado.
- Permaneced en mí, como yo en vosotros.
- Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en mí.
- Yo soy la vid; vosotros los sarmientos.
- El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada.
Si alguno no permanece en mí, es arrojado fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen, los echan al fuego y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo conseguiréis. La gloria de mi Padre está en que deis mucho fruto, y seáis mis discípulos.
- Reflexión El Evangelio de hoy se ubica dentro del discurso de despedida de Jesús, tal como lo trasmite San Juan.
- Son las últimas enseñanzas del Señor, algo así como su testamento personal, antes de entregarse a los judíos.
- En este ambiente solemne y dramático, les presenta la parábola de la vid y de los sarmientos.
El tema no puede ser más bíblico. La viña era uno de los cultivos preferidos en Palestina. Era lógico que se tomara la imagen de la viña para dibujar por medio de ella la historia del pueblo. La viña era Israel, Dios era su viñador. Profetas y salmistas contaron la aventura de este viñedo cultivado por Yahvé.
- También Jesús recurre varias veces a los viñedos para sus parábolas.
- Pero esta vez le da su sentido pleno: Jesús es la vid, la verdadera vid.
- Los que creen en Él, son los sarmientos.
- Y el Padre es el viñador de esta gran cepa.
- Con ello, la imagen del Antiguo Testamento ha crecido en anchura y en profundidad.
Ahora simboliza al gran árbol de la humanidad entera: su ramaje no son ya sólo los judíos, sino todos los que aceptan ser hijos de Dios. ¿Qué quiere enseñarnos el Señor con esta parábola de la vid? Me parece que quiere decirnos lo siguiente: 1 La Iglesia es, como la vid, un organismo vivo.2 La fuente de vida de la Iglesia es Jesucristo.3 Sólo en unión íntima con Cristo podremos ser fecundos.1.
La Iglesia es, como la vid, un organismo vivo La Iglesia no es una organización jurídica o social. Como la vid, ella es un organismo vivo, es el Cuerpo de Cristo, una comunidad y una corriente de vida. Para formar parte viva de esta vid del Señor no es suficiente, haber sido bautizados y estar inscritos en la lista de miembros.
Formamos parte de esta vid en la medida en que estamos unidos vitalmente a ella, en la medida en que compartimos su vida íntima.2. La fuente de vida de la Iglesia es Jesucristo La rama por sí sola no es nada: lo es todo por la savia que recibe del tronco al que está adherida.
- Así también cada discípulo de por sí no es nada; pero unido a Cristo lo es todo.
- Éste es el secreto de la vitalidad de la Iglesia y de las comunidades cristianas.
- Al resucitar Jesús, Él se transforma en la vid llena de vida y de fuerza.
- Y nosotros nos convertimos en sus ramas.
- Nuestra vida de cristianos es parte de su vida.
Porque Él es el único autor de la vida. Él es el principio y fundamento de la Iglesia. Él mantiene unidos los sarmientos, para que tengan vida y la tengan en abundancia. Esto supone una vinculación permanente e íntima con Jesús: “permaneced en mí y yo en vosotros”.
Mientras que permanezcamos unidos a Él, participaremos de su comunión de vida.3. Sólo en la unión íntima con Cristo podremos ser fecundos Los sarmientos producen fruto porque están unidos al tronco y se alimentan de su savia. El único camino para que nosotros podamos producir fruto y vida es, por eso, la unión íntima y personal con Cristo.
El sarmiento que se separa del tronco, se seca y se lo echa al fuego, porque no sirve ya para otra cosa. Y para que podamos dar más fruto, el Padre nos va podando, nos purifica de nuestro egoísmo y de todo aquello que nos impide dar fruto en abundancia.
¿Pero qué significa dar fruto? Se trata de la fecundidad interior, no del éxito exterior. Tenemos que aprender a ver las cosas no con los ojos miopes humanos, sino con la visión de Dios. Los éxitos y fracasos ante los ojos de Dios son, por lo general, muy distintos de los que considera el mundo como tales.
Y el Señor nos da aquí el único criterio para medir la verdadera fecundidad de nuestras obras: “no podéis dar fruto, si no permanecéis en mí”. Queridos hermanos, pidámosle por eso al Señor que nos regale esa relación personal profunda con Él y con su Madre, para que así podamos ser fecundos por su Reino y transformarnos en auténticos discípulos suyos. También te puede interesar Consultorios
¿Como el pámpano no puede llevar fruto?
1 Yo soy la a vid verdadera, y mi Padre es el labrador.2 Todo a pámpano que en mí no lleva b fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo c limpiará, para que lleve más fruto.3 Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.4 a Permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí.5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto, porque sin a mí nada podéis hacer.6 El que en mí no permanece será echado fuera como mal pámpano, y se secará; y los recogen y los echan al fuego, y arden.7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, a pedid todo lo que queráis, y os será hecho.8 En esto es glorificado mi Padre: en que llevéis mucho fruto y seáis así mis discípulos.9 Como el Padre me a ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.10 Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.11 Estas cosas os he hablado para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro a gozo sea completo.12 Este es mi mandamiento: Que os améis los unos a los otros, como yo os a he amado.13 Nadie tiene mayor amor que este, que uno a ponga su vida por sus amigos.14 Vosotros sois mis a amigos si hacéis las cosas que yo os mando.15 Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que a oí de mi Padre os las he dado a conocer.16 No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os a elegí a vosotros, y os he b puesto para que vayáis y llevéis c fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi d nombre, él os lo dé.17 Esto os mando: Que os améis los unos a los otros.18 Si el mundo a os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros.19 Si fuerais del a mundo, el mundo b amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, sino que yo os elegí del mundo, por eso os aborrece el mundo.20 Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El a siervo no es mayor que su señor.
Si a mí me han b perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra.21 Pero todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado.22 Si yo no hubiera venido ni les hubiera hablado, no tendrían a pecado, pero ahora no tienen excusa por su pecado.23 El que me aborrece también a mi Padre aborrece.24 Si no hubiese hecho entre ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora las han visto, y me han aborrecido a mí y a mi Padre.25 Pero esto sucede para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: Sin causa me aborrecieron.26 Pero cuando venga el a Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el que procede del Padre, él b dará testimonio de mí.27 Y también vosotros daréis a testimonio, porque habéis estado conmigo desde el principio.
¿Qué significa la parabola del labrador?
Comentario del San Mateo 21:33-46 – Working Preacher from Luther Seminary Esta parábola, descrita como la parábola de los labradores malvados, tiene paralelos en los evangelios de Marcos y Lucas. Como en toda parábola, Jesús busca “ilustrar una verdad moral o religiosa mediante una comparación extraída de la vida corriente.” 1 Esta es la segunda de tres parábolas que Jesús les comparte a “los principales sacerdotes y los fariseos” (v.45).
La primera es la que se enfoca en dos hijos que son convidados por su padre para trabajar en una viña (Mt 21:28-32). La tercera es la que trata sobre un rey que le preparó una fiesta a su hijo (Mt.22.1-14). Aunque los personajes y las historias cambian, la temática es la misma en las tres parábolas: contrastar el reino de Dios con el reino terrenal que están modelando los principales sacerdotes y los fariseos.
Luego de llamar la atención de sus oyentes, la parábola correspondiente a este domingo comienza con “un hombre, padre de familia,” que luego de haber preparado, plantado y cercado una viña, cavado un lagar y edificado una torre, arrendó la misma y se alejó del lugar (v.33).
Este tipo de arrendamiento implicaba una doble responsabilidad de parte de los labradores: no solamente debían pagar renta por el terreno conferido, sino que también eran responsables de separar parte de la cosecha para el dueño. Cabe señalar que, de acuerdo con el relato, el dueño de la viña hizo todo lo que estaba en sus manos para que la viña fuera productiva, y, por lo que sucede en la parábola, así parece que resultó.
Tiempo después, el dueño de la viña envió a por lo menos tres siervos para que buscaran el fruto que le tocaba siguiendo los lineamientos del arrendamiento (v.34). Lamentablemente, los labradores actuaron de manera contraria a lo que habían acordado. Al llegar los siervos, uno de ellos fue golpeado, a otro lo mataron y a un tercero lo apedrearon (v.35).
- Parece que nadie trató de mediar entre los labradores y los siervos del dueño de la vida, y es posible que los labradores hayan actuado con predeterminación.
- El dueño de la viña no se quedó de brazos cruzados.
- Luego del primer intento fallido, envió otra comisión de siervos, y en este caso eran “más que los primeros” (v.36).
Sin embargo, la cantidad no importó. Los labradores actuaron tal y como lo hicieron con los primeros siervos del dueño que llegaron a la viña. Esto confirma que lo que ocurrió la primera vez había sido planificado. Los labradores afirman una vez más su total rechazo al acuerdo al que habían llegado con el dueño.
Existe un refrán popular que dice que “a buen entendedor, pocas palabras bastan.” Uno esperaría que luego del segundo intento fallido, el dueño de la viña no enviaría a nadie más. No obstante, decide enviar a su hijo. Según el dueño de la viña, los labradores mostrarían respeto por este (v.37). Sin embargo, confirmando una vez más que nunca habían tenido la idea de cumplir con su parte del acuerdo, los labradores, al ver que en esta ocasión se acercaba el hijo del dueño, tramaron entre sí y dijeron: “Este es el heredero; venid, matémoslo y apoderémonos de su heredad” (v.38).
Los labradores lo sacan de la viña y, estando afuera, le quitan la vida. Es interesante cómo Jesús describe la muerte del hijo, ya que esto sería lo mismo que harían con él al crucificarlo fuera de la ciudad de Jerusalén. Al terminar la parábola, como suele hacer, Jesús formula una pregunta para que su audiencia responda.
- Cuando venga, pues, el señor de la viña, ¿qué hará a aquellos labradores?” (v.40).
- La audiencia contesta correctamente, sin entender que con su respuesta se incriminan a sí mismos.
- A los malos destruirá sin misericordia, y arrendará su viña a otros labradores que le paguen el fruto a su tiempo” (v.41).
En respuesta, Jesús cita las palabras del salmista encontradas en Salmos 118:22. Con esta cita, Jesús le da punto final a la parábola al relacionar el rechazo del hijo con el rechazo de la piedra. Ambos, tanto el hijo como la piedra angular, representan a Jesús, quien enviado por Dios, fue rechazado por aquellos a quienes se les confió cuidar de su reino.
Lo que los principales sacerdotes y fariseos no esperaban era ser comparados con los labradores. Pero esto quedó muy claro al comienzo del v.43 con la frase “por tanto.” Con esta frase, Jesús conectó la parábola con la respuesta de sus interlocutores y la cita que había hecho del salmista. Lo que quiero decir es que la parábola dejó claro que los labradores rechazaron el acuerdo que habían hecho con el dueño de la viña a tal punto que mataron a su hijo.
En respuesta a la parábola, los principales sacerdotes y fariseos concluyeron que el dueño de la viña sacaría a los labradores y daría la viña a otros. A modo de afirmar lo dicho por ellos, Jesús les recuerda una enseñanza que ellos debían conocer muy bien, la de que la piedra rechazada se convertiría en la piedra angular.
- Con esto en mente, Jesús dirige sus palabras directamente a los principales sacerdotes y fariseos y les declara que ocurriría tal como ellos habían dicho.
- Por un lado, el “reino de Dios será quitado de vosotros y será dado a gente que produzca los frutos de él” (v.43).
- Por otro lado, su rechazo hacia Jesús traería sobre ellos quebrantamiento o destrucción por parte de la piedra angular.
(v.44). Al verse confrontados por la palabra de Jesús (v.45), la respuesta de los principales sacerdotes y los fariseos no mostró arrepentimiento. Al contrario, curiosamente respondieron como lo hicieron los labradores de la parábola y conspiraron contra Jesús.
Pero como la fama de Jesús crecía y era considerado un profeta entre el pueblo, no pudieron echarle mano (v.46). Esta parábola debe hacernos reflexionar como ministros/as del reino de Dios. Lo que tenemos nos ha sido dado; nos ha sido confiado. Por lo tanto, tengamos cuidado de señorearnos del don de Dios.
Nos ayude el Señor a ser buenos mayordomos y que a su regreso nos reconozca como gente fiel, aunque haya sido en lo poco.
¿Cómo Pampanos en la vid?
La parábola de la vid y los pámpanos – Estudio Bíblico Qué bendición saludarle amable oyente. Soy David Logacho dándole la bienvenida al estudio bíblico de hoy. Estamos estudiando el evangelio según Juan. En esta ocasión vamos a examinar la parábola de la vid y los pámpanos.
- Abramos nuestras Biblias en Juan 15:1-11.
- Como antecedente, una vez que el Señor Jesús terminó su enseñanza a los once, porque Judas Iscariote ya no estaba, salieron del recinto donde tuvo lugar lo que llamamos la última cena.
- Era ya de noche.
- No se puede saber con precisión si fue por el camino o en algún otro lugar, que el Señor Jesús continuó enseñando a sus once apóstoles.
Juan registra lo que se conoce como la parábola de la vid y los pámpanos. Una parábola es una historia real o ficticia, muy conocida por los oyentes, de la cual se extrae una lección espiritual. Juan 15:1 dice: Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
Esta es la séptima vez que el Señor Jesús utiliza la expresión: Yo soy, para referirse a algún aspecto de su persona. Estas dos palabras, constituyen la esencia de lo que significa el nombre Jehová. En este caso, el Señor Jesús es la vid verdadera. En el Antiguo Testamento, se describe a la nación de Israel como una vid plantada por Jehová.
Lamentablemente, la nación de Israel, fracasó en manifestar el fruto que Jehová esperaba de ella. Isaías 5:7 en su última parte dice: y esperaba que diese uvas, y dio uvas silvestres. Esta es la razón por la cual el Señor Jesús se presenta a sí mismo como la vid verdadera, es decir el perfecto cumplimiento de lo que el labrador, el Padre celestial, esperaba de su vid.
- Ahora note lo que dice Juan 15:2.
- Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
- Los pámpanos son las ramas, por decirlo así, que unidas a la vid, producen las uvas, el fruto de la vid.
- El texto muestra que existe algunos pámpanos que a pesar de estar unidos a la vid, sin embargo no llevan fruto.
El labrador quita a estos pámpanos de la vid. Esto no significa que cuando un creyente genuino, no produce el fruto que el Padre espera, pierde su salvación. Lo que significa es que el creyente que no lleva el fruto que Dios espera, corre riesgo de ser quitado de este mundo como una medida de disciplina.
En cambio, todo pámpano que lleva fruto, es limpiado, para que lleve más fruto. El pámpano que lleva fruto simboliza al creyente que está creciendo hacia la madurez en Cristo. El labrador, el Padre celestial, limpia a estos creyentes, con la finalidad de aumentar su fruto. La limpieza del creyente será el resultado de poner en práctica lo que dice Dios en su palabra.
Esto se confirma por lo que dice Juan 15:3 Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. Lo que limpia a un creyente es la palabra de Dios. Los apóstoles ya fueron limpiados cuando recibieron la palabra del Señor Jesús y reconocieron que es el Cristo, el Hijo de Dios, el Mesías.
En este punto, el Señor Jesús en su parábola se enfoca sobre los pámpanos. Algo interesante es que los pámpanos no pueden producir fruto a menos que estén unidos a la vid. De igual manera, los creyentes no podemos producir fruto a menos que estemos totalmente unidos a la vid que es Cristo. Note lo que dice Juan 15:4 “Permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí” Permanecer significa mantenerse en el lugar donde está en determinado momento. El creyente está en Cristo; este es el lugar donde se encuentra.
- En su vida diaria el creyente debería permanecer en íntima comunión con el Señor.
- El pámpano que permanece en la vid recibe la rica sabia de la vid, y esto resulta en producir fruto.
- De la misma manera, el creyente debe permanecer en Cristo invirtiendo tiempo en oración, leyendo y obedeciendo su palabra, en comunión con otros creyentes.
Sólo así el creyente producirá el fruto que Dios busca en él. El pámpano sólo puede llevar fruto si permanece en la vid. La única manera que los creyentes puedan llevar el fruto de un carácter semejante al de Cristo es viviendo en constante contacto con el Señor.
Ponga atención a lo que dice Juan 15:5 “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos, el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer” El pámpano tiene un solo y único propósito. Dar fruto. No sirve para otra cosa. No sirve para fabricar muebles o casas. Ni siquiera sirve como leña.
Lo único para lo que sirve es para dar fruto, siempre y cuando permanezca en la vid. Cuando un pámpano no permanece en la vid, no puede dar fruto y en consecuencia, es cortado, se seca y se quema. Note lo que dice Juan 15:6 “El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará, y los recogen y los echan en el fuego, y arden” Este versículo ha sido motivo de mucha controversia, al interpretarlo en el sentido de que un creyente que no produce fruto puede perder su salvación.
- Pero no es así.
- La evidencia bíblica en cientos de otros textos no apoya esta conclusión.
- El tema que se trata no es la salvación, sino la permanencia y el fruto que resulta de ella.
- Como consecuencia de la negligencia en permanecer en la vid, un creyente se pone en una situación de riesgo, y en tal caso, es echado fuera, o desechado como pámpano, en el sentido de quedar inutilizado para cumplir con el propósito de Dios de producir fruto.
Los pámpanos echados fuera entran a un proceso degenerativo. Note: Son cortados, se secan y terminan en el fuego. Un propósito totalmente diferente del propósito de Dios para los pámpanos. La voluntad de Dios es que los pámpanos lleven fruto. A continuación, el Señor Jesús se refirió a uno de los muchos beneficios que resultan de permanecer en la vid.
- Observe lo que dice Juan 15:7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.
- Permanecer en Cristo, entendiéndose esto en el sentido de una comunión íntima con él, resulta en una exitosa vida de oración.
- La razón para esto es que mientras más cerca estemos del Señor Jesús, y más dispuestos estemos a obedecer su palabra, más pensaremos como el Señor piensa y de esa manera, nuestros pedidos de oración serán los mismos pedidos que haría el Señor Jesús, de modo que todo lo que pidamos en su voluntad será hecho.
La vida fructífera de un creyente es un gran motivo para que el Padre celestial sea glorificado. Esto es lo que dice el Señor Jesús según Juan 15:8. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. El verbo glorificar significa hacer digno de honra o de honor.
- Hacer digno de honra o de honor al Padre debería ser la meta de todo genuino creyente.
- ¿Cómo lograrlo? Algunos piensan que la única manera es diciendo: ¡Gloria a Dios! o ¡Alabado sea el Señor! o cantando a voz en cuello, o levantando las manos.
- Pero el Señor Jesús dice que glorificamos a Dios el Padre, cuando llevamos mucho fruto.
Este fruto es una vida que se parece más y más a la vida del Señor Jesús cuando estuvo en este mundo. Cuando el mundo ve a un pecador totalmente transformado, glorifica al Padre celestial, o rinde honor al Padre celestial. Ya que estamos hablando de mucho fruto, es notorio observar una interesante progresión en la parábola de la vid y los pámpanos.
El pámpano comenzó sin llevar fruto, después avanzó a llevar fruto, después progresó a llevar más fruto y terminó llevando mucho fruto. Esto es lo que Dios quiere para todos los que somos creyentes. Quiere que llevemos fruto, pero que no nos conformemos con eso, sino que llevemos más fruto, pero que no nos conformemos con eso, sino que llevemos mucho fruto.
¿Está creciendo en el fruto que manifiesta amable oyente? La progresión en el fruto es una prueba de que en realidad somos discípulos del Señor Jesús. Acto seguido el Señor Jesús se refiere a la calidad de amor entre él y los suyos, los pámpanos que llevan mucho fruto.
- Juan 15:9 dice: Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.
- El amor que tiene el Señor Jesús para los que somos suyos es el mismo amor que el Padre celestial tiene para su Hijo, el Señor Jesús.
- Esto es asombroso.
- Medítelo amable oyente.
- La mente humana no lo puede entender en su total dimensión, pero es una realidad.
Qué bendición. Esto debe ser como el combustible que hace mover a un motor para entregar toda su potencia. Por eso el Señor Jesús dijo a sus discípulos: Permaneced en mi amor. A veces nos sentimos como despreciados por el mundo, pero eso no importa. Lo que verdaderamente importa es que el Señor Jesús nos ama de la misma manera que él es amado por su Padre celestial.
- Maravilloso.
- Siguiendo adelante en la misma línea de pensamiento, el Señor Jesús nos va a mostrar que esto de permanecer en el amor del Señor Jesús, no es cuestión de emociones sino de acción.
- Note lo que dice Juan 15:10 Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.
Permanecer en el amor del Señor Jesús es resultado de guardar o cumplir con los mandamientos del Señor Jesús. Nada ganamos llenándonos la boca afirmando que amamos al Señor Jesús, si no lo demostramos por medio de cumplir con sus mandamientos. El mejor ejemplo de este principio es el mismo Señor Jesús.
- El Señor Jesús ha guardado los mandamientos de su Padre y por tanto con sobrada razón puede afirmar que permanece en el amor de su Padre.
- Con nosotros los creyentes debería ser igual.
- Porque guardamos los mandamientos del Señor Jesús, permanecemos en el amor del Señor Jesús.
- Finalmente, el Señor Jesús cierra con broche de oro esta parte de su enseñanza mostrando que cumplir con lo que acaba de decir resulta en gozo.
Juan 15:11 dice: Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido. El Señor Jesús rebosó del gozo que resulta de permanecer en Su Padre. Este es el gozo del cual él habla. El Señor Jesús quiere que este mismo gozo que él tiene, sea también una realidad en los que somos sus discípulos.
¿Cuáles son las partes de la vid?
Anatomía de la vid En una planta de vid se pueden distinguir fácilmente dos zonas, la parte enterrada, que corresponde a las raíces y raicillas, y una parte aérea que corresponde al tronco, los brazos (en el caso que se encuentren), los sarmientos o brotes, las hojas, yemas, y las inflorescencias.
¿Cuáles son los frutos del pámpano?
Usos del fruto – El fruto de varias de las especies se utiliza comercialmente para su consumo como uvas frescas y para la elaboración de vino. La especie más importante es, con tronco retorcido, llamado, vástagos nudosos y flexibles, llamados, hojas alternas, pecioladas, grandes y partidas en cinco lóbulos puntiagudos, llamadas pámpanos, flores verdosas en racimos, y cuyo fruto es la,
- Originaria de, se cultiva en todas las regiones templadas.
- Al conjunto de vides cultivadas en un campo se le denomina viña o viñedo.
- La vid produce las, fruto con el jugo del cual se produce el,
- Por el contrario las vides salvajes o silvestres, no cultivadas, poseen unas hojas más ásperas, y las uvas son pequeñas y de sabor agrio.
El cultivo de la vid para la producción del vino es una de las actividades más antiguas de la civilización, probablemente contemporánea al comienzo de esta. Existen pruebas de que los primeros cultivadores de viñas y productores de vino, se encontraban en la región de y, durante el,
¿Cómo era la vid?
El origen de la vid y el vino Parece probado que el origen de la vid y el vino se localiza allá por el año 6.000 aC en el territorio de las actuales Georgia y Armenia, donde tuvieron lugar las primeras elaboraciones. En los milenios inmediatamente posteriores, tal práctica se extendió hasta las actuales Turquía, llegando a territorio israelí y egipcio hacia el 3.000 aC.
Las costas del Mar Negro fueron pues, las cunas del vino y, desde allí, se extendió por oriente, y por el Mediterráneo Occidental, gracias a fenicios, griegos y romanos, auténticos difusores de la cultura del vino. La limitación de la vitis vinífera sylvestris a las latitudes meridionales de regiones próximas a mares se debe a que las bondades de los climas de dichas zonas permitieron a la especie sobrevivir a las glaciaciones ocurridas durante el Cuaternario.
Cuando las uvas empezaron a emigrar probablemente se cruzaron con otras subespecies y empezaron a producir distintas adaptaciones a cada nuevo entorno, dando lugar, con el paso de los siglos, a las variedades actuales; pero el proceso, no fue ni rápido, ni sencillo.
- En su estado silvestre, la vid era una liana que crecía abrazada a los árboles.
- Su fruto era siempre tinto (la uva blanca parece ser una mutación) y la planta era dioica, es decir, cada ejemplar tenía un único género, a diferencia de la vitis vinífera sativa, hermafrodita y capaz de autofecundarse.
- Esta última tiene su origen en la vitis vinífera sylvestris, que probablemente empezará a ser domesticada en diversos territorios en periodos de tiempo próximos entre sí, dando lugar a los primeros vinos.
El hombre empezó a recolectar bayas, uvas silvestres, gozando de su sabor y guardándolas para consumirlas en su forma pasificada como alimento. Muy probablemente, alguna fermentación accidental los llevaría a descubrir el alcohol y a plantearse la domesticación de la planta silvestre; de la selección de las más sabrosas o productivas se seleccionaron las variedades de cultivo entre las cuales se encontraban raros ejemplares hermafroditas aparecidos en la naturaleza como resultado de alguna mutación.
- Las nuevas plantas acabarían convirtiéndose en la variedad que cultivamos hoy día, la vitis vinífera vinífera o sativa, planta de hojas y racimos más grandes y producciones mayores, con contenidos en azúcar mucho más elevados que los de sus ácidas ancestras, las sylvestris.
- Desde aquellas primeras plantaciones que fueron el origen de la vid y el vino hasta nuestros viñedos actuales, muchas cosas han cambiado, pero el vino y su cultura no han dejado de fascinar al hombre un solo instante.
: El origen de la vid y el vino
¿Cómo se alimenta la vid?
Los nutrientes necesarios para la vid Decía Rudolf Stenier, el precursor de la filosofía biodinámica, que la cabeza de las plantas está en la raíz. Si hoy pudiese observar cómo se comporta la naturaleza, con las herramientas de las que disponemos, probablemente esta aseveración no sería tan rotunda, sobre todo si se trata de la vid.
- Las hojas, el follaje, es igual de importante para el desarrollo de las cepas que su raíz, pues el mecanismo que utiliza la planta para realizar la fotosíntesis, captar nutrientes y distribuirlos hasta los frutos para que los racimos crezcan sanos.
- Sin embargo, es cierto que la cantidad, calidad y tipicidad de nutrientes de los que dispone el suelo en el que está plantado una cepa, son fundamentales para su correcto desarrollo, para que crezcan fuertes y desarrollen una serie de medios de autodefensa.
En función del tipo de suelo, de la altitud, de las características de la propia variedad o del porta-injertos y la profundidad de las raíces algunas cepas son más propensas a captar una serie de nutrientes u otros. De igual forma que existen composiciones de suelos que presentan una mayor capacidad de retener potasio o fósforo que otros.
- A todo ello, además, se unen las prácticas culturales llevadas a cabo por el hombre, tales como los momentos precisos de regar, la distancia entre las plantas, los trabajos en verde, la poda, etc.
- A rasgos generales, la vid necesita una serie de minerales, aunque no es grandes cantidades, de ahí que sea una planta perfecta para los terrenos más pobres: Nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio, azufre, hierro, boro, cobre, manganeso y cinc.
El potasio se considera el mineral más importante para las células vegetales. Por un lado, activa el crecimiento de la vid, por lo tanto afecta a su vigor y rendimiento; pero también ayuda a que el follaje realice la fotosíntesis y a la acumulación de azúcar en las uvas.
Tiene un valor cuantitativo pero también cualitativo. El potasio ayuda a una mejor eficiencia del reparto del agua y favorece el buen reparto de los nutrientes entre las distintas partes de la planta. Los suelos arcillosos, por ejemplo, no favorecen la absorción de potasio por parte de la planta, sino que lo retienen.
El fósforo es otro de los nutrientes fundamentales para el buen desarrollo del crecimiento de la vid. En este caso no tanto para favorecer o disminuir el vigor, sino porque ayuda a prevenir corrimientos (la no formación de racimos) y enfermedades criptogámicas.
Es especialmente positivo para apoyar el crecimiento de las raíces, sobre todo en los primeros años de vida de una cepa, y ayuda a que los brotes sean más fértiles. El nitrógeno, por su parte, aumenta el rendimiento de la vid, aunque un aporte excesivo puede provocar una mayor sensibilidad a enfermedades, corrimientos y disminución de la calidad.
En caso de ser necesario la fertilización, sin duda apostaremos por un abono orgánico a base de leguminosas, una forma natural de proporcionar nitrógeno. En definitiva, cuando hablamos de viticultura no podemos dejar de lado al suelo, un suelo vivo, equilibrado, sano La columna vertebral para obtener uvas y vinos de calidad.
: Los nutrientes necesarios para la vid
¿Cuántos años de vida tiene una vid?
Seguro que en más de una ocasión has escuchado que un vino se ha elaborado de una viña vieja o de uvas de viñedos jóvenes. Como todo ser viviente su ciclo de vida pasa por la juventud y vigorosidad hasta la vejez. Nosotros te vamos a hablar de la vida de la viña y qué le puede aportar cada etapa al vino resultante. El cuidado de la viña es una parte fundamental en el proceso de elaboración del vino. La vid tiene una media de vida de unos 50 años, aunque algunas viñas llegan a centenarias. Cuanto más envejece la planta, menos uva produce pero el vino resultante es mejor.
- En los tres primeros años de vida, la vid se desarrolla pero las uvas no sirven para hacer vino.
- Cuando la planta tiene entre 10 y 30 años, está en su plenitud y produce grandes cantidades de uva.
- Pasado este tiempo la producción empieza a bajar y concentra más el mosto en sus frutos.
- Podemos pues dividir la edad de la viña en: 1.
Crecimiento. Durante los tres primeros años de vida los viticultores realizan diferentes tareas para la formación de las cepas, tales como la poda. La uva que dan no suele ser de muy buena calidad y suele ser a partir de los tres años cuando se empieza a utilizar para hacer vino.2.
- Desarrollo.
- En los siguientes 7 a 10 años poco a poco la viña va produciendo más uva y de mejor calidad.3. Plenitud.
- Se trata del período que va de los 10 a los 30 años, algunos hasta los 40.
- Se trata de la mejor etapa productiva de la vid y la calidad de la uva sigue aumentando.
- Para conseguir que la producción se alargue en el tiempo es importante no agotar a las cepas, pues aceleran la vejez.
Por eso es tan importante la poda y el cuidado de la vid.4. Vejez. Puesto que la vejez también es sabiduría, podríamos decir que en esta etapa se concentran todos los conocimientos que ha adquirido la planta para realizar unos frutos de más calidad, con el mosto más concentrado, pero con menos producción.
Se ha de realizar un cuidado exhaustivo y minucioso de las cepas viejas para alargar su vida lo máximo que se pueda. De esta manera encontramos algunas cepas de más de 100 años. No existen demasiadas cepas viejas en Europa, debido a que a finales del siglo XIX una plaga americana conocida como filoxera atacó los viñedos europeos, lo que produjo una severa crisis en el sector vitivinícola.
En España entró por Oporto, Málaga y Girona. Más tarde se descubrió que las vides americanas eran resistentes a estos parásitos, por lo que en la actualidad las cepas europeas se plantan en porta injertos. La noticia se ha realizado con información de: – ‘El vino no tiene misterio’, OphélieNeiman.
¿Qué es permanecer en la vid?
Permanecer en la vid significa recibir y creer y confiar en las palabras de Jesús. Significa recibir el amor de Jesús por el Padre y por Su pueblo y el gozo que Jesús tiene en el Padre y en nosotros.
¿Como el pámpano no puede llevar fruto?
Juan 15
- 1 Yo soy la verdadera, y mi Padre es el labrador.
- 2 Todo que en mí no lleva, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo, para que lleve más fruto.
- 3 Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.
4 en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí.
- 5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto, porque sin nada podéis hacer.
- 6 El que en mí no permanece será echado fuera como mal pámpano, y se secará; y los recogen y los echan al fuego, y arden.
- 7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, todo lo que queráis, y os será hecho.
- 8 En esto es glorificado mi Padre: en que llevéis mucho fruto y seáis así mis discípulos.
- 9 Como el Padre me amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.
- 10 Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
- 11 Estas cosas os he hablado para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro sea completo.
- 12 Este es mi mandamiento: Que os améis los unos a los otros, como yo os amado.
- 13 Nadie tiene mayor amor que este, que uno su vida por sus amigos.
- 14 Vosotros sois mis si hacéis las cosas que yo os mando.
- 15 Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que de mi Padre os las he dado a conocer.
- 16 No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os a vosotros, y os he para que vayáis y llevéis, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi, él os lo dé.
- 17 Esto os mando: Que os améis los unos a los otros.
- 18 Si el mundo aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros.
- 19 Si fuerais del, el mundo lo suyo; pero porque no sois del mundo, sino que yo os elegí del mundo, por eso os aborrece el mundo.
20 Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El no es mayor que su señor. Si a mí me han, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra.
- 21 Pero todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado.
- 22 Si yo no hubiera venido ni les hubiera hablado, no tendrían, pero ahora no tienen excusa por su pecado.
- 23 El que me aborrece también a mi Padre aborrece.
- 24 Si no hubiese hecho entre ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora las han visto, y me han aborrecido a mí y a mi Padre.
- 25 Pero esto sucede para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: Sin causa me aborrecieron.
26 Pero cuando venga el, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el que procede del Padre, él testimonio de mí.27 Y también vosotros daréis, porque habéis estado conmigo desde el principio.
¿Qué diferencia hay entre Pampanos y sarmientos?
Una de anatomía. ¿Qué os parece si dedicamos unos minutos a hablar de la anatomía de la vid? Siempre viene bien hacer un “repasillo” por algunas de las partes que componen la planta que tantas satisfacciones nos ofrece cada año. Así, la próxima vez que paseéis entre viñedos, podéis poner en práctica vuestros “conocimientos” ante vuestros amigos.
Comenzamos. Una vez que la vid es plantada, la RAÍZ comienza a colonizar, durante 5-7 años, el suelo disponible. Durante los siguientes, hasta que alcanza los 35 años, se produce la explotación del suelo, coincidiendo con el máximo desarrollo en cantidad y en calidad de la planta. A partir de los 40 años se inicia el retroceso en cantidad, aunque su calidad se mantiene o incluso mejora.
Las principales funciones de la raíz son:
La absorción y la conducción del agua y de los minerales hacia la parte área. Almacenamiento de sustancias de reserva que permitirán la brotación y el crecimiento al año siguiente (hasta que es capaz de fotosintetizar sus propias sustancias). Anclaje al suelo Producción de hormonas.
La parte aérea de la cepa está compuesta por un TRONCO retorcido conformado por madera de varios años con una corteza denominada ritidoma. Su altura depende del sistema de conducción y de la a la que se le someta. A partir de este tronco se desarrollan los BRAZOS, de los que salen las VARAS y PULGARES que se han producido el año anterior.
Todo, en su conjunto, es los que denominamos “madera vieja”. En estas varas y pulgares se sitúan las YEMAS, que van a producir los brotes herbáceos del siguiente año. Se llama “pulgar” cuando el número de yemas es menor o igual a dos y “varas” cuando son más de dos. Y finalizamos este primer repaso anatómico con los llamados BROTES (PÁMPANOS Y SARMIENTOS),
Se producen en el año de la cosecha y surgen a partir de las yemas insertadas en las varas y pulgares. En estos brotes se situarán las hojas, los racimos de flores que posteriormente se transformarán en bayas (frutos) y, por último, los zarcillos. En el pámpano se sitúan los nudos, abultamientos donde se instalan todos los órganos del pámpano.
Pámpano/Sarmiento : Es el que nace de madera de dos años. Es el que buscamos con la poda, el más fértil y el responsable de la cosecha. Se llama pámpano al brote que surge durante el período herbáceo y sarmiento cuando se maderizan en el proceso de “agostamiento”. Chupón/Espergura : tiene su origen en la madera vieja (tronco, brazos). El espergurado es la eliminación de estos brotes cuando alcanzan los 10-15 cms. y se realiza manualmente en los meses de abril o mayo. Nietos : El desnietado es una operación en verde para eliminar estos brotes no fértiles. Se realiza en los meses próximos a la floración.
Si. Lo sabemos. Aún nos faltan las hojas, las yemas, la flor, el raspón, las bayas. Será en la próxima “clase”, amigos. 🙂 : Una de anatomía.
¿Que nos quiere decir Juan 15 5?
CONCLUSIÓN. – Sin Cristo nada podemos hacer, Él es la vid verdadera y todo aquel que permanece en el lleva mucho fruto. Muchas personas fracasan en la vida porque sin Cristo es imposible llegar a experimentar una vida de verdadera victoria y las razones por las cuales esto es así son: 1.
- Porque como seres humanos imperfectos jamás acertaremos en las mejores decisiones para nuestra vida, nuestro corazón es engañoso y los caminos que el hombre eligen son camino de muerte, solo Dios tiene el mejor plan para nosotros.2.
- Porque la clave del éxito en nuestra vida depende del respaldo que recibimos de Dios.3.
Porque mientras vivamos esclavizados al pecado, nuestra vida jamás prosperará.